Abr 22, 2012 | Focolare Worldwide
Todo comienza en 1983 respondiendo a un pedido de la Iglesia local. Algunas personas del Movimiento de los focolares comienzan a dirigirse al “Barrio Republicano”, en la periferia de Asunción donde existe un enorme bañado. La humedad constante y la basura que cada día se descarga allí es causa de enfermedades que atacan principalmente a los niños. Las familias viven sobre las orillas del río Paraguay en casuchas de cartón, paredes de plástico y viejas chapas. Las frecuentes inundaciones invaden frecuentemente todo el barrio, obligando a las personas a continuas mudanzas. “Frente a una situación tan grave no podíamos permanecer inertes” –cuenta quien ha vivido en primera persona esta experiencia. “Nos empeñamos en encontrar una solución para resolver al mismo tiempo el problema de las enfermedades y el de la vivienda, buscando un lugar donde las familias de mayor riesgo pudiesen mudarse”. Ponen en común los pequeños ahorros y, junto con otras ayudas, se logra adquirir un terreno en Capiatá, a 24 Km de Asunción. Se trazan las calles, se empieza a construir el primer lote de casas, se perfora un pozo y se instala un tanque de agua potable y, finalmente, se trae la luz eléctrica. Entre 1992 y 1993 se mudan a ese lugar las primeras 20 familias y nace oficialmente el barrio “San Miguel”. Mientras tanto se constituye la Asociación UNIPAR” (Unidad y Participación), un ente sin fines de lucro que coordina las diversas acciones sociales. Actualmente las familias instaladas son 70 y los habitantes son casi 300.
Para enfrentar las necesidades sanitarias se crea la “Clínica San Miguel”, un poliambulatorio que se ocupa de curar las infecciones más difundidas, difunde correctas medidas de nutrición, realiza campañas de vacunación y profilaxis y ofrece consultas maternales y pediátricas así como también asistencia odontológica. En el 2002 comienza a funcionar una escuela para pre escolares, y en el 2004 la escuela primaria. La escuela es habilitada por el gobierno y tiene como objetivo la educación para la paz, para la fraternidad y la solidaridad. El Ministerio de Educación la considera como una escuela “modelo”, a tal punto que envía allí docentes públicos de la región para que completen su formación profesional. Para dar continuidad a las acciones emprendidas y garantizar la sustentación y la instrucción de los niños, nace el proyecto “Salud – Educación – Alimentación”, al cual contribuye AFN – Asociación Acción de Familias Nuevas con el sostén a distancia. Muchas más son las actividades que se realizan por la gente de San Miguel y de los barrios vecinos: se arma una biblioteca abierta a todos, una librería y papelería que permite a las familias comprar los útiles a precios ventajosos, cursos de alfabetización para adultos, consultorios profesionales de varios tipos (asistencia legal, protección contra abuso de menores, ayuda sico-pedagógica, campañas oftalmológicas y distribución de lentes, etc.) Se trata de una acción incisiva y coordinada con los mismos habitantes, con las autoridades locales, con los entes y las instituciones nacionales. Un aspecto fundamental, presente desde el comienzo de San Miguel es la atención en desarrollar pequeñas actividades productivas para dar autonomía económica a las familias. En el correr de los años AMU – Asociación Acción por un Mundo Unido contribuyó al nacimiento de estas actividades y todavía hoy se ocupa, en el Paraguay, del sostén de micro-empresas. Son proyectos que tienen bases sólidas y buenas perspectivas por las grandes capacidades que caracterizan al pueblo paraguayo. Alcanza con pensar que justo en Paraguay está “Todo Brillo”, la empresa de Economía de Comunión que tiene el mayor número de empleados en el mundo: más de 600!
Quien desee participar en el desarrollo de micro-empresas, realizadas por AMU en Paraguay y en otros Países de América Latina, puede volcar su contribución en la cuenta corriente bancaria titulada a “Asociación Acción por un Mundo Unido” Banca Popolare Etica, filial de Roma Código IBAN: IT16G0501803200000000120434 Código SWIFT/BIC CCRTIT2184D Causa: “Desarrollo de actividades productivas en América Latina”
Abr 20, 2012 | Focolare Worldwide
El sábado 24 de marzo en Melbourne, en un centro del Movimiento de los Focolares, hubo un concierto que se realizó en colaboración con la Kadhampa Buddhist Society.
