Sábado 14 de marzo. El “Salao dos Atos”, inmerso en la vegetación del Parque Barigui de Curitiba, estaba repleto de diputados federales, estatales, alcaldes, asesores, funcionarios públicos, jóvenes y catedráticos que llegaron desde Amazonas, del Nordeste, de Brasilia y de otras ciudades de Brasil.
En esa sala se escucharon palabras insólitas: la política presentada como «el amor de los amores» que permite que los administradores públicos elaboren proyectos capaces de responder a las exigencias de la comunidad y de los ciudadanos para que concreten sus propias aspiraciones. Se recordó que «el poder otorga fuerza, pero que es el amor el que da la autoridad» Muchas veces se repitió la palabra “fraternidad”, no sólo como principio ético de la política, sino como “su sustancia”. Éstos son los puntos centrales del pensamiento de Chiara Lubich , que María Voce, presidente de los Focolares, citó en su mensaje y que fueron posteriormente profundizados en las varias intervenciones.
Esta visión de la política que Chiara propuso, hace algunos años, en los parlamentos de diversos países, hoy aparece como una luz en el túnel de la crisis que atraviesa Brasil. Se despertó una nueva esperanza, porque fueron muchos los testimonios que manifestaron el aspecto concreto de esta visión, no sólo en Brasil, sino también en otros países. Al comienzo del evento por conmemoración del 7º aniversario de la desaparición de Chiara, se presentó un panorama innovador, a través del video-documental, que preparó el Movimiento Político por la Unidad (MPPU), que es una expresión de los Focolares.
El encuentro tuvo lugar en simultánea a dos manifestaciones populares de signo opuesto y muchas de las intervenciones evidenciaron la crisis política, económica y ética, subrayando la creciente falta de confianza en las instituciones. «Nosotros estamos aquí como mediadores, llamados a cambiar esta situación por medio del diálogo y la fraternidad», dijo Sergio Previdi, presidente nacional del MPPU.
«Éste es un gran desafío. La democracia no es sólo un hecho técnico, necesita un alma. Debemos rediseñar la política para transformarla en algo más humano», afirmó Gustavo Fruet, intendente de Curitiba. Y citó la innovadora cultura política expresada por Chiara, en la cual él mismo se inspiró para elaborar el programa 2010-2030 para que Curitiba sea “una ciudad innovadora global”, ya reconocida como modelo de planificación sustentable y como “ciudad de la fraternidad”.
Fueron muchas las intervenciones de los diputados y de los asesores de diversos partidos que, con mucho esfuerzo, tratan de concretar una política contra la corriente, los cuales dieron testimonio sobre cómo adquieren en sus encuentros con el MPPU “nueva fuerza y nuevo compromiso”.
«Fraternidad significa vivir una estrategia de unidad, buscar el diálogo entre las mayorías y la oposición, entre las instituciones y la sociedad, en la búsqueda del bien común», afirmó Antonio Carlo Pannunzio, intendente de Sorocaba.
Julio Carneiro del MPPU de Brasil, nombró las ciudadelas fundadas por Chiara Lubich (hoy más de 20) como bocetos-modelo de ciudades, para testimoniar la incidencia de la fraternidad en la convivencia civil.
«Una nueva cultura política requiere hombres nuevos», afirmó el profesor Marconi Aurelio Silva, manifestando la urgencia de la formación de los jóvenes a la ciudadanía activa, basada en la fraternidad: «dado que nosotros somos, por naturaleza, seres relacionales y no individuos aislados». Y también habló de los numerosos frutos que produce la “Scuola Civitas” en muchos estados de Brasil y del mundo.
Para más información: www.mppu.org.br – www.focolares.org.br
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