“Como ustedes, la mayoría de los salvadoreños están convencidos de que trabajar para construir una Centroamérica cada vez más unida no es una utopía, sino una aspiración inscrita en la cultura, en la historia e incluso en la configuración geográfica de nuestra región”. Es este el mensaje de bienvenida del Presidente de El Salvador, Elías Antonio Saca, leído en la apertura del gran encuentro que ha visto reunidas a más de 2000 personas en el Anfiteatro de la Feria Internacional de El Salvador. El Presidente recordó la unidad cultural precolombina, los intentos de unidad política post-independencia con la República Centroamericana (1821-1842), los nuevos intentos de unificación en la segunda mitad del siglo XX con el MERCOMÜN.

Los participantes – muchos los jóvenes- provenían de países de Centroamérica donde, como en muchas regiones del mundo, está en curso un proceso de unificación ante la toma de conciencia de que sólo juntos se pueden encontrar soluciones a los conflictos sociales y reforzar la paz.

“Se habla mucho de integración económica, social y política, pero debe existir también una integración religiosa”. Puso en evidencia el Dr. Rodrigo Samayoa, del partido Alianza Republicana Nacional. De hecho este encuentro, el primero en su estilo en la historia de la región, ha sido promovido por los Movimientos eclesiales, nuevas comunidades y grupos pertenecientes a Iglesias diversas, que han emprendido un camino de comunión, precisamente para contribuir a la unidad espiritual de la región y de todo el continente.

Ha sorprendido, entre las muchas personalidades, la presencia de representaciones políticas de Partidos como el “Frente Farabundo Martí para la Liberación nacional” (FMLN) y el “Frente democrático revolucionario”, que sólo hace pocos años pasaron de una elección de la violencia a una política para devolver la justicia social a sus países: “Este tipo de eventos nos trae espiritualidad y esperanza, donde se da y se recibe”. Fueron las palabras de Violeta Mejivar, del FMNL.

Este camino ha sido alentado también por el Papa Benedicto XVI quien, en el mensaje leído por el Nuncio Apostólico, Mons. Luigi Pezzutto, exhortó a todos a “abrirse a los dones del Espíritu para ir adelante en el camino emprendido, comprometiéndose en la construcción de un mundo fiel a Dios, más solidario, justo y fraterno”.

La paz, un nuevo estilo de vida que favorezca el diálogo y la integración de pueblos y culturas diversas; los valores de la familia, la solidaridad con los más pobres en Centroamérica y en el mundo han sido el centro de los numerosos testimonios como el de la Comunidad Salvador del Mundo, de la Renovación Carismática, de los Cursillos de Cristiandad, de los Heraldos del Evangelio, del Movimiento de los Focolares, de la Comunidad Cristo Joven, de la Comunidad de San Egidio, de los Encuentros Conyugales, de los Talleres de Oración y Vida, de la Comunidad Cuerpo de Cristo.

En su mensaje, Chiara Lubich trazó en pocas líneas las riquezas y sufrimientos de esta región “llena de historia, de cultura y de arte -como la de la gran civilización Maya- pero también llena del sufrimiento de la colonización y de las guerras civiles, con su riqueza actual de creatividad y de nuevas dimensiones de la participación”. Puso en evidencia “el llamado a la unidad” y “el reto de la fraternidad” como camino para construirlo.

Y el profesor Riccardi, de la Comunidad de San Egidio, subrayó en un mensaje como hoy en El Salvador y en otros puntos de América “hay necesidad de gente que sueñe con un mundo nuevo de paz. Con el encuentro de El Salvador siento que estamos más cercanos a la meta”.

El ápice de la Jornada fue la declaración del compromiso por la paz y la fraternidad de los representantes de Movimientos y nuevas comunidades y de los líderes religiosos de las diversas Iglesias cristianas: Gregorio Rosa Chávez, obispo católico auxiliar de El Salvador, el obispo de la Iglesia Presbiteriana Anglicana Barahona, Héctor Fernández por la Iglesia Luterana, Miguel Tomás Castro de la Iglesia Bautista, y Santiago Flores de la Iglesia Reformada Calvinista.

Septiembre, fecha del encuentro salvadoreño, es un mes simbólico por dos fechas: el 11, aniversario del atentado de Nueva York, y el 15, aniversario de la Independencia de los países de Centroamérica.

“Juntos por Centroamérica” nació siguiendo la estela del gran encuentro de mayo 2004 en Europa, en Stuttgart, con 10.000 personas convenidas a la ciudad alemana para la Jornada “Juntos por Europa”, realizada para dar un alma al proceso de unificación del viejo continente.

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