“En un tiempo en el que la religión es manipulada por los extremistas, los líderes religiosos reunidos en Kyoto demuestran a todo el mundo la capacidad de las comunidades religiosas de iluminar el sendero de la paz cuando trabajan juntos”, afirmó el Dr. Vendley, Secretario General de la Conferencia Mundial de las Religiones por la Paz (WCRP), en la conclusión de su VIII Asamblea mundial, en la que participaron más de dos mil personas.

Los 800 delegados, provenientes de más de 100 países, eran exponentes Budistas, Cristianos, Hindúes, Musulmanes, Hebreos, Jainistas, Sikhs, Sintoístas, Zoroastrianos e Indígenas. Entre los musulmanes figuraban personalidades de relieve como el ex presidente iraní Khatami y el príncipe de Jordania, Hassan Talal. Como jede de la delegación hebrea participó el rabino David Rosen, presidente de la Comisión internacional hebrea. Guiaban la representación católica, los cardenales Stephen Fumio Hamao, japonés, y el boliviano Julio Terrazas Sandoval.

Los líderes religiosos de Irak, Corea del Sur, Sri Lanka y Sudán han demostrado la singular capacidad de la Asamblea de reunir a delegados provenientes de zonas en conflicto. Los líderes religiosos chiítas, sunitas y curdos, de Irak, en conflicto en su país, en una declaración conjunta afirmaron: “Hemos hablado con audacia, valentía y con confianza. Ahora caminamos por este sendero de diálogo. Si Dios quiere, alcanzaremos una línea verde de paz para todo Irak”. Los representantes hindúes y budistas, provenientes de Sri-Lanka, se estrecharon públicamente la mano, y han solicitado el cese-al-fuego y el reinicio de las conversaciones de paz.

Como conclusión de la Asamblea, los delegados han adoptado las veinte recomendaciones de una Declaración que “pone a las comunidades religiosas en el centro de los esfuerzos para afrontar localmente la violencia en todas sus formas”. El documento va dirigido no sólo a los líderes religiosos, sino también a los gobiernos, a las organizaciones internacionales, para llevar adelante la seguridad compartida mediante el apoyo recíproco, la educación, la colaboración con y entre las comunidades religiosas.

Las raíces espirituales del diálogo entre las religiones y su compromiso a favor de la paz han sido el centro del mensaje de Chiara Lubich, una de las presidentes honorarias de la WCRP, representada por una delegación internacional del Movimiento de los Focolares. La presidente de los Focolares puso el acento en el “amor que une”, “aquél que cada uno de nosotros, empezando por sí mismo, puede injertar en todas sus relaciones”. Hasta “hacer resplandecer, juntos, por el amor recíproco, la presencia de Aquél que nos trasciende y que es infinitamente más grande que nosotros”. “Una presencia nueva de Dios que comporta tolerancia, comprensión, perdón, paz, alegría, y que enciende esa llama de amor que fusiona a los hombres en comunión, ilumina el camino de la existencia y no puede no abrir brecha en el corazón de todos”.

Dos sesiones de la Asamblea mundial han dado voz a las mujeres y a los jóvenes de diversos credos. Más de 400 participantes, de 65 países, han concluido la Asamblea de las mujeres de las Religiones por la Paz, el 25 de agosto, con una Declaración en la que se afirma que “las mujeres de fe tienen fuerza y esperanza cuanto todo parece sin esperanza”. La Asamblea de los jóvenes, reunidos en Hiroshima, del 21 al 25 de Agosto, en una Declaración propia, proclamó que elige “la esperanza porque es el único camino para progresar”.

La WCRP, Conferencia Mundial de las Religiones por la Paz, es el más grande organismo mundial que reúne a líderes y organizaciones de las diversas religiones. Instituida en 1970, se funda en el principio del profundo respeto de las diversidades religