
Foto – EPA
También los musulmanes sufren por la violencia absurda de los extremistas islámicos. De hecho sostienen que no es el verdadero Islam el que incita al odio. ¿
Cómo están afrontando la avanzada del IS las comunidades de los Focolares presentes en los países árabes, que quieren poner en práctica el amor evangélico?
La respuesta de Rita en el micrófono de Adriana Masotti, para la Radio Vaticana:
«En esta situación, el amor y la unidad se purifican
a través del dolor que se vive. Todavía estábamos bajo shock ante la última tragedia, cuando los terroristas entraron en las aldeas del norte de Irak y de un día para otro vimos a miles de personas llegar sin nada. ¡Un dolor muy grande! Te preguntas qué está sucediendo y si todavía es verdadero aquello en lo que creemos. Pero después te convences de que es precisamente éste el momento de la prueba. Y lo confirmamos saliendo de nosotros mismos y yendo
hacia estas personas.
Por ejemplo, una familia nuestra de Irak, acogió a 40 personas en su casa y en un determinado momento el papá, dándose cuenta de que ya no había ni un rincón libre en la casa, se fue a dormir al automóvil. De la misma manera, otras cuarenta personas se refugiaron en otra zona del norte de Irak, donde hay dos o tres familias del Movimiento, que también abrieron sus propias casas. Viendo que estaban angustiados y turbados se reunieron para rezar el Rosario: ahora son unos 60 y cada noche se suma alguien más de la aldea y
rezan por la paz, pero rezan también por los terroristas. Dándose cuenta de que alguno necesitaba
cobija unas
frazadas, reunieron un poco de dinero para ir a comprar primero una cosa
y después otra; sin embargo faltaban otras cosas, pero la Providencia hizo llegar más dinero… Decían: “La pequeña cifra que nosotros pusimos, no teniendo mucho, ha atraído más y más dinero ¡y esta pequeña suma no se acaba! Me doy cuenta de que este amor auténtico, destilado con el dolor, nos hace ver que el amor es más fuerte. Personalmente he visto gente que no tenía más nada, pero ha mantenido la fe y, sintiendo la solidaridad de los demás, ha vuelto a encontrar el sentido de la vida, del amor, de la paz verdadera y cree en ello.
Es más, ahora son testigos todavía más fuertes».
¿Cómo son actualmente las relaciones entre los musulmanes y las comunidades de los Focolares en los países que tú conoces y? «Ahora en Irak es más difícil, porque las partes están divididas: donde están los cristianos, prácticamente hay pocos musulmanes. No tenemos muchísimo contacto. Pero la gente se aprecia: siempre vivieron juntos. Es la política la que manipula las relaciones. En cambio en
Jordania hay un grupo de musulmanes que comparte nuestra espiritualidad. Recuerdo que cuando llegaron a Jordania algunas familias iraquíes desplazadas, le contamos a nuestra comunidad lo que estaba sucediendo en Irak. También estaban presentes unos diez musulmanes –nosotros éramos un centenar- y la primera reacción, inmediata, fue la de los musulmanes quienes dijeron: “¡No es posible lo que está sucediendo!
Ellos son nuestros hermanos: ¡seremos los primeros en abrirles nuestras casas!”. Ellos sufren mucho por lo que está sucediendo debido a la violencia de los extremistas. No se atrevían a decirlo, porque les daba vergüenza, pero querían explicarnos que ésta no es su religión.
Esto es sacar provecho de la religión
para practicar violencia,
para el odio… Con algunos tenemos una relación muy bella
, en la verdad. Es más, sientes que tienes que ser todavía mejor cristiano para poder entrar en relación con un musulmán: sin componendas ni confusión. Cada uno de nosotros trata de manifestar lo mejor de sí al otro, de ser cristiano auténtico; y lo mejor de sí, para ellos, es tener el valor de hacer caer lo que no es humano, lo que no es amor, que ellos llaman “misericordia”». Fuente:
Radio Vaticana (en italiano)
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