ANSA, 4 sept. – La fraternidad en la política. “Es la llave para volver a poner en camino la historia de nuestros Países y de la humanidad”. Dijo Chiara Lubich, fundadora de los Focolares, en Berna, ante 450 políticos suizos y jóvenes reunidos en el Palacio de los Congresos para reflexionar sobre el interrogante: “Fraternidad en la política: �utopía o realidad?”, promovido por un grupo de políticos suizos del Movimiento Político de la Unidad.

La fraternidad en la política no es sólo necesaria, sino urgente
Sobre el fondo de la trágica epidemia del terrorismo, la fraternidad, propuesta como una “categoría política fundamental” se presenta no sólo como necesaria, sino urgente. “La fraternidad en la política no puede ser más actual, ante el terror, la muerte y la violencia”. Afirmó en la inauguración del Congreso la Canciller de la Confederación, la señora Annemarie Huber Holz.

Suiza ante una profunda crisis de transformación
La fraternidad es más que necesaria también para la vida misma de Suiza, definida por la Concejal Nacional Chiara Simoneschi «como algo especial», ya que es una Nación que no nace de una cultura y un idioma común, sino de la voluntad de estar juntos. “El País –agregó- está atravesando en estos momentos por una profunda crisis, sometida al reto de la construcción europea, de un nuevo equilibrio geopolítico mundial, del fenómeno de la migración, de la larga recesión económica”. La Concejal Simoneschi habló de temores e incertidumbre, de divisiones y contraposiciones. Y de allí el motivo de la invitación a Chiara Lubich.

Un horizonte con amplio respiro
La fundadora de los Focolares abrió un horizonte con amplio respiro. En ella se siente vivo el drama del terrorismo: “Aflojar y callar –dijo con fuerza- no es ciertamente una respuesta ante la violencia”. Es necesario ir “a las causas de los desequilibrios económicos y sociales que generan el resentimiento, la hostilidad, la venganza”. “Es necesario buscar las vías del diálogo, las vías políticas y diplomáticas”. Urge una política cuya sustancia sea la fraternidad. Fraternidad que definió “no sólo como un valor, ni sólo como un método, sino como un paradigma global de desarrollo político”. Una fraternidad que es posible “sólo si no se olvida la dimensión espiritual”, los valores profundos inspirados en el amor. “Ese amor que es fuente de luz –dijo- que hace ver la posibilidad de grandes resultados y que sustituye ese temor aplastante que a menudo atraviesa el mundo político”.

Amar el partido del otro como el propio
Luz que hace ver “en toda opción política la respuesta a una necesidad social y por lo tanto pone en práctica la aparente paradoja de amar el partido del otro como el propio, porque el bien del País tiene necesidad del trabajo de todos”. “Donde la crítica se vuelve constructiva”. Ésta es “la verdadera política autorizada de la que el País tiene necesidad”.

La fraternidad en la política, no sólo es necesaria, sino posible
La intervención de Chiara Lubich fue seguida por una serie de voces de políticos suizos e italianos adherentes al Movimiento Político de la unidad, nacido en 1996 y difundido en varios Países, quienes dieron testimonio de que la fraternidad en la política no sólo es necesaria, sino posible. En la tarde, tuvo lugar un vivaz intercambio entre los políticos y los jóvenes.

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