Asistieron unas cien personas y se juntaron $ 840,00 que son destinados al proyecto de AMU en la frontera entre Tailandia y Birmania: un programa escolar y alimentario para los hijos de los refugiados birmanos.
Una familia de personas del Sudan presentes en el concierto, que llegaron a Australia como refugiados, expresaron su alegría en participar en esta actividad y poder así ayudar a otros refugiados.
El concierto se desarrolló en coincidencia con la celebración del “Día de la Armonía” (Harmony Day) que es una iniciativa del gobierno australiano para celebrar la riqueza de las distintas culturas que están presentes en Australia y compartir lo que los australianos tienen en común. Junto con el grupo de Kadhampa Buddhist Society, estaban presentes amigos de distintas comunidades musulmanas y hebreas.
Los jóvenes del Movimiento de los Focolares contribuyeron al concierto invitando a sus amigos a colaborar y en el curso de la función, sirvieron confites a todos, logrando que todos se sintieran como en su casa. Representaron el tema del Mundo Unido con un telón de fondo en el que se veía la tierra rodeada de personas tomadas por la mano.
Los presentes siguieron con atención una presentación en power point que ilustraba el proyecto y puso en evidencia la colaboración entre los Focolares y Kadampha en el último año
Finalizando el concierto, una de las invitadas que era musulmana, dijo que apreciaba mucho el ambiente de familia que hubo en toda la tarde mientras que una pareja de religión hebrea, impresionada por el cariño con que fueron recibidos, estaba felizmente sorprendida viendo a tantos jóvenes poniendo a disposición sus talentos por una buena causa. Tuvieron una linda conversación con un joven palestino que había actuado durante el concierto, y esto resume mejor que cualquier cosa el espíritu de unidad construido durante esa tarde.
Abr 18, 2012 | Focolare Worldwide
Un día el asesor de paisajística del cercano Municipio de Junín recomendó a los habitantes de la ciudadela Lía, refiriéndose a un lugar desde el cual de podían admirar los estupendos atardeceres de la pampa argentina, que: “No siembren árboles allí, para no tapar la vista del horizonte”.
Se diría que es el consejo de un experto, pero los 200 habitantes de la ciudadela Lía, provenientes de gran parte de América Latina, con algún representante europeo, encontraron en esa sugerencia una invitación inconsciente a conservar la capacidad de tener siempre delante el horizonte sin límites del mundo unido, a través del amor recíproco que se transforma en “ladrillos” de este proyecto de unidad vivido en una especie de laboratorio social, original, crisol de pueblos y de almas.
Nace en 1968, cuando los padres capuchinos donan al Movimiento de los Focolares unas cincuenta hectáreas dentro de la pampa a 250 Km de Buenos Aires. La construcción de la ciudadela, que está rodeada por una naturaleza bella y generosa, empieza a partir de un núcleo inicial –un gran convento construido en su momento para alojar el seminario–, para después poblarse con casas y habitantes.
Además del núcleo estable de personas y de unas cincuenta familias, un centenar de jóvenes de los Focolares, los Gen, transcurren aquí un período de formación que va de 6 meses a un año y más. Se estudia, se trabaja, pero todo sirve como “material” para formarse en la espiritualidad de la unidad.
Hay también escuelas de formación más breves dirigidas a familias, sacerdotes y seminaristas, adultos, etc.
Aquí en Argentina, la ciudadela es prácticamente la carta de presentación del Movimiento. Más o menos la mitad de sus miembros se formaron allí siendo jóvenes, llevando después impresa en el corazón esta experiencia, que a menudo ha transformado sus vidas y su entorno. Los visitantes de la ciudadela que la frecuentan con ocasión de seminarios o retiros espirituales, congresos, para las vacaciones,… son alrededor de 15 mil.
