Movimiento de los Focolares
¡Positive RevolutiON!  Jóvenes de toda España

¡Positive RevolutiON! Jóvenes de toda España

Fueron muchas las experiencias contadas por los jóvenes de los Focolares sobre su vida cotidiana: en el estudio, de sus actividades durante los fines de semana, organizando conciertos de solidaridad, construyendo “puentes de fraternidad” (como los jóvenes musulmanes de Tangeri). Muy fuerte y profunda la experiencia sobre el dolor, contada por una joven con una grave enfermedad, que dio pie a María Voce –invitada por los mismos jóvenes dada su presencia en España-, a hablar de la clave para construir la unidad: Jesús Abandonado, ápice del amor de Dios por los hombres. Ella invitó a los jóvenes a asumir los dolores de los otros, las divisiones, las dificultades… y transformarlas en amor, como hizo Él.

La presidente de los Focolares se dirigió a los jóvenes con su estilo profundo y directo: “Cuando se tira con el arco, cuando queremos dar en el blanco, tenemos que mirar más alto, porque en su trayectoria la flecha desciende. Tienen que mirar más alto para dar en el blanco. Miren a lo alto, no tengan miedo, porque ustedes son los protagonistas de sus vidas. No esperen al mañana para hacer un mundo nuevo. El mundo nuevo lo están haciendo ahora. Son ustedes. Y ya han empezado. ¿Cómo? Como dijeron los jóvenes que hablaron antes: asumiendo las palabras del más grande revolucionario, Jesucristo. Su revolución empezó hace dos mil años y todavía no ha terminado. Cada uno de nosotros debe hacer su parte por esta revolución, a partir de la palabra amor. Viviendo en el amor, siendo amor vivo hacia todas las personas que encuentren. No se contenten con menos”. Y concluyó con un reto: “Esta noche han empezado algo grande. Vayan adelante, sin miedo. El mundo es de ustedes. La revolución positiva ya empezó”.

¡Positive RevolutiON! Involucró también a miles de jóvenes que ya trabajan y viven por un mundo unido en las distintas zonas del mundo. De ello dan testimonio los numerosos mensajes que llegaron.

La jornada se concluyó a medianoche con una fiesta “explosiva” preparada por los Jóvenes por un mundo unido. Todos regresaron con la alegría estampada en sus rostros, con el compromiso de empezar enseguida la “revolución positiva”, como una respuesta concreta a la difícil situación por la que atraviesan los jóvenes, no sólo en España. Las próximas citas para todos son: el “Meeting internacional de los Jóvenes por un Mundo Unido”, en Castelgandolfo (Roma), antes de la beatificación de Juan Pablo II; y la Jornada Mundial de la Juventud en agosto 2011 en Madrid.

Los ecos inmediatos siguen llegando:

  • “Conocer gente nueva, de distintas partes de España, tantos jóvenes que –como  yo- quieren un mundo distinto… ¡espero que se repita!”.
  • Asombroso, nuevo, en estas horas siento que mejoré… “Basta mirar más alto, como en el tiro al blanco”. “Y ¡lo logramos!”.
  • “Me gustaron mucho las palabras de María Voce porque eran bellas y muy profundas. Cuando escuchas estas cosas reflexionas y te dices: “a partir de ahora seré una persona mejor”. Es emocionante ver a tantos jóvenes”.
  • “Muy bello y muy divertido. Ahora cuando vuelva a la escuela cada vez que haga algo pensaré: “esto lo hago por amor”.
  • “El hecho que fuera sencillo y preparado por todos de modo que todos se sintieran protagonistas ha ayudado mucho. Los talleres fueron una buena idea: había quien pensaba que iría a sentarse y a hablar de cosas poco interesantes, en cambio fueron divertidos, dinámicos y participativos”.
  • “¡No imaginaba a tantos jóvenes de nuestra edad! Esto ha sido muy alentador”.
  • “Este encuentro comporta un cambio, te recarga, sobre todo por lo que dijo María Voce al final: no dejen para mañana lo que podemos hacer hoy”.

[nggallery id=14]

¡Positive RevolutiON!  Jóvenes de toda España

Eduardo Guedes y su viaje definitivo

«Nuestro corresponsal de Moscú nos dejó con 56 años, después de una rapidísima y despiadada enfermedad. Un ejemplo de seriedad profesional y humana».

Habíamos viajado juntos para reeditar el libro. En la vasta frontera. Historias de cristianos en el Cáucaso. De hecho era el corresponsal Ciudad Nueva, y de otras publicaciones portuguesas – Eduardo Guedes era de Lisboa, donde nació en julio de 1954- y gracias a su conocimiento del ruso y de los lugares era indispensable para completar la redacción de ese libro.

Recuerdo un viaje en taxi entre Vladikavkaz y Nazrán, capitales respectivamente de Osetia del Norte y de Ingusia. Era a finales de julio de 2007. La tensión era palpable, los acontecimientos del Cáucaso eran extremamente virulentos. El taxista le tenía miedo a ese viaje de pocas decenas de kilómetros, porque no se sabía cómo iban a reaccionar los soldados rusos en la frontera. Además se decía que en la región frecuentemente había secuestros con el fin de extorsionar a los extranjeros. Eduardo pasó todo el tiempo tranquilizando a ese hombre con una calma olímpica que siempre lo caracterizó.

En Nalcik, en cambio, en la capital de Cabardino-Balcaria, nos quedamos una semana para tratar de entrevistar a exponentes del mundo político y cultural de la República de Ciscaucasia. En dicha ocasión pude apreciar su forma de entrevistar, hecha sobre todo de silencios más que de palabras, en la seguridad de que en la entrevista lo que cuenta es que el interlocutor se sienta cómodo, de forma que pueda expresarse lo más clara y libremente posible.

Eduardo con Maria Voce all'incontro dei delegati di zona, ottobre 2010

En Beslán visitamos juntos al alcalde en la Escuela No. 1, la misma donde en septiembre de 2004 fueron asesinados alrededor de 300 niños, en el más feroz atentado que se recuerde de los acontecimientos de Cecenia e Ingusia.  Recuerdo que en un dado momento me encontré en un oscuro pasillo tan sofocado que no lograba contener las lágrimas mientras hojeaba el cuaderno de un niño, todavía manchado de sangre. Me dijo: «La barbarie es incomprensible. Sólo el rostro ensangrentado de Cristo me puede aplacar».

De él recordamos decenas de artículos sobre la compleja situación rusa, caracterizados por una valiente veracidad y al mismo tiempo por la delicadeza de explicar un mundo que para nosotros italianos está todavía sepultado bajo toneladas de prejuicios.

Gracias Eduardo, de todo corazón, por lo que nos diste. Sigue viajando y mandándonos reportajes de la tierra donde ya nadie muere. Recordamos con conmoción la frase del Evangelio de Juan que Chiara Lubich te había sugerido como programa de vida: «Si fueras del mundo, el mundo amaría lo que es suyo». Tú amaste el mundo, y el mundo te ha amado. ¡Hasta la vista!».

de Michele Zanzucchi

fuente: Città Nuova Online

www.cittanuova.it/contenuto.php?TipoContenuto=web&idContenuto=31069