Movimiento de los Focolares
Azir Selmani, maestro del  diálogo

Azir Selmani, maestro del diálogo

AZIR SELMANI«Un hombre de gran estatura moral y de una cultura  excepcional: ¡fue un privilegio haberlo conocido!» Son innumerables los ecos que llegan de todas partes del mundo al enterarse de su fallecimiento, personas que, llenas de gratitud, testimonian que cada encuentro con Azir fue un “momento de Dios”. Originario de Kosovo, profesor, casado y padre de tres hijos, Azir Selmani (9.5.1947-17.4.2016) es el primer musulmán que en Skopje (en Macedonia, lugar a donde tuvo que trasladarse por motivos políticos) conoce a los Focolares. «En 1990 – cuenta él mismo – daba clases en un grupo donde todos eran musulmanes, había solamente un católico y yo sentí la necesidad de protegerlo. Como signo de gratitud sus padres me invitaron a la Mariápolis en Eslovenia.  Cuando estaba con ellos me preguntaba: pero ¿quiénes son estas personas? Probé abrir mi corazón y el amor lentamente me transformó. El último día me llené de coraje y frente a una sala de 300 personas admití que gracias a ellos había encontrado el amor, ¡el Dios Uno, el Omnipotente! A la luz de Dios vi mi pasado lleno de fracasos. Me disgustaba yo mismo por haber explicado a todas las generaciones de alumnos que había tenido que en el mundo la fuerza más grande era la fuerza atómica, mientras que ahora estaba convencido de que la fuerza más grande es la del amor. Poco a poco delante mío se fue abriendo una vida nueva, comencé a leer el Corán y a conocer a Dios. Traté de transmitir mi descubrimiento a los colegas y amigos y pronto éramos una veintena los musulmanes que queríamos vivir la espiritualidad del Movimiento». Azir abre su casa para que en ella se realicen encuentros. Está siempre dispuesto para dialogar y dar su testimonio, y se ofrece  para traducir los textos de Chiara Lubich a los amigos albaneses. Impresionadas por el testimonio de Azir y de Behije su esposa, parejas con dificultades de relación se dirigen a ellos que con sabiduría y delicadeza los acompañan hacia la reconciliación. Azir y Behije participan en varios encuentros interreligiosos del Movimiento, en su país y también a nivel internacional, durante los cuales Azir establece relaciones de unidad y amistad con personas de todo el mundo. En Roma tiene modo de conocer personalmente a Chiara a quien inmediatamente le comunica sus sentimientos más profundos. Le escribe a Chiara hermosas cartas que comienzan siempre con: «Queridísima mamá, te escribo con alegría y libertad… no puedo agradecerte lo suficiente…». En una de estas cartas le confiesa: «Durante el último Ramadán leía atentamente el Corán y el Evangelio. Estoy cada vez más convencido de que el islam y el cristianismo esconden un tesoro común que se puede descubrir con la buena voluntad y el amor». En 2007 adhiere enseguida a la invitación de Chiara de estrechar con ella y entre los musulmanes del Movimiento, el pacto del amor recíproco «de forma de poder experimentar – augura Chiara – Dios que se hace presente entre nosotros. Y Él nos guiará por el camino de la unidad». Viendo los efectos de este diálogo lleno de coraje y rico de comunión que se practica en el Movimiento, Azir testimonia: «Puedo decir que el sueño de Chiara se está realizando». Él no se conforma nunca con la mediocridad y la diversidad no le da miedo. Al contrario, quiere enfrentarla, convencido de encontrar en todos lados la semilla de la Verdad. Cuando hubo un simposio interreligioso en Roma, en el 2014, Azir logra saludar personalmente al papa Francisco: «¡Se cumplió el sueño de mi vida!», comentó feliz. En los últimos seis meses Azir lucha con la enfermedad, pero nunca deja de vivir por la unidad. Y, de acuerdo con su exquisita sensibilidad por el otro, nunca niega una visita que cada vez se convierte en un momento sagrado. Sus palabras sobre la Libertad, sobre lo Esencial, sobre la Eternidad, sobre la Verdad – valores que siempre persiguió auténticamente – permanecen indelebles en los corazones de sus interlocutores. Este “maestro del diálogo”, de mirada profunda y amplios horizontes, con su alma rica de poesía, nos deja muchas cartas, escritos, poesías sobre la misericordia, sobre María de Nazareth en el islam y sobre puntos de encuentro con el cristianismo.

Educar en red para cambiar el mundo

Educar en red para cambiar el mundo

EdU_PartecipantiEdU (EducaciónUnidad), equipo interdisciplinar e internacional de estudio del área pedagógica y educativa, se encontró en España (Centro Mariápolis Luminosa, Madrid) en un seminario que tuvo la inclusión educativa como tema central. Educadores de Brasil, Croacia, Italia, Kenia, Burundi, Eslovenia, Corea, Polonia, Portugal y, por supuesto, España. Y se ha contado con contribuciones a través de internet desde Argentina, Méjico, España y Estados Unidos, han profundizado tres grandes temáticas: las relaciones, la comunidad y arte y deporte. La sala del Seminario se amplió al mundo entero gracias a la transmisión en directo por internet, permitiendo participar desde otros lugares de España o hasta desde Benín, con aportes de Argentina, México y EEUU. Muy interesantes y estimulantes las aportaciones teóricas, que servían de marco a las experiencias llevadas a cabo en los lugares más variados: viviendo el dado del arte de amar en Burundi, las relaciones creadas en la Escuela Rayo de Sol (Croacia), la Asociación Autismo Sevilla… o la implicación de la educación en la comunidad y de la comunidad en la educación, como en Argentina, donde se crea una escuela en una comunidad originaria con el objetico de educar a los niños sin recursos; al final, es la escuela la que rescata las tradiciones del lugar que estaban desapareciendo, a través de talleres de orfebrería, telares o instrumentos musicales. EdU_KoreaLa diversidad de experiencias mostradas ha sido uno de los puntos fuertes de un seminario pensado como laboratorio, ya que –según una participante en el mismo- “te dan la sensación de que no estás sólo en el mundo, luchando; sino que hay muchas personas que están junto a ti trabajando por lo mismo”. Se ha creado, de hecho, una red aún más amplia y estrecha entre todos los participantes, con la certeza de que “el verdadero trabajo, empieza ahora”, como decían muchos. También ha habido ocasión de conocer proyectos internacionales como Living Peace, Scholas Ocurrentes y Sportmeet. Y en el aspecto de la contribución del arte a la educación, la fotógrafa y educadora Concha Casajús mostró parte de sus trabajos, un diaporama denuncia a partir de fotografías realizadas a víctimas de abusos sexuales en Congo. Al concluir el Seminario, los participantes estaban aún más convencidos de que la inclusión es un estilo de vida, una necesidad en un mundo tan complejo y variado como el actual; y, más concretamente, la educación inclusiva es una prioridad en todos los ámbitos. El Seminario estuvo precedido por un Simposio que se desarrolló el 22 de abril en la Universidad Complutense de Madrid. También dedicado a la inclusión educativa, contó para su apertura con la presencia del Rector de la Universidad Nacional de Educación a distancia, Alejandro Tiana, quien se mostró como un apasionado de la inclusión. Kishore Singh, Relator Especial de Naciones Unidas sobre el Derecho a la Educación, ha enviado un mensaje de agradecimiento a la organización del Simposio. La próxima cita de EdU será en Polonia el 3 y 4 de junio, durante la Conferencia Interdisciplinar Internacional en ocasión del 20º aniversario de la entrega del doctorado h. c. a Chiara Lubich en Ciencias Sociales por parte de la Universidad Católica de Lublin “Juan Pablo II”.

