A pesar de la lluvia incesante, del viento, del frío y de un tráfico caótico, el Teatro Central Carlos Gomes de Río de Janeiro estaba repleto de una multitud de jóvenes. Llegaron desde lejos: algunos hablaban francés, otros, español, otros, inglés y por supuesto, muchos portugués – todos en búsqueda de conocer a la querida Chiara Luce, elegida como una de las intercesoras de la JMJ, como “Aquella que vivió el abandono total en Jesús”
La Beata Chiara Luce Badano nació en Sassello, Italia, en 1971. Así se lee en el sitio de la JMJ: “A los 10 años vivió una fuerte experiencia de encuentro con Dios que cambió su vida y la de sus padres. Desde ese momento decidió vivir de forma radical el Evangelio, tratando de amar a todos los que la rodeaban. A los 18 años se le diagnosticó un tumor óseo. Vivió con gran valentía cada etapa de su dolorosa enfermedad. “Ayúdame a vencer los desafíos de mi juventud, para que yo puede entregar mi vida a Jesús, sin reservas”, es la oración que le proponen.
Para que su vida sea conocida, 80 jóvenes, entre bailarines, músicos, cantantes y todo el staff de la producción del Gen Rosso trabajó arduamente durante seis meses intensos. Se prepararon así para el espectáculo del 24 de julio en Río de Janeiro durante la JMJ. Confiando, contra toda esperanza, que se iban a cubrir todos los gastos, la comunión de bienes de la comunidad de los Focolares de todo Brasil cubrió todo el gasto presupuestado ya antes de la función.
“La santidad se viste con jeans”, fue el título del espectáculo. Ilustró la breve vida de la Beata Chiara Luce (www.chiaraluce.org) con el ritmo, los colores y el estallido de alegría característico de este país. En algunos momentos de profundidad especial, la sala permaneció en silencio y admiración hacia esta joven que supo transformar el dolor en amor, gracias al amor a Su “Esposo” – Jesús Crucificado y Abandonado. Este pasaje intenso fue representado por una mímica que atrapó a todos con imágenes de dolor personal y social como fondo del escenario.
Cada una de las funciones de la noche duró menos de una hora, sin embargo, quedó en los jóvenes una necesidad increíble de conocer más a Chiara Luce y el secreto de su vida. Por esto, luego muchos adquirieron el libro “25 minutos” de Franz Coriasco y visitaron el sitio www.chiaraluce.org.
Muchos de los espectadores dejaron sus impresiones espontáneas sobre el espectáculo: “me convertí”; “encontré mi ideal de vida”; “fue como despertarme a una vida más radical”; “estamos encantados por la belleza de la vida de Chiara Luce”, y muchas más.
Esa tarde se habían previsto, en Carlos Gomes, sólo tres funciones, pero la cola de jóvenes que rodeaba el teatro impulsó a pedir al Comité Organizativo Local de la JMJ el ¡poder realizar una cuarta función! En poco tiempo, y con dificultades logísticas, además del cansancio de los actores, se obtuvo este permiso. Para alegría de todos, en esta última función estuvieron presentes los padres de Chiara Luce, María Teresa y Ruggero – que antes habían estado en el hospital de San Francisco en la visita del Papa – acompañados por Chicca, íntima amiga de Chiara Luce.
En cada función todo el público aplaudió de pie. Pero parece que no termina aquí. Los Jóvenes por un Mundo Unido de San Pablo pidieron que se repita el espectáculo en su gran metrópolis.
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