Transformar el sufrimiento en fuente de esperanza

El papa recibió en audiencia a los participantes de la Asamblea general de los Focolares y habló sobre cómo afrontar el período posterior a la fundadora, de la importancia de las crisis y sobre cómo vivir la espiritualidad con coherencia y realismo.

COMUNICADO DE PRENSA – 6 de febrero de 2021

Esta mañana el Papa Francisco recibió en audiencia privada a los 362 participantes en la Asamblea General de los Focolares, una representación estuvo presente en la sala Pablo VI del Vaticano y la mayoría se conectó por vía telemática.

Al darles la bienvenida, extendió su saludo a todos los miembros del Movimiento de los Focolares. Los animó a permanecer fieles a la fuente originaria de su carisma manteniendo el diálogo con las nuevas situaciones sociales y culturales. Invitó a cuidarnos de cualquier autorreferencialidad, a captar en cada crisis una oportunidad para crecer, a ser testigos del amor fraterno que supera toda barrera y a promover cada vez más la sinodalidad. Concluyó con una invitación a permanecer, a imitación de la fundadora Chiara Lubich, a la escucha del grito de abandono de Cristo en la cruz, corazón del cristianismo y del carisma de los Focolares.

Después de la muerte de la fundadora - explicó el Papa en su discurso - el Movimiento está llamado a superar el desconcierto natural y el descenso numérico. “Todo carisma es creativo, no es una estatua de museo. […] Se trata de permanecer fieles a la fuente originaria esforzándose en repensarla y expresarla en diálogo con las nuevas situaciones sociales y culturales. Tiene raíces muy firmes, pero el árbol crece en diálogo con la realidad. Este trabajo de actualización es tanto más fecundo cuanto más se lleva a cabo armonizando creatividad, sabiduría, sensibilidad hacia todos y fidelidad a la Iglesia. Su espiritualidad, caracterizada por el diálogo y la apertura a los diferentes contextos culturales, sociales y religiosos, ciertamente puede favorecer este proceso. La apertura a los demás, sean quienes sean, debe cultivarse siempre: el Evangelio está destinado a todos, pero no como proselitismo, no, está destinado a todos, es levadura de nueva humanidad en todo lugar y en todo momento”.

El Papa previene contra la autorreferencialidad “que nunca viene del espíritu bueno, es lo que deseamos para toda la Iglesia: cuidado con el replegarse sobre sí mismos, que siempre lleva a defender la institución en detrimento de las personas, y que puede llevar incluso a justificar o encubrir formas de abuso. […] En cambio, es mejor ser valientes y afrontar los problemas con parresía y con la verdad, siguiendo siempre las indicaciones de la Iglesia. […] La autocelebración no presta un buen servicio al carisma. No. Se trata más bien de acoger cada día con asombro -no olviden el asombro que siempre indica la presencia de Dios- el don gratuito que han recibido habiendo encontrado su ideal de vida y, con la ayuda de Dios, tratar de corresponderle con fe, humildad y coraje, como la Virgen María después de la Anunciación”.

Luego pasó al segundo tema subrayando la importancia de las crisis que son siempre oportunidades para crecer. Una crisis “es un tiempo del Espíritu, que suscita la exigencia de actualizarse, sin desanimarse ante la complejidad humana y sus contradicciones. […] Es deber de quienes ocupan cargos de gobierno, a todos los niveles, trabajar para afrontar las crisis comunitarias y organizativas de la manera mejor y más constructiva; por otro lado, las crisis espirituales de las personas, que involucran la intimidad del individuo y el ámbito de la conciencia, requieren ser abordadas prudentemente por quienes no ocupan cargos de gobierno, a todo nivel, dentro del Movimiento. (…) La imbricación entre el ámbito de gobierno y el ámbito de la conciencia da lugar a los abusos de poder y otros abusos de los que hemos sido testigos cuando se destapó la olla de estos problemas horribles”.

Para la realización de la unidad, a la cual los Focolares se sienten especialmente llamados, el Papa indica una doble perspectiva: “En cuanto a la actuación hacia fuera, los animo a ser testigos de cercanía con el amor fraterno que supera todas las barreras y alcanza  a toda condición humana. ¡Superar las barreras, no tener miedo! Es el camino de la proximidad fraterna, que transmite la presencia del Resucitado a los hombres y mujeres de nuestro tiempo, empezando por los pobres, por los últimos, por los descartados; trabajando junto con las personas de buena voluntad para la promoción de la justicia y de la paz. […] Mientras que para el compromiso dentro del Movimiento exhorta a promover cada vez más la sinodalidad “para que todos los miembros, como depositarios del mismo carisma, sean corresponsables y partícipes de la vida de la Obra de María y de sus fines específicos. Quien tiene la responsabilidad de gobierno está llamado a favorecer y efectuar una consulta transparente no solo dentro de los órganos directivos, sino a todos los niveles, en virtud de esa lógica de comunión según la cual todos pueden poner al servicio de los demás sus dones, sus opiniones en la verdad y con libertad”.

Y concluye llamando a permanecer, a imitación de la fundadora Chiara Lubich, siempre a la escucha del grito de abandono de Cristo en la cruz “que manifiesta la máxima medida del amor. La gracia que produce es capaz de suscitar en nosotros, débiles y pecadores, respuestas generosas y a veces heroicas; es capaz de transformar los sufrimientos e incluso las tragedias en fuente de luz y esperanza para la humanidad. En este paso de la muerte a la vida está el corazón del cristianismo y también de vuestro carisma”.

El encuentro con el Papa Francisco lo abrió María Voce, presidenta saliente de los Focolares, quien presentó a la nueva presidenta Margaret Karram: “Le agradecemos al Espíritu Santo por haberla elegido - dijo - con la alegría de poder confiarla ahora a su oración y a su amor, Santo Padre, que sin duda será tan grande y profundo como lo ha sido para mí todos estos años”.

La recién elegida, emocionada, confió al Papa que no le gustaba la palabra Presidenta: “Soy una hija de la Iglesia y quiero estar a su servicio y al de todos”. Expresó su gratitud por las palabras y los gestos del Papa, que “nos estimulan constantemente a situarnos con todo el Pueblo de Dios en salida para inclinarnos sobre los dolores de la humanidad y trabajar para que, en nuestra casa común, todos se miren y se traten como hermanos y hermanas”. Y agradeció al Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida por haber permitido vivir esta Asamblea General con modalidad telemática.

Stefania Tanesini

Texto en PDF

Discurso del Papa Francisco a la Asamblea General del Movimiento de los Focolares

https://www.youtube.com/watch?v=AEjIOtzxr3Q