Movimiento de los Focolares

Desde la perspectiva de un «no creyente»

Abr 5, 2012

Andrés tiene 21 años y está cursando el 3° año de Medicina. En este testimonio cuenta como el camino de los Jóvenes por un Mundo Unido lo ha involucrado personalmente.

Tengo 21 años y asisto al 3er año de medicina. Conocí el Movimiento gracias a los Jóvenes por un Mundo Unido que eran compañeros de clase en el liceo. Apenas sentí la necesidad de profundizar en mi espiritualidad y en mis ideales le pedí consejo a un amigo gen. Me gustaba el movimiento y sentía un gran deseo de amar concretamente pero tenía miedo de no poderme acercar al Ideal de la Unidad porque estaba alejado de la religión. Mis amigos enseguida me tranquilizaron pues hay ideales que van más allá de la religión. No me gusta que me llamen ateo, porque hoy en día el ateísmo está siendo considerado en feroz oposición a la Iglesia y a las religiones. Yo en cambio trato de tener respeto delante de cada persona y cada cosa, por esto prefiero que me llamen “no creyente”. Vivir cada momento amando es lo que me hace sentir un verdadero Gen, brillar lo más que puedo, de forma que alguien quede impresionado de mi luz. Vivir en medio de tanta gente que está siempre pronta a amar, me llevó a comprender que no se necesita ser héroe para salvar vidas. Si se ama en el momento presente en cualquier lugar, las personas cambian. Un pequeño gesto de amabilidad puede despertar la sonrisa en alguien, y puede desatar una serie de acontecimientos positivos en cadena, se crea una porción de mundo unido. Un día, cuando estaba de excursión en la montaña, un señor decidió unirse a nuestra comitiva porque sufría de vértigo y tenía miedo de bajar con la aerosilla. A pesar de que sus zapatos estaban rotos decidí cambiarle los zapatos continuando yo con un pie descalzo y el otro con un zapato roto. … Cuando una acción es impulsada por el amor desinteresado y vivida con cotidianidad, a nosotros tal vez no nos cambie el día pero a muchos otros sí. Mi elección de vivir como Gen, como joven que vive este Ideal no es tan simple: cada día trato de hacer lo que es justo. A menudo sin embargo, me encuentro en dificultades en el intercambiar mis ideas o conceptos con fundamentos religiosos que no comparto plenamente o no logro comprender, o simplemente me resulta difícil amar concretamente en el momento presente. A todas las personas que tienen dudas de fe o piensan que ser no creyente quiera decir estar marcado en la vida, quisiera decirles que no es así. Sobre todo aquí, en este ambiente , me he sentido siempre recibido como en una familia, al máximo…. Se arriesga de tener que hablar en un palco como lo estoy haciendo yo ahora. A. O. – Italia (Testimonio contado en ocasión del evento “Chiara Lubich y las nuevas generaciones” – Castelgandolfo, 11 de marzo 2012)

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