Los hechos son conocidos. Corea del Norte inexplicablemente disparó hace unos días contra la isla de Yeonpyeong, cerca de la frontera marina con Corea del Sur, provocando 4 muertos entre militares y civiles, por su parte Seúl respondió ametrallando hacia el norte.
“La vida, en las calles, parece transcurrir normalmente pero en realidad el país está en alerta” –escribe Marco Fatuzzo, presidente del Mppu, quien precisamente en esos días de tensión se encontraba en Corea del Sur para una serie de encuentros y eventos públicos. Los empleados estatales fueron alistados en sus oficinas, los partidos políticos convocaron en forma permanente sus “comités de seguridad”, se desarrolló una sesión en el Parlamento, en el curso de la cual se produjo un documento de fuerte condena al acto de agresión sufrido.
Hasta el último momento se pensaba que nos veríamos obligados a suspender los eventos públicos programados en Seúl por el Mppu coreano. Pero la situación evolucionó positivamente y todo se pudo desarrollar regularmente.
Empezó el 24 de noviembre, con el Centro nacional Mppu, del que forman parte algunos parlamentarios, 3 de los cuales estaban presentes. “Fue un evento importante –cuenta Fatuzzo- que se prolongó por alrededor de 3 horas con un diálogo participativo e intenso. Como se puede intuir por los hechos recientes el discurso se centró en la confianza. ¿Es posible vivir concretamente la fraternidad entre Corea del Norte y del Sur? ¿Cómo introducir la fraternidad entre las categorías del diálogo, de la reconciliación, del perdón, de la superación de los conflictos históricos y actuales? En todos quedó la certeza de que éste es el único camino que se puede recorrer, una esperanza sustentada por la conciencia de que todo el Mppu está viviendo con ellos este momento de dolorosa suspensión”.
Fue también un momento de fiesta por la admisión de una nueva miembro en el Centro del Mppu: Emilia Heo quien estudió relaciones internacionales en Ginebra y actualmente trabaja en Japón.
El 25 de noviembre tuvieron lugar otros dos encuentros en la sede del Parlamento coreano. El primero, con el Political Forum for Unity, un grupo de investigación parlamentaria, constituido por alrededor de 30 diputados, de la mayoría y de la oposición, y de distintas orientaciones religiosas y culturales –cristianos de varias denominaciones, budistas, won-budistas, confucianos, tahoístas- o sin ninguna referencia religiosa. Seguidamente, un seminario público sobre el tema “La política que le gusta al pueblo”, estaban presentes 150 personas, entre las cuales unos 20 diputados de los tres partidos principales: El Gran Partido Nacional, en el gobierno, el Partido Democrático Unido y el Partido Progresista de la Libertad, de oposición. Significativa también una nutrida presencia de jóvenes y una buena representación de los medios de comunicación. Ya sea en las dos sesiones introductorias, en la mesa redonda, sostenida por 3 diputados, dos docentes universitarios y una joven estudiante, como en el debate sucesivo, se presentó una visión de la política capaz de abrir los corazones a la esperanza, aun en medio del contexto actual de suspensión y de crisis.
Está prevista para el sábado 27 la ceremonia conclusiva del primer curso de la Escuela de formación política en la que están participando 26 jóvenes. El evento se desarrollará siempre en una sala del Parlamento, con la lección de clausura y la entrega de diplomas.
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