«La Economía de Comunión quiere desarrollarse en África para amarla, para aprender de su cultura de vida, para practicar la comunión y la reciprocidad», afirmó Luigino Bruni, coordinador internacional del proyecto de EdC, ante la proximidad de la cita internacional de mayo. En efecto Nairobi, Kenia, se han dado cita todas las personas involucradas a nivel mundial en el sueño de la Economía de Comunión para hacer un balance sobre temas como creatividad, fecundidad, innovación y producción, pero también tratarán temáticos como el trabajo, el microcrédito, las desigualdades y la pobreza. Las empresas africanas que a partir de este año comenzaron a compartir sus utilidades para sostener a las personas pobres del mundo ya son 10, mientras que existen otras 12 que están comenzando en el proyecto, y este desarrollo es posible gracias a la difusión de una cultura de la Economía de Comunión, que en África encuentra terreno fértil.
Lo demuestra la reciente conferencia internacional (9-13 de febrero) promovida por una universidad camerunense, la CUIB (Catholic University Institute of Buea) solicitadas por el Rector de la misma Universidad, Fr. George Nkeze y el obispo Mons. Emmanuel Bushu.
Como ponentes estuvieron Benedetto Gui, actualmente profesor en el Instituto Universitario Sophia (Florencia, Italia), y Brice Kemguem, Director nacional para Centroafrica de la ONG internacional AHA (African Humanitarian Agency). Les acompañaron Steve William Azeumo, de la comisión de EdC de la zona de África Central, Winnifred Nwafor, de la comisión de EdC de Fontem, Camerún, e Isabel Awungnjia Atem y Mabih Nji, ambos graduados en el Instituto Universitario Sophia, que facilitaron el contacto con la CUIB.
En el programa tuvieron cabida tanto temas de la actualidad económica típicos de la Doctrina Social de la Iglesia, recogidos en los valores y principios de la EdC, como los grandes problemas socioeconómicos de nuestro tiempo, que van desde la escasez de agua potable hasta las epidemias y los conflictos con armas de destrucción masiva.
La conexión por videoconferencia permitió el acceso a experiencias de distintos lugares del mundo. La primera conexión fue con el Instituto Universitario Sophia, para realizar un intercambio entre estudiantes de ambas instituciones. A continuación, dos empresarios de EdC compartieron su experiencia. Alberto Ferrucci, Consejero Delegado de una empresa que produce software para refinerías, puso de relieve varios aspectos de la economía del compartir, una nueva propuesta para resolver los problemas económicos de nuestra época. Teresa Ganzon (Administradora del Banco Rural filipino Bangko Kabayan,) recordó los principios de la buena gestión empresarial que le llevaron a volver a estudiar en edad adulta para conocer los instrumentos necesarios para dirigir el banco, haciendo crecer la actividad en el ámbito de las microfinanzas rurales (microcréditos para agricultores y pequeños comerciantes).
También se compartieron experiencias de Camerún, como la del jefe Fobella Morfaw y su mujer, que fundaron en 2003 una escuela en la ciudad de Dschang, que hoy se compone de escuela maternal, primaria y secundaria; o la del Estudio de Ingeniería Civil BSE (Bridge Structure Engineering Consulting) que, gracias a la gran experiencia de un socio «senior», hoy ha llegado a abrirse camino en medio de una competencia muy agresiva. El estudio ha podido beneficiarse del apoyo financiero y moral del matrimonio Gimou. Precisamente unos días antes de la conferencia, la señora Marie Madeleine Gimou dejó esta tierra y este hecho suscitó una gran emoción entre los participantes en la conferencia. Su marido M. Victor Gimou, ingeniero desde hace más de 23 años, sigue aportando al joven estudio su apoyo y poniendo a disposición su biblioteca, formada durante más de 30 años de trabajo.
Una parte importante del programa fueron los talleres de la tarde, encaminados a debatir casos de empresas, que sorprendieron por la calidad de los trabajos presentados en sesión plenaria. En las conclusiones se premió el mejor proyecto de empresa de EdC.
Por hacer un pequeño balance, ha sido una semana verdaderamente fructífera, gracias al trabajo de preparación desarrollado por la Universidad y a la actitud muy positiva de los jóvenes, que voluntariamente adquirieron el compromiso de participar, animados por un reconocimiento de créditos didácticos. Una nota simpática fue la alegría que se respiraba en el ambiente. Durante los descansos muchas veces había una pequeña danza o un poco de música. La velada de fiesta organizada por los jóvenes con cantos y bailes fue muy sugestiva, con el «valor añadido» de que hubo que realizarla con la luz de los teléfonos móviles porque se cortó el suministro eléctrico.
Las impresiones de los participantes fueron muy favorables. Muchos decían que, además de proponer un estilo de gestión empresarial, la EdC es una «propuesta de vida» que se puede llevar a la práctica inmediatamente, y declaraban su deseo de seguirla. En resumen: mucha positividad y deseos de comprometerse en la construcción de un mundo mejor.
https://www.youtube.com/watch?v=RxwKXsEvmn0
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