Movimiento de los Focolares

En la cárcel: la fuerza del perdón

Nov 22, 2011

El Evangelio es el centro de la reflexión del congreso anual de adherentes del Movimiento de los Focolares, con experiencias y hechos de la “Palabra vivida”. Entre éstas una historia de Benín, donde se acaba de concluir la visita apostólica de Benedicto XVI.

Eran mil participantes en el congreso anual de los adherentes de los Focolares, provenientes de toda Italia, Eslovenia, y con representantes de Argentina, Alemania, Holanda, Portugal y Sudáfrica, quienes reflexionaron y compartieron experiencias sobre el tema de la Palabra de Dios, argumento central de este año. Entre los testimonios que se presentaron, estaba la experiencia de un grupo de evangelización de Benín, el país que del 18 al 20 de noviembre pasados hospedó la visita de Benedicto XVI, en su segundo viaje apostólico en el continente, para entregar la exhortación postsinodal sobre la Iglesia en África, al servicio de la reconciliación, de la justicia y de la paz. En Benín desde hace varios años un grupo de los Focolares organiza encuentros con los detenidos para llevar la luz de la Palabra de Dios. A menudo los prisioneros son rechazados ya sea por la sociedad que por sus propias familias. La lectura de la Palabra de Dios logra abrir brechas insospechadas en las personas haciendo germinar relaciones profundas que se refieren no sólo a la fe sino también a episodios dolorosos vividos por los detenidos que raramente logran contar, como por ejemplo, la causa de su encarcelamiento. Esto les permite a los voluntarios intervenir ante el tribunal, para que el caso de algunos detenidos sea reconsiderado: de hecho hay personas que están en la cárcel desde hace diez, quince años sin nunca haber sido juzgadas. Se ha encontrado la solución para muchos casos, y los prisioneros detenidos injustamente, han sido liberados. Entre estas historias se destaca la de Paula, a quien pusieron en la cárcel injustamente debido a su marido y no tenía ninguna noticia de sus hijos. Paula estableció una relación profunda con una de las voluntarias que la visitaba en la cárcel cuando hacían los encuentros sobre la Palabra. Lentamente encontró dentro de sí la fuerza para perdonar hasta cuando la llamaron del tribunal para comunicarle su liberación.  Paula sabía que podía volver a casa con el corazón liberado del peso del odio y de la venganza. Del sitio del Vaticano: Benín 2011 http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/travels/2011/index_benin_it.htm            

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