Movimiento de los Focolares

Más allá del mal genio y la incomodidad

Abr 5, 2013

En Jànoshalma (Hungría) un grupo de personas decide hacer algo por su ciudad. No quedarse mirando y lamentándose esperando que alguien intervenga, sino actuar en primera persona.

Todo empezó por esta pregunta: ¿Qué más podemos hacer por nuestra ciudad, Jànoshalma?

El primer paso fue hacer un Pacto entre nosotros –recuerda M. C.-: nos prometimos estar dispuestos a poner en práctica el mandamiento nuevo de Jesús: “Ámense los unos a los otros como yo los he amado” (Jn. 15, 12) compartiendo las alegrías y los dolores, los bienes y las experiencias. Y al mismo tiempo nos comprometimos a tener esta medida de amor con nuestra ciudad. Un Pacto que, para ser vivido, ha requerido tiempo, energía y sacrificios. Tantas veces hemos tenido que recomenzar.

Juntos hemos dado vida a la “Asociación por Jànoshalma” que ahora tiene 25 socios. Son tantas las ideas que han nacido: ayudar a los pobres, realizar con los jóvenes programas para sus coetáneos, hacer exposiciones para valorizar las tradiciones. En nuestras actividades también hemos establecido una estrecha colaboración con algunos institutos. A través de estas acciones otras cien personas han tomado contacto con nosotros.

Entre las actividades que queríamos realizar estaba la reestructuración de un parque de la ciudad, muy arruinado. Conscientes que ni en nuestra Asociación ni en el Municipio existía el dinero necesario, se nos ocurrió la idea de una recolecta de papel. Nos pusimos en contacto con los negocios, pero lo recogido en la acción fue poco y entonces pensamos organizar un baile de beneficencia en el centro de la ciudad. Esta vez lo recogido superó las expectativas. Nos pusimos en contacto con el Gobierno Municipal y nuestra propuesta de usar aquel dinero para la reestructuración del parque fue acogida. Poco tiempo después se hizo la inauguración y como el parque no tenía todavía nombre, tuvimos la idea de promover un concurso en las escuelas primarias y en preescolar. Participaron más de 100 niños. Con ocasión de la proclamación del ganador, preparamos una fiesta e invitamos a los niños..

También durante dos dos años colaboramos en el programa de embellecimiento de la ciudad, ahora el Municipio tiene las personas que se ocupan de este aspecto. En cambio hemos proseguido con el trabajo por los pobres, del cual hay gran necesidad y que ha llevado al nacimiento de una red social.

Hace poco tiempo, viendo la difícil situación de la seguridad pública, organizamos otro baile para recoger fondos. Muchos no comprendían el motivo de nuestro esfuerzo, pensando que la seguridad fuera de competencia del Estado. Sin embargo muchos participaron apoyando la iniciativa con notables contribuciones. “He venido a este baile -decía uno de los presentes- porque sé que lo que prometen, después lo cumplen”.

M. C. – Hungría

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