Por estas callecitas paseaban en estos días María Voce, Presidente de los Focolares, y Giancarlo Faletti, co-presidente, durante la última etapa de su viaje al Cono Sur, visitando las varias estructuras, las empresas donde se trabaja que van desde talleres de artesanía en madera, a una pequeña fábrica de bombones y mermeladas, a un taller de accesorios femeninos, a la carpintería, las cocinas y los dos hoteles que reciben a los huéspedes. Pudieron conocer de la boca de sus protagonistas los frutos de este esfuerzo permanente de construir una convivencia basada en el amor recíproco, “premisa de toda premisa, norma de toda norma” de esta convivencia.
Además la ciudadela es la sede del Centro Solidaridad, una de las concreciones del proyecto de Economia de Comunión (EdC), que recoge unas diez empresas (mientras que otras setenta adhieren al proyecto permaneciendo en su región). “Ustedes no han elegido ni la empresa ni ayudar a los pobres, porque en el mundo ya se hacen estas dos cosas –recalcó María Voce reuniéndose con los empresarios del Centro–. Ustedes han elegido la comunión, ésta es la novedad de la EdC, una comunión que contribuye a desarrollar otro tipo de economía”.
La jornada se concluye con una gran fiesta. María Voce declara sentirse conmovida por “esta ciudadela que da testimonio del amor recíproco. Aquí la fraternidad universal no es un sueño es una realidad vivida. Sepan que están haciendo algo muy grande”.
Alberto Barlocci
Abr 18, 2012 | Focolare Worldwide
«“Todos los creyentes tenían un solo corazón y una sola alma, y nadie llamaba propia cosa alguna de cuantas poseían, sino que tenían en común todas las cosas”. Esta frase del Evangelio es la que nos inspira, a los gen, a vivir la comunión de bienes. En nuestro grupo hemos empezado a hacer una especie de inventario de todos nuestros bienes, para ponerlos a disposición de los demás. Cada uno de nosotros tiene una situación económica diferente: uno estudia con una entrada mensual fija. Entonces, juntos y libremente, decidimos cómo gastar y destinar ese dinero. Por ejemplo con Federico entendimos que habría podido gastar menos al comprar los juegos para el ordenador, en cambio podíamos usar esa cantidad para hacerle a Andrés una suscripción a una revista fotográfica, que es su campo de trabajo. En un caso o en el otro, nunca nos centramos en la ‘cantidad’, sino en el ‘cómo’, dialogamos abierta y sinceramente. Es extraordinario constatar como la conciencia nos habla a cada uno haciéndonos entender lo que realmente vale. Gabriel, licenciado en geología con una beca post-doctorado, debido a los fuertes recortes que ha sufrido la universidad italiana, no recibía el dinero durante varios meses. En ese periodo le vencían varios plazos urgentes: tenía que participar en un curso de actualización en la isla de Cagliari y pagar el permiso de circulación del coche. Le costaba comunicarnos que se había quedado sin dinero. Pero el amor recíproco y el ser un corazón solo y un alma sola le hicieron superar la incertidumbre y el temor de decírnoslo. En ese momento entre nosotros estalló una bomba de generosidad: “yo tengo una cuenta con algo ahorrado…”; “yo tengo unos ahorritos…”. “¿Cuál es tu número de cuenta?”. Así pudimos anticipar lo necesario. En cambio Gabriel constató la belleza y la responsabilidad de usar ese pequeño capital. Este hecho nos ha hecho más hermanos. Uno de nosotros que acaba de conseguir la licenciatura, ha empezado las prácticas forenses para ejercer de abogado y recibe una pequeña compensación de gastos que es insuficiente para formarse una familia con su novia. Un día encuentra a un amigo que le propone una buena y rápida ganancia a través de trámites de retribución de daños ocasionados por accidentes de tráfico. Tan sólo tiene que poner unas firmas sin investigar mucho, ni preguntarse si el accidente es o no es falso. La duda es fuerte, pero despertándose por la noche, una frase le da vueltas en la cabeza: “Vuestro Padre sabe lo que necesitáis aún antes de pedírselo”. Por la mañana llama a su amigo para decirle que no lo acepta. Al cabo de unos meses, de forma imprevista, recibe una llamada de una Compañía de Seguros para una entrevista de trabajo. A las preguntas de la última parte de la entrevista consigue responder gracias a la experiencia hecha durante las prácticas forenses no retribuidas. Y lo contratan como inspector liquidador de siniestros precisamente de la Compañía de Seguros, que precedentemente había rechazado para seguir siendo coherente y honrado.» Los gen de Nápoles
Abr 17, 2012 | Focolare Worldwide
