«Pondrá su morada entre ellos y ellos serán su pueblo, y Él, “Dios-con-ellos”, será su Dios» (Ap 21, 3).

«Todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí» (Mt 25, 40) .

«El Reino de Dios ha llegado a vosotros» (Lc 11, 20).

«Como a un niño a quien su madre consuela, así os consolaré yo» (Is 66, 13)

«Llamados a anunciar las proezas del Señor”» (1 P 2, 9).

«Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos» (Mc 1, 3).

«Para que todos sean uno» (Jn 17, 21).

«En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os amáis unos a otros» (Jn 13, 35).

«Amarás a tu prójimo como a ti mismo» (Mc 12, 31).

«Caminen en el amor» (Ef 5, 2).

«No teman: yo he vencido al mundo» (Jn 16, 33).

“Marta, Marta, tu ti affanni e ti agiti per molte cose, ma di una cosa sola c’è bisogno” (Lc 10, 41-42).