Congo: el compromiso de los jóvenes por la paz

Congo: el compromiso de los jóvenes por la paz

Micheline Mwendike

Micheline Mwendike

«En la República Democrática del Congo – asegura Micheline a quien encontramos en Castel Gandolfo (Roma) participando en el Congreso OnCity promovido por los Focolares – las diferencias son muy evidentes. Son más de 400 las tribus y etnias, y entre una ciudad y otra no sólo cambian las costumbres alimenticias sino también los idiomas que en todo el país son más de 800. Además, sólo en Goma, mi ciudad, existen más de 200 iglesias de distintas confesiones cristianas, mezquitas musulmanas y otras formas de culto». ¿Cuándo la diferencia étnica y religiosa comenzó a ser un problema? «Durante la dictadura del presidente Mobutu, el sufrimiento de la población desde el punto de vista económico, cultural y político era demasiado grande. Y el concepto sobre “quién es el otro” con su idioma y su cultura, fue manipulado por ideologías que llevaron a considerar la cultura del otro como un factor que había que eliminar. Así es que, en 1992, en cada pueblo comenzó la guerra contra el enemigo que era la tribu que estaba enfrente. El que tiene hoy menos de 24 años no puede saber lo que es la paz porque ha visto solamente la guerra y los daños que ésta provoca. Todos hemos perdido a personas queridas. Pero la guerra no ha destruido nuestras culturas. Éstas todavía existen, con toda su belleza. Nosotros, los jóvenes que tratamos de vivir la espiritualidad de la unidad, queremos reencontrar los vínculos que nos unen y que nos complementan unos con otros».  Estás comprometida en un movimiento de jóvenes que quiere la paz en Congo, ¿de qué se trata? «Es un movimiento activo constituido por jóvenes congoleses. Soñamos con una sociedad en la que se respete la dignidad de las personas y la justicia social. Nuestro país es rico pero sus habitantes son pobres. Queremos contribuir activamente en la construcción del Congo. Estamos convencidos de que el cambio debe partir de nosotros los congoleses sin distinción de tribu, religión, idioma. En este sentido trabajamos para que la población tome conciencia de su potencial y de sus deberes. Yo misma, involucrándome activamente en acciones para contribuir al cambio, me siento más fuerte, más protagonista. Es también gracias a la información y a la amistad con personas de distintas tribus, que he comprendido que en todos los grupos están los buenos y los malos, que fueron algunos de los líderes los que instrumentalizaron el odio por motivos de poder».  ¿Cuál es la contribución específica que ustedes ofrecen como movimiento de jóvenes? «Tratamos de que la gente conozca la verdad de los hechos y de la vida del país. Por ejemplo: hemos denunciado una masacre sobre la cual el gobierno no realizó ninguna investigación para encontrar a los culpables, ni trató de proteger a la población de la zona que fue atacada. Organizamos discusiones sobre temas importantes como la paz, el rol de la comunidad internacional, el rol de nosotros los jóvenes, tratando de construir las bases sobres las cuales construir juntos nuestro futuro. Queremos difundir  la convicción de que las soluciones se encuentran en la colaboración entre todos. Para nosotros los jóvenes es difícil comprender por qué existe esta espiral de violencia que durante  largos años ha devastado nuestro país. Para los jóvenes es más fácil comprender que pertenecer a una tribu es uno de los numerosos aspectos de la identidad de las personas. El mensaje que queremos transmitir es que nuestras respectivas diversidades no se deben ver como un motivo de división sino como un factor positivo que hace a la humanidad más rica».

