«Vengan ustedes solos a un lugar desierto, para descansar un poco» (Mc 5,31)

“Recibirán la fuerza del Espíritu Santo que descenderá sobre ustedes, y serán mis testigos (…) hasta los confines de la tierra (Hech 1,8).

«Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho» (Lc 1,38).

«Estén prevenidos, porque no saben el día ni la hora» (Mt 25,13).

«Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu» (Mt. 22.37).

«Perdona el agravio a tu prójimo y entonces, cuando ores, serán absueltos tus pecados.» (Ecli 28,2).

«Tranquilícense, soy yo; no teman» (Mt 14,27).

«A quien tiene, se le dará más todavía y tendrá en abundancia, pero al que no tiene, se le quitará aún lo que tiene.» (Mt 13, 12).

«Vayan y aprendan qué significa: Prefiero la misericordia al sacrificio» (Mt 9,13).

«Yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo» (Mt 28,20).

«¡Felices los que creen sin haber visto!» (Jn 20,29).

«El que beba de esta agua tendrá nuevamente sed, pero el que beba del agua que yo le daré nunca más volverá a tener sed. El agua que yo le daré se convertirá en él en manantial que brotará hasta la Vida eterna.» (Jn 4,13-14).