Creativos, rápidos, pletóricos de vida, espontáneos, realistas y también soñadores….ninguno mejor que ellos podría reconstruir el hilo de oro de un encuentro tan esperado. Son los jóvenes de la segunda generación de los Focolares, los Gen, que el 15 de abril tuvieron una jornada en el escenario natural de la ciudadela Lia. Estamos a 250 Km de Buenos Aires, en plena Pampa argentina. Llegan a ser casi 900 de Bolivia, del Paraguay, del Uruguay, del Chile y de toda la Argentina y ahora desbordan la sala que los aloja. Quieren presentar su vida, recoger los desafíos de hoy pero principalmente, hacerlo juntos. Por esto recuerdan un slogan, un verdadero y auténtico programa de vida lanzado por Chiara Lubich en los años ’70: “Dar la vida por la propia gente”. La seguidilla de experiencias que continúa, así lo expresa. Como por ejemplo la de los gen de Chile, que se pusieron al servicio de aquéllos que habían perdido todo cuando ocurrió el terremoto del año pasado que sacudió a su País. Una circunstancia que despertó varias iniciativas también en el vecino Uruguay. Un grupito proveniente de Paraná, Argentina, cuenta de una incisiva acción de evangelización con numerosos jóvenes que se forman en la práctica de vivir el Evangelio y comunicarse las experiencias, creciendo en la fe y en la vida cristiana. En Santiago de Chile, los gen advierten que no es suficiente ayudar a los vagabundos de un barrio una vez por semana, y así algunos de ellos alquilan un pequeño apartamento que ponen luego a su disposición. En Mendoza (Argentina) en cambio, la iniciativa “Una mano por la paz”, que nació como un festival de conjuntos musicales, se fue poco a poco enriqueciendo de actividades culturales y deportivas donde los jóvenes se re-encuentran y establecen relaciones auténticas. Elena, católica, y Uriel, judío, presentan su experiencia de diálogo en la diversidad, y de cómo aprendieron a conocerse y respetarse en un clima de apertura. Juan José y Pilar son de diferentes partidos, pero conducen juntos algunas actividades políticas. “Es un modo de humanizar la política y los políticos”, explica él.
En la tarde el encuentro con la presidente y el copresidente de los Focolares. María Voce y Giancarlo Faletti se sumergen en la multitud de jóvenes que escucha atentísima sus respuestas a una ráfaga de preguntas comprometedoras. ¿Cómo cambiar las realidades sociales respetando la libertad del otro? “Nosotros no nos presentamos armados para cambiar las cosas. Nuestra fuerza es mucho mayor porque Jesús habla a los corazones”, responde Faletti. Y ¿si no nos sentimos a la altura por nuestra pequeñez? María Voce da coraje: “Ustedes son capaces. Lo que sostiene nuestra vida es el amor al hermano, en las dificultades y en el momento presente, poniendo nuestra confianza en Dios. Este amor construye la unidad”. ¿Cómo enfrentar las situaciones amenudo difíciles que vivimos? “Tengan confianza en Jesús en ustedes y entre ustedes – sostiene Faletti-. El quiere caminar con nosotros en la sociedad”. “Tengan el coraje de anunciar a los demás con vuestra vida, vuestro testimonio y vuestras palabras, que Jesús está vivo –concluye María Voce-. No tengo ninguna duda de que este mensaje está en buenas manos” Un momento recordado en estos días es cuando Chiara Lubich entregó, en el 1968, a los jóvenes de los Focolares una escultura que representaba simbólicamente la consigna de una bandera. Esa bandera, explicaba Chiara, era la espiritualidad del Movimiento que se transmitía a los jóvenes, que representan el futuro. Un gesto que mostraba su infinita confianza en los jóvenes, capaces de vivir un ideal verdadero y exigente. Algo semejante ocurrió en la ciudadela Lia con los 900 participantes de esta jornada. Quien podrá saber qué estará pasando por sus corazones, los sentimientos, las impresiones de este día…. pero la primera impresión es la de la presidente de los Focolares que exclama sonriente: “Ha sido una jornada lindísima”. Alberto Barlocci
Abr 15, 2012 | Focolare Worldwide

Hace algunos años, tratando de mostrar una visión de los varios continentes con la riqueza humana de sus pueblos, Chiara Lubich captó de América Latina su acentuada sensibilidad por la socialidad, a tal punto de considerarla una característica peculiar. Durante estos primeros 50 años de presencia de los Focolares en la región, nadie aquí ha olvidado esta visión. Y es ésta la dimensión que surgió con fuerza durante el festivo encuentro de María Voce y de Giancarlo Faletti, respectivamente presidente y copresidente del Movimiento de los focolares, con las comunidades del Cono Sur (Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay) desarrollado el pasado 14 de abril en Buenos Aires.