Papa Francisco a la “Aldea por la Tierra”

Papa Francisco a la “Aldea por la Tierra”

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Foto: Lorenzo Russo

«Escuchándolos hablar, me vinieron a la mente dos imágenes: el desierto y el bosque. Pensé: estas personas, todos ustedes, toman el desierto para transformarlo en un bosque. Van donde está el desierto, donde no hay esperanza y hacen cosas que convierten el desierto en bosque. El bosque está lleno de árboles, lleno de verde y demasiado desordenado… pero así es la vida! Pasar del desierto al bosque es un hermoso trabajo que ustedes hacen. ¡Ustedes transforman los desiertos en bosques! Después se verá cómo se pueden regular ciertas cosas del bosque… Pero allí hay vida, aquí no: en el desierto hay muerte. Muchos desiertos en las ciudades, muchos desiertos en la vida de las personas que no tienen futuro, porque –y subrayo una palabra dicha aquí– siempre existen los prejuicios, los temores. Y esta gente tiene que vivir y morir en el desierto, en las ciudades. Ustedes hacen el milagro con su trabajo de cambiar el desierto en bosque: Sigan así. Pero, ¿cómo es su plan de trabajo? No sé … Nosotros nos acercamos y vemos qué es lo que podemos hacer. ¡Y ésto es vida! Porque a la vida se la debe tomar así como viene. Es como el arquero en el fútbol, tiene que atajar los pelotazos que vienen de todos lados: de acá, de allá … Pero no hay que tener miedo de la vida, no hay que temerle a los conflictos. Una vez alguien me dijo –no sé si es cierto, si alguien quiere puede verificar, yo no he verificado– que la palabra conflicto en idioma chino se compone de dos signos: un signo que dice “riesgo”, y otro signo que dice “oportunidad”. El conflicto, es verdad, es un riesgo, pero es también una oportunidad. Al conflicto podemos tomarlo como algo de lo que debemos alejarnos o evitar: “No, allí hay un conflicto, me mantengo lejos”. Nosotros, los cristianos sabemos bien lo que hizo el levita, lo que hizo el sacerdote, con el pobre hombre caído en el camino. Encontraron la manera para no ver, para no acercarse (cf. Lc 10,30-37). Quien no se arriesga, no puede acercarse a la realidad: para conocer la realidad, para hacerlo desde el corazón, es necesario acercarse. Y acercarse es un riesgo, pero también una oportunidad: para mí y para la persona a la que me acerco. Para mí y para la comunidad a la que me acerco.
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Foto: Lorenzo Russo

