Un centenar de personas pertenecientes a algunas comunidades judías de Argentina y del Movimiento de los focolares se encontraron, el 21 de Agosto, para celebrar la XV Jornada de la Paz, como cada año, en la ciudadela argentina de los Focolares, a 250 Km. de Buenos Aires, sumergida en la Pampa. La iniciativa tiene como objetivo afianzar el recíproco compromiso en el campo del diálogo judeo-cristiano en ese país. Cada año se comparten reflexiones y, sobre todo, experiencias de vida, con el momento más esperado: reunirse alrededor del olivo plantado en la ciudadela hace ya 15 años, proveniente directamente de Israel. Este árbol se ha transformado en el símbolo de la relación de amistad y de compromiso en la construcción de la paz, juntos, judíos y cristianos. También se recordó, durante una breve síntesis del camino recorrido en estos años, del impulso que representó para todos la visita de Chiara Lubich en el 1998, y su intervención en la sede de la Institución Judía B’nai B’rith, en ocasión de la cual Chiara evidenció los puntos comunes existentes en la espiritualidad de los Focolares y en la tradición judía. Mientras tanto, 180 jóvenes participaban a tres mesas redondas sobre la tolerancia, la paz y la libertad, comunicando sucesivamente a todos los participantes las conclusiones y los compromisos asumidos.
Llegaron muchos mensajes de adhesión al evento; entre ellos, el del cardenal de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, que evidenciaba e impulsaba la labor de los Focolares en el diálogo interreligioso en todo el mundo. Esta edición de la Jornada de la Paz ha sido caracterizada por la internacionalidad, por la presencia de los participantes al IV Simposio Judeo-Cristiano, en programa del 22 al 25 de Agosto, siempre en la ciudadela de los Focolares. Los participantes provienen de Israel, Suiza, Italia, Estados Unidos, México, Perú, Uruguay, y de varias ciudades argentinas.
El bien vence siempre
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