“Deseo que desde ‘Loppianolab’ emerjan tantas ideas que, con un fuerte impulso espiritual, pongan en acción las cualidades que han hecho grandes a los italianos: la creatividad y el ingenio, la hospitalidad y la solidaridad, la cultura y el arte”, dijo María Voce, presidente de los Focolares, en el original multi-evento recién concluido en la ciudadela de Loppiano, cerca de Florencia.
Su auspicio fue acogido por un auditorio repleto (más de 1500 personas, además de los muchos conectados por Internet), atraído e intrigado ante un evento organizado por sujetos que se ocupan de temáticas muy distintas entre ellas. La misma presidente Voce anticipaba en su mensaje que “la novedad emerge de la misma línea asumida por los promotores de la iniciativa: poner el red propuestas y experiencias, de mundos diversos como la economía, la cultura, la formación, que aliándose quieren promover un proyecto cultural respetuoso de la dignidad y de la grandeza del ser humano, dentro de una visión de país; la comunión de varias entidades que trabajan en distintos campos: como el Polígono Lionello Bonfanti de la Economía de Comunión, el Instituto Universitario Sophia, el grupo editorial Città Nuova y la misma Ciudadela de Loppiano, para ayudar a explorar y recorrer juntos nuevas sendas”.
Quien participó y siguió las numerosas manifestaciones que se desarrollaron durante los cuatro intensos días de este variado “laboratorio experimental de fraternidad”, puede concordar con María Voce que ha sido un “aporte original, coral y calificado al bien común de Italia – a 150 años de su unificación- siguiendo la estela del carisma de Chiara Lubich” cuyo núcleo central es precisamente la unidad.
“Nuestra amada Italia – afirmó María voce- tiene necesidad de un impulso de idealidad y de concreción para revitalizar su cuerpo social”. Y bastaba dar vuelta entre los stand del Polígono Lionello Bonfanti, para encontrarse con empresarios que tienen idealidad hasta para vender! De hecho, en la Expo permanente se presentaron, además de las veinte empresas estables del Polígono, otras 72 en representación de las más de 200 que adhieren al proyecto de Economía de Comunión en todo el territorio nacional. Y también girando por las callecitas de la ciudadela inmersa en el campo, intercambiando alguna palabra con algunos de sus 900 habitantes provenientes de todo el mundo, escuchando a los recién graduados del Instituto Sophia (en su tercer año de vida), una convicción se abría camino en los presentes; certeza que María Voce expresó así en la conclusión de su mensaje: “”Sostenidos por el amor de Dios que está en medio nuestro esta cita puede ser un momento para demostrar que el Evangelio de Jesús, visto en clave de unidad, es capaz de ‘hacer historia’ también hoy”.
Y quizás ha sido precisamente esta interacción entre sujetos tan distintos, la fuerza de la unidad puesta en marcha, la que generó una semilla vital que –queremos esperar- esté en capacidad de “hacer historia”.
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