María Voce en Francia
María Voce comenzó su viaje a Francia (4-12 de mayo) por Lourdes el pasado martes 4 de mayo. Un día bajo la lluvia y la nieve, en recuerdo de la histórica visita de Chiara Lubich a Lourdes en 1958.
En Francia, el Movimiento está bien injertado en la Iglesia local y en la sociedad. Desde las distintas actividades en las parroquias hasta la participación en los diálogos ecuménico e interreligioso: algunos musulmanes, judíos y budistas son simpatizantes activos del Movimiento. Al que se suma, el compromiso interreligioso en la ciudad de Evry, al sureste de París y la participación en las actividades de la WCRP (Conferencia Mundial de las Religiones por la Paz). Además, la participación en las Semanas Sociales de Francia y en los encuentros ecuménicos de Juntos por Europa; así como en Nantes, en Soplos de Unidad, que involucra a 800 participantes de 10 Movimientos y nuevas comunidades. Y el compromiso de unos treinta empresarios que participan en la Economía de Comunión, a favor de una mejor repartición de la riqueza.
Pero con más frecuencia se encuentra la presencia cotidiana de los miembros del Movimiento que tratan de llevar a sus ambientes de trabajo un espíritu de paz en favor de la fraternidad; como Ennouar, un musulmán cercano a los Focolares, chofer de autobús en Tremblay-en-France, o Jean-Christophe y Ewenaelle con las familias que tienen alrededor; o como Bruno, estudiante que dedica una noche a la semana al voluntariado en la Cruz Roja, etc.
En la visita, María Voce recordó que también ella había estado en Lourdes en los años ’50 y que esa vez le había pedido a la Virgen que le indicara su vocación. Luego del encuentro con el Movimiento y con Chiara, María Voce desde entonces no volvió más a Lourdes. Ahora, como presidente del Movimiento de los Focolares, quiso comenzar su viaje en Francia precisamente por Lourdes, para agradecer a María y confiarle el Movimiento que lleva también su nombre (Obra de María).
Reconocimiento y curiosidad en la embajada
El Palacio Borromeo, una exquisita joya arquitectónica romana, poco atractiva externamente, deliciosamente antigua en su interior. Es la sede de la Embajada de Italia en la Santa Sede. Es allí donde el embajador Zanardi Landi invitó a prelados y colegas, además de una representación del más alto nivel del Movimiento de los Focolares, para conmemorar el segundo aniversario del fallecimiento de su fundadora y ofrecer a los numerosos embajadores y funcionarios de las embajadas presentes, una clave de lectura para conocer esta realidad eclesial y social; entre los cuales los representantes de Austria, Bosnia-Herzegovina, Burundi, Egipto, Francia, Alemania, Macedonia, Serbia, Uruguay, y un representante de la Embajada de Estados Unidos. En total: más de cien personas.
Zanardi Landi narró a los presentes sobre su encuentro con el focolar, ocurrido en Belgrado – «no tenía excusa, pero no conocía en lo más mínimo a los Focolares, la mayor realidad eclesial en el mundo» -, contacto que continuó en su nativo Friuli donde, conociendo a algunos empresarios de la Economía de Comunión, encontró «apertura y fantasía en inventar nuevos medios de comunicación y de comunión».
El Card. Stanislaw Rylko, presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, presente en el evento junto con su homólogo del Consejo Pontificio para la Familia, Card. Ennio Antonelli, quiso recordar «el gran itinerario de Chiara Lubich, capaz de hacer vivir el Evangelio en toda su belleza… con el anhelo de dar respuestas a las interrogantes de la humanidad». Recordó «el genio femenino que en Chiara Lubich se expresó con una fuerza y un encanto potente». Concluyó con una definición de la fundadora: «Ejemplo luminoso de lo que significa ser caridad vivida».