Pienso en los testimonios que dieron, por ejemplo, con todo el trabajo en la cárcel. El conflicto: nunca, nunca, nunca darse vuelta para no ver el conflicto. Los conflictos se deben asumir, los males se deben asumir para resolverlos. El desierto es feo, ya sea el que está en el corazón de todos nosotros, o aquel que está en las ciudades, en los suburbios, eso es algo feo. Incluso el desierto que se encuentra en los barrios protegidos … Es feo, también allí está el desierto. Pero no hay que tener miedo de ir al desierto, para convertirlo en bosque; hay vida exuberante, y se puede ir a secar muchas lágrimas para que todos puedan sonreír. Me hace venir a la mente ese Salmo del pueblo de Israel, cuando estaba en cautiverio en Babilonia, y decían: “No podemos cantar nuestras canciones, porque estamos en tierra extranjera”. Ellos tenían los instrumentos allí con ellos, pero no tenían la alegría porque eran rehenes en un país extranjero. Pero cuando fueron liberados, el Salmo dice: “No podían creer, nuestra boca se llenó de sonrisas” (Sal 137). Y así, en este tránsitar desde el desierto hasta el bosque, hacia la vida, está la sonrisa. Les doy una tarea para hacer “en la casa”: miren un día las caras de la gente cuando van por la calle: están preocupados, cada uno encerrado en sí mismo, falta la sonrisa, falta la ternura, en otras palabras la amistad social, nos falta esta amistad social. Donde no hay amistad social, siempre está el odio, la guerra. Nosotros estamos viviendo en una “tercera guerra mundial de a trozos”, por todas partes. Miren el mapa del mundo y verán esto. En cambio, la amistad social, a menudo se debe hacer con el perdón – la primera palabra– con el perdón. Muchas veces se hace con el acercarse: yo me acerco a ese problema, a ese conflicto, a esa dificultad, y como hemos escuchado lo que hacen estos chicos y chicas valientes en los lugares donde se juega a las apuestas y mucha gente pierde todo ahí, todo, todo. En Buenos Aires vi a ancianas que iban al banco a recibir su jubilación y después inmediatamente al casino! Acercarse al lugar del conflicto. Y estos [los chicos] van, se acercan. Acercarse … Hay otra cosa que tiene que ver con el juego, con el deporte y también con el arte: es la gratuidad. La amistad social, se da en la gratuidad, y esta sabiduría de la gratuidad que se aprende, se aprende: con el juego,mcon el deporte, con el arte, con la alegría de estar juntos, con el acercarse… Es una palabra, gratuidad, que no se debe olvidar en este mundo, en el que parece que si no pagas no se puede vivir, donde la persona, el hombre y la mujer, que Dios ha creado justamente como centro del mundo, para estar al centro de la economía, fueron desplazados y en el centro tenemos un hermoso dios, el dios dinero. Hoy, en el centro del mundo está el dios del dinero y los que pueden acercarse a adorar este dios se acercan, y aquellos que no pueden terminan en el hambre, la enfermedad, la explotación … Piensen en la explotación de los niños, los jóvenes. Gratuidad: es la palabra clave. Gratuidad que empuja a que yo dé mi vida así como es, para ir con los demás y hacer que este desierto se convierta en bosque. La gratuidad, esto es algo hermoso! Y el perdón, también, perdonar. Porque, con el perdón, se aleja el rencor, el resentimiento. Y luego, siempre construir, no destruir, construir. Así, éstas son las cosas que vienen a la mente. ¿Cómo se hace esto? Simplemente siendo conscientes de que todos tenemos algo en común, todos somos seres humanos. Y en esta humanidad nos acercamos para trabajar juntos. “Pero yo soy de esta religión, de aquella…” ¡No importa! Todos adelante para trabajar juntos. ¡Respetarse, respetarse! Y así veremos este milagro: el milagro de un desierto que se convierte en bosque. ¡Muchas Gracias por todo lo que hacen! ¡Gracias!» Jornada mundial por la Tierra 2016 PALABRAS DEL SANTO PADRE FRANCISCO DURANTE LA VISITA A LA MANIFESTACIÓN “ALDEA POR LA TIERRA” Roma, Villa Borghese Domingo, 24 de abril de 2016 Fuente:  Zenit Papa Francisco en la Mariápolis https://vimeo.com/164229191 https://vimeo.com/164066584

