Un impulso importante para el movimiento ecuménico. Ésta es la impresión del secretario general del CMI, el Pastor Rev. Olav Fykse Tveit, al finalizar los trabajos de la 10ª Asamblea General del Consejo Mundial de Iglesias, que se realiza cada 7 años.
Estaban registradas 2.760 personas (entre delegados de las Iglesias, Consejeros, Organizaciones vinculadas, visitantes, periodistas y huéspedes), pero el número total de participantes que quisieron vivir esta experiencia ecuménica tan especial ascendió a la cifra de 5.000 personas, entre ellos muchos eran de Corea. Estuvieron presentes, Karekin II, Patriarca y Catholicos supremo de todos los armenios y el Arzobispo de Canterbury Welby. El Patriarca ecuménico Bartolomeo I envió un video con su mensaje.
La Iglesia católica, aún no siendo miembro del Consejo Mundial de Iglesias, colabora activamente a través del Pontificio Consejo para la unidad de los cristianos, presente en Busan con una delegación calificada. El cardenal Kurt Koch leyó un mensaje del Papa Francisco.
En representación del Movimiento de los Focolares –invitado como Consultor junto con otros movimientos, grupos y realidades ecuménicas – Estuvieron presentes Joan Back del Centro Uno, secretaria internacional para el diálogo interreligioso de los Focolares y Peter Dettwiler, pastor reformado suizo, perteneciente a la Iglesia reformada del Cantón de Zurich, quien está encargado del ecumenismo.
La colaboración de los Focolares con el CMI proviene del año 1967. En aquella época Chiara Lubich fue invitada tres veces a la sede de Ginebra para compartir la espiritualidad de la unidad, y aún hoy se reconoce el importante aporte que esta espiritualidad puede dar, como dijo el Rev. Tveit agradeciendo a la presidente de los Focolares María Voce por el mensaje enviado.
Joan Back comentó que existía “una lindísima atmósfera de fraternidad entre las Iglesias. Aunque no comparten las mismas posiciones en materia de eclesiología o moral, pueden encontrarse, rezar y también trabajar juntas.” Se presentó un documento de gran importancia: La Iglesia hacia una visión común” , producto del Departamento Fé y Constitución, un texto que muestra la convergencia entre todas las Iglesias, que fue redactado por teólogos de las Iglesias con eclesiologías muy distintas entre sí.
Los desafíos que el ecumenismo debe enfrentar son: la Emigración, las jóvenes generaciones, los mundos multirreligiosos y el crecimiento de las realidades pentecostales. Entre éstos, algunos son objeto de declaraciones oficiales de la Asamblea. El mensaje de conclusión, indicó la prioridad para los próximos 7 años: “caminar juntos en una peregrinación por la justicia y la paz”. Esto refleja el espíritu del evento y los compromisos tomados que “comprenden siempre tres objetivos: servicio, testimonio misionero y reflexión teológica”, como fue explicado por Walter Altmann, pastor luterano en Brasil y último moderador del Comité Central.
Al finalizar, los 150 miembros del Comité Central apenas nombrados eligieron unánimemente a la anglicana Agnes Abuom de Nairobi (Kenia) como moderadora.
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