El carisma de la unidad en diálogo con la cultura contemporánea. Este fue el tema de un nuevo encuentro de la presidente de los Focolares, Maria Voce, en Buenos Aires, el 13 de abril. Durante los cincuenta años de presencia del Movimiento en estas tierras, la vida de sus miembros ha penetrado en los múltiples ambientes de la cultura. En este contexto Maria Voce tomó la palabra en la sala de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, atestada hasta con más de 300 personas.
Citando a Chiara Lubich, Voce ha recordado que “las fuertes contradicciones que marcan nuestra época, necesitan un punto que las oriente, tan penetrante como incisivo, de categorías de pensamiento y de acciones capaces de incluir a cada persona, como también a los pueblos, con su organización económica, social y política. Existe una idea universal… que se va revelando al grado de sostener el peso de este desafío de la época … la fraternidad universal”. “La propuesta de la fraternidad –agregó – está comenzando a poseer espesor científico. Esta propuesta cultural es una en su origen y fuente, el carisma de la unidad; y plural en la dinámica del recibir y ser recibida en los contextos más variados, en múltiples valores y en las diferentes aplicaciones existenciales, sociales”
Algunas personalidades han partido de la exposición de Maria Voce para ofrecer a los presentes sus reflexiones. Marta Oyhanarte, miembro del Consejo Económico y Social de la Onu, ha subrayado que “se construye un nuevo contrato social fundado en la fraternidad, pero no solo en el plano de la política y de la economía, sino en todos los campos, en un diálogo a 360 grados”. Cristian Cox, decano de la Universidad católica de Chile, se refirió en cambio a la influencia que la idea de la fraternidad tiene en el plano educativo: “Nuestros programas no forman suficientemente en establecer relaciones con la persona que es distinta, con el que está lejos cultural y socialmente. La fraternidad debería ocupar en nuestros programas educativos un lugar equivalente al ocupado hasta ahora por el concepto de nación”. Rafael Velazco, rector de la Universidad católica de Córdoba, se refirió en cambio a la construcción de una teología de la fraternidad, que, para ser un testimonio convincente del mensaje evangélico, debe privilegiar la proximidad a los pobres, con aquellos que están excluidos de la historia. “Dios no ve las cosas desde lo alto, sino que las ve desde los márgenes, desde la periferia” afirmó. “Una teología de la fraternidad – concluyó, citando Chiara Lubich – nace del mandamiento nuevo, que cuando es vivido con radicalidad genera unidad y tiene una consecuencia extraordinaria, el mismo Jesús, el Resucitado, se hace presente entre nosotros”
Al final de una breve serie de preguntas, refiriéndose a “cómo” dialogar en una realidad plural y compleja como la latinoamericana, Maria Voce afirmó con decisión: “ América Latina puede ser un don para la humanidad justamente por sus profundas raíces culturales. Puede ser un ejemplo de construcción de una sociedad nueva en la cual la diversidad no es obstáculo sino que se convierte en riqueza. Lo digo como europea, les ruego que nos den esta experiencia, el mundo tiene necesidad de verla realizada en un lugar y pienso que estas tierras sean las adecuadas”. Son palabras que tienen un gran peso en una región que desde siempre se ha sentido discriminada, excluida. El aplauso entusiasta expresa el deseo de cambiar la historia.
Alberto Barlocci
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