Europa en marcha

Europa en marcha

IpE_itEncuentro. Reconciliación. Futuro. Tres palabras que encierran el significado de la cita en Múnich,  en la Karlsplatz (Stachus), donde tendrá lugar la manifestación promovida por más de 300 movimientos y comunidades de varias iglesias cristianas. El objetivo: reflexionar juntos sobre los desafíos abiertos que hay en Europa, y traer a la luz los testimonios de la red, a veces oculta pero muy activa, de una sociedad civil que se compromete en la acogida, la solidaridad hacia los más débiles y desfavorecidos, como puente entre este y oeste, y por la superación de los conflictos, tanto explícitos como latentes. «¿Qué tiene para decir, o sea para dar, Europa al mundo?» se pregunta la presidente de los Focolares María Voce, con respecto a los objetivos de JPE. «La experiencia de estos dos mil años de cristianismo, que hizo madurar ideas, cultura, vida, acciones, que sirven para el mundo actual… y que lamentablemente hasta ahora no se pusieron muy de relieve. Porque de Europa, en este momento, se evidencian las dificultades, los dramas, los muros, la intolerancia y no se evidencia todo el bien que existe». En la Evangelii Gaudium el papa Francisco habla de las ‘ciudades invisibles’ ese “entramado en el que grupos de personas comparten las mismas formas de soñar la vida y similares imaginarios y se constituyen en nuevos sectores humanos, en territorios culturales, en ciudades invisibles” (EG 74). «Sin embargo, inmediatamente después – explica Jesús Morán, copresidente de los Focolares – el Papa dice que estas ciudades invisibles se caracterizan por la ambivalencia. Estos territorios culturales contienen una fuerte carga de violencia y marginación. Las ciudades invisibles son también las mafias. Entonces con esta fraternidad animada por el amor» que es la nota característica también del mensaje de Juntos por Europa, «quisiéramos mostrar las ciudades invisibles del bien, allá donde existen las buenas prácticas, donde se acogen a los refugiados, donde se vive en comunión». ¿Cuáles son las expectativas ante esta edición del evento europeo, que se ubica en vísperas de los 500 años de la Reforma, en una especial coyuntura que ve el continente cada vez más en crisis, también por la incapacidad de responder de forma conjunta a la crisis de los migrantes? Hablamos de ello con Ilona Toth – húngara – y Diego Goller – italiano – , comprometidos en primera persona como Movimiento de los Focolares en la preparación de Juntos por Europa. «Recientemente el Comité de Orientación de Juntos por Europa, se reunió en la sede romana de la Comunidad de San Egidio. En el Comité están representados los distintos movimientos que animan este camino. Fue un momento de intercambio y de elaboración de ideas. Un año antes del 500° aniversario de la Reforma de Lutero (1517-2017), quisiéramos mostrar que ya existe una red de cristianos unidos, que trabajan entre movimientos y varias Iglesias», explica Diego Goller. «Tratamos de acelerar los tiempos y dar la señal que en este Juntos hay una muestra de una unidad lograda, no institucionalmente o teológicamente, sino en el hecho de estar, esencialmente, reconciliados. En efecto, “500 años de división son suficientes” es el título de uno de los momentos de la manifestación. Nos orientamos también según la línea de lo que pidieron el papa Francisco y el patriarca Kirill en la declaración conjunta, es decir, que los cristianos de Europa oriental y occidental se unan para testimoniar juntos el Evangelio». «Constituye una acción política en el sentido más noble del término», afirma Ilona Toth. «El objetivo es el de mostrar todo el bien que existe. La profecía de Juntos por Europa se encierra en su nombre. Juntos, es el don de la fraternidad, entre nosotros los cristianos y, a mayor escala, con personas de otras religiones, de otras culturas. Luego está el aspecto político, donde el Juntos se realiza: los carismas como respuestas en acto a los problemas también políticos de las ciudades». «En Múnich», concluye, «quisiéramos mostrar esta corriente de bien que ya está en marcha, fruto también de los valores del cristianismo madurados a lo largo de los siglos y evidenciados hoy por los varios carismas». La manifestación del 2 de julio será precedida por un Congreso de los Movimientos (30 de junio/1° de julio) en el Circus-Krone-Bau: 17 Fórum y 19 Mesas redondas en los que estarán involucrados exponentes de las Iglesias, de la política, de la sociedad civil sobre temáticas de actualidad. El pasado 21 de abril, en Ginebra, en la sede del Consejo Ecuménico de las Iglesias, se desarrolló una mesa redonda con el título “Europa: ¿cuál identidad? ¿Cuáles valores?” en preparación al evento de Múnich.   Mayores informaciones acerca de la manifestación en www.together4europe.org   Maria Chiara De Lorenzo  

En Ecuador y Japón, generadores de esperanza

En Ecuador y Japón, generadores de esperanza

«Las estructuras físicas que se derrumbaron – puentes, edificios, casas… – son una invitación a sentir un terremoto también en nuestra alma, con la pregunta: ¿somos verdaderos constructores de paz? Entendí que el dolor sirve para unir. Quiero proponer el desafío que en estos momentos difíciles nos convirtamos en generadores de esperanza y optimismo, que nos ayudemos a mantener viva la fe». Quien escribe es Isabel, compartiendo el estado de su alma inmediatamente después del sismo que sacudió su país, Ecuador, el pasado 16 de abril, con un movimiento telúrico de magnitud 7.8 de la escala Richter. Los muertos reportados hasta ahora son 587, los heridos más de 8mil, y unas 25mil personas quedaron sin hogar. Los números siguen creciendo y se estima que la reconstrucción le costará al país miles de millones de dólares. Por la emergencia Ecuador el Movimiento de los Focolares ha activado una recolección de fondos, mientras se están evaluando las modalidades para una eventual intervención en el lugar.