En la gran sala-carpa, repleta por unas 3.500 personas, un sin fin de números folklóricos
acompañados de audiovisuales, fue presentando los diversos Países, refiriéndose con frecuencia a situaciones de pobreza, desigualdad, exclusión… verdaderos y justos desafíos que frecuentemente el Movimiento ha tratado de abrazar.
A continuación, María Voce y Giancarlo Faletti establecieron un intenso diálogo con los presentes respondiendo una serie de preguntas. ¿Cómo crecer y dar frutos también en tiempo de crisis? Para María Voce “los momentos de crisis son siempre momentos de crecimiento, aunque uno no se dé cuenta. Las madres saben muy bien que sus hijos en plena adolescencia, cuando viven molestias, se sientes incómodos… igualmente crecen aunque no se den cuenta. Encontré en la Iglesia mucha estima y aprecio… por lo tanto confiemos también en aquello que los otros encuentran en nuestro Movimiento. En el continente de la esperanza debemos esperar porque ésta es una virtud teologal. No debemos perderla porque Dios, que es amor, lleva adelante todo” ¿Y el compromiso en las realidades sociales que nos interpelan? “No se puede vivir sin pasión –respondió Giancarlo Faletti-. Chiara nos enseño a construir fragmentos de sociedad renovada en la humanidad. Debemos llevar adelante lo que Dios nos pone en el corazón sostenidos por los demás, juntos” Y agrega Faletti: “Las dificultades de hoy nos impulsan a reinventar, permaneciendo fieles a nuestra espiritualidad, pero movidos por una fantasía nueva para comprender cómo injertarnos en el hoy de la historia, de la Iglesia y de la humanidad”.
Interpelada sobre el significado de la Nueva Evangelización, María Voce señaló: “El Evangelio debe ser nuestro vestido, ayudarnos a vivirlo para poder anunciar que Cristo está vivo. Y no sólo anunciarlo sino permitir que los demás se encuentren con Cristo presente entre nosotros por el amor recíproco que vivimos”. Las diversidades culturales, sociales, étnicas… ¿cómo evitar las exclusiones? “Dios creó el universo –subrayó María Voce-, con todas estas diversidades. Hay que verlas como las ve El, por lo cual todo esto es, en realidad, riqueza que expresa su ilimitada posibilidad de mostrarse de modo infinito. La riqueza de estos pueblos de América Latina puede ser un don para todo el mundo para que se descubra la belleza y la riqueza de Dios”
¿Cómo vivir en los contextos difíciles donde también la familia se disgrega? “Esta espiritualidad se encarna en la realidad de hoy –responde Faletti–. Cuando el Movimiento se difundió más allá de la Cortina de Hierro estábamos bloqueados, no podíamos desarrollar ninguna actividad, y sin embargo fue un período fecundo. También esta época difícil en América Latina es un momento de gracia. Amemos: la respuesta a los problemas están en Dios y nacen de la abundancia del amor”
“Deben mostrar al mundo la belleza de esta diversidad, de estos pueblos cuyas raíces no están separadas sino entrelazadas”, dirá María Voce al despedirse confirmando lo que en los presentes es ya una alegre convicción.
Alberto Barlocci