Piero Coda, rector del Instituto Universitario Sophia de Loppiano, condujo a los presentes al descubrimiento del diálogo, «cosa antigua y nueva» que en Chiara Lubich se convirtió en «conocimiento histórico y disciplina de vida», probando cuánto hoy esto es «ineludible» para una presencia cristiana en el mundo, «no un ejercicio táctico sino una práctica de verdadera humanidad». En este contexto, se presentaron por lo tanto, dos aspectos que caracterizan el Movimiento: el diálogo interreligioso y la Economía de Comunión.
La ceremonia se concluyó con la intervención de la Presidente del Movimiento, María Voce, que recordó cómo «el mensaje de unidad de la familia humana, en el que Chiara siempre ha creído firmemente, trabajando incansablemente en vista de un mundo unido y solidario, resulta cada vez más fuerte y actual». Un mensaje empapado del amor que Jesús enseñó, perseguido a través de aquel “arte de amar” que Chiara Lubich “inventó”.
Y concluyó así: «Si el Arzobispo de Melbourne, Mons. Denis Hart, reconociendo todo lo que el Movimiento realiza en su diócesis e impresionado por su dimensión planetaria, nos dijo: “Ustedes son los embajadores del amor de Cristo en el mundo”, nos gusta sentirnos cerca de ustedes en la irradiación de este mensaje de fraternidad hasta abrazar a toda la familia humana».
de Michele Zanzucchi
¡La fraternidad, por doquier!
Después de Haití, Chile. En la madrugada entre el 26 y el 27 de febrero, un fortísimo terremoto de magnitud 8,8 en la escala Richter azotó al país, especialmente a la ciudad de Concepción y a la costa. De la comunidad del Movimiento de los Focolares en Chile comienzan a llegar las primeras noticias. Son noticias llegadas vía email, todavía muy fragmentadas y confusas. Hablan de destrucción, de la pérdida de amigos y familiares, de dolor difundido. Son, sin embargo, todas noticias llenas de una esperanza que jamás se ha perdido, de un movimiento de solidaridad que ha partido desde muchas partes, la mañana siguiente del sisma. Esperanza y solidaridad: rasgos típicos del pueblo chileno.
Ramiro y un grupo de amigos salieron de la capital de Santiago para ir al encuentro de los miembros más afectados de la comunidad de los Focolares. Viajaron toda la noche con dos carros cargados de bienes de primera necesidad, superando incluso los toques de queda. En Concepción, después de dos días de viaje (normalmente se toma 6 horas), fueron recibidos por la comunidad con mucha conmoción pues – cuenta Neldi, co-responsable del Movimiento en Chile – los bienes que llevaron “eran exactamente lo que necesitaban y en seguida se inició la distribución de los mismos. Se siente fuerte el espíritu de familia, de solidaridad”. “Es impresionante – escribe Ramiro – como en esta situación de dolor, Jesús está allí, presente en cada persona, en cada familia que sufre por las consecuencias de este terremoto”. El grupo fue luego a Curicó y de allí al Centro Mariápolis de Cunaco, a 170 km al sur de Santiago.
Precisamente en los días del terremoto, estaba en curso un congreso de adolescentes. Son las “gen”, la sección juvenil del Movimiento de los Focolares. Por email, Bea Isola cuenta lo ocurrido:
“En esos días, estábamos en el congreso en el Centro Mariápolis de Cunaco. Un congreso soñado y preparado desde hacía meses… sin embargo, no nos podíamos imaginar el programa que Dios nos había reservado para aquel tercer día. Fortísima la certeza del amor de Dios. Fue lo primero que recordamos esa madrugada, también porque el lema escogido para el congreso era: “¡Ánimo! ¡Dios las ama inmensamente!”.
Después del terremoto, el cartel con esas palabras quedó sólo resaltando en la sala del congreso, ¡como signo profundo que se grabará para siempre en nuestras almas!
En las horas sucesivas al terremoto, vivimos juntas el desaliento, la incertidumbre por los familiares, los amigos, sobre todo por aquellos que vivían en las zonas más afectadas por el sismo, y de los cuales no se tenían noticias dado que las comunicaciones se interrumpieron por horas y horas, y con algunos incluso por dos días. Hubo quien se enteró de un amigo muerto, o de personas que quedaron atrapadas bajo los escombros de una discoteca.
Después visitamos el pequeño pueblo cerca del Centro Mariápolis: negocios destruidos, gente que dormía al aire libre, sin agua, luz. Nos dispusimos a donarnos entre todos y con los demás, ayudando a las religiosas a desalojar la parroquia – incluso arriesgando la vida. Pequeños hechos, pero que hablan de la fuerte experiencia de amor recíproco que estábamos viviendo. Partimos transformadas por Dios. Y en estos días, correos electrónicos y llamadas telefónicas continúan, relatando hechos concretos. ¡En Chile, un lugar que sufre por el desequilibrio social, está creciendo la fraternidad! ¡Y esto se comprueba por doquier!
Es ésta fraternidad la que da luz y valor a cuantos han perdido mucho, si no incluso todo. Así escribe desde Constitución – ciudad afectada también por la honda anómala – Gonzalo Espinosa, de 21 años, luego de un encuentro vivido con un grupo de jóvenes que fueron a visitarlo.
“Las pocas horas que viví con ellos me han hecho olvidar todo aquello que viví en esta semana. He visto personas que piden ayuda… he visto el dolor, he visto la furia de la naturaleza que me ha dejado sin casa, el lugar donde había vivido mis 21 años con mi madre y mi abuela…Hoy no tengo nada… Gracias a Dios mi familia está viva. Sufro por los amigos dispersos, algunos están muertos. Levanto la cabeza y sigo luchando por mi familia”.
[:it]In diretta da Trento. ‘Chiara Lubich: l’impatto di una storia'[:pt]“Chiara Lubich: o impacto de uma história”
“Nuestras raíces, nuestras aspiraciones”
60 cristianos y musulmanes provenientes de diferentes cantones de Suiza se encontraron el 14 de febrero en Baar, en el centro del Movimiento de los Focolares, para una jornada de encuentro y diálogo. El programa se articuló alrededor de la profunda experiencia de una pareja venida expresamente de Argelia. Mohammed y Shahrazade.
Su entusiasmo y la narración sencilla de la vida vivida por la comunidad musulmana del Movimiento de los Focolares en Argelia fue para los participantes un baño de esperanza, fundamentada en la certeza de que ya es una realidad el camino que juntos están viviendo. De hecho, el Movimiento de los Focolares está presente en Argelia desde los años ’60 y hoy está compuesto en un 90% por musulmanes, pertenecientes a todas las corrientes del Islam. El diálogo llevado adelante por los Focolares está basado en la comunión de la vida. “Esta experiencia –dijo Mohammed, que es médico de profesión- me ha ayudado a ir a lo esencial, ha purificado mi fe. El descubrimiento de Dios Amor así como se me ha manifestado, no es una teoría”. Y Shahrazade agregó: “Lo que hemos aprendido es la humildad y que el amor nos lleva a mejorar siempre, porque el amor de Dios no tiene medida”.
En el encuentro de Baar participó también Paul Lemarié quien sigue el diálogo islamo-cristiano en el Centro para el diálogo interreligioso del Movimiento de los Focolares. El encuentro tuvo eco en la prensa local. Así escribió Martin Hoegger: “Rica jornada centrada en el compartir raíces comunes entre cristianos y musulmanes: la fe en el amor de Dios. Y sobre la aspiración de vivirla en las relaciones interpersonales, en un diálogo de vida”. Y en otro artículo se lee: “Cristianos y musulmanes, todos nos hemos enriquecido en esta jornada de intensa comunión, centrada en el descubrimiento de Dios Amor a tal punto que podemos decir que otra estrella ha empezado a brillar en toda Suiza”.