Foto: United Nations

Foto: United Nations

«Partí en auto desde Fukuoka (en el Kyushu, donde me encuentro) para volver a Kumamoto para buscar a mi mamá y a mis familiares», cuenta padre Giovanni Kimura, originario de la región japonesa más afectada por los tres violentos terremotos registrados entre el 14 y el 16 de abril. «Un viaje que normalmente se demora poco más de una hora, duró la mitad del día. La autopista, de hecho, no es transitable y los trenes están bloqueados». Su mamá se encuentra en un centro para refugiados y otros familiares en otro centro de acogida. Son gimnasios de escuelas públicas en los que duermen juntas centenares de personas. La dificultad más seria ha sido la falta de agua. Varias zonas de la ciudad todavía no tienen agua, pero en los centros para refugiados, ahora tienen lo mínimo necesario. La población teme sobre todo la posibilidad de que entre en erupción el Volcán Aso, que se encuentra entre la provincia de Kumamoto y la de Oita. Actualmente salen nubes de ceniza que alcanzan las dos ciudades». En Japón hubo 41 muertos, y son más de 100mil los sin techo, mientras siguen, y son centenares, las réplicas. Los estudiosos de geofísica y volcanología se interrogan acerca de la correlación entre estos dos eventos; mientras tanto, la sociedad civil y las autoridades – de ambos países – se movilizan para la reconstrucción, el apoyo a las familias de las víctimas, las ayudas concretas. Desde su página Facebook, los Jóvenes por un Mundo Unido de Ecuador, quienes hasta hace unos días estaban preparando la Semana Mundo Unido (SMU) con sede precisamente en su país, se encargan de dar voz a toda la red de ayudas que está en marcha: banco de sangre, reclutamiento de voluntarios, lista de las necesidades, difusión de las coordenadas para los depósitos en las cuentas corrientes bancarias. «Dolor, incertidumbre, angustia, miedo, escombros, y en medio de todo esto la pregunta: Eterno Padre, ¿qué quieres de nosotros? ¿Cómo estamos construyendo este “Camino para la paz”? ¿Nuestra vida cotidiana habla de fraternidad?». Es la experiencia que están haciendo los jóvenes, pero también cada uno de los miembros de la comunidad de los Focolares de Ecuador: «Descubrir a Dios como el Amor más grande, para luego vivir la frase del Evangelio “Todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí”. En este momento se evidencia al máximo la fraternidad, la solidaridad, el amor que supera las diferencias: rico o pobre, de la oposición o del gobierno, blanco, indígena, mestizo o negro. También quienes no han sufrido daños sienten propio el dolor ajeno. Por ejemplo, en las cajas de comida que se recogen se encuentra escrito: “ánimo, los queremos”, y en las de medicamentos “fuerza”, “sí, se puede”». Los jóvenes han decidido desarrollar la SMU redoblando los esfuerzos para aliviar la tragedia que vive el país. Escribe Estefi: «Tenemos que ir adelante, dar respuesta a muchos que se sienten impotentes ante el desastre. Ahora entendemos que Dios nos ha preparado, durante todo el año, no tanto para la SMU cuanto para afrontar este momento testimoniando el amor evangélico, para “que sobre los escombros brille la luz” del ideal de la fraternidad», tal como les escribió la presidente de los Focolares, María Voce. Maria Chiara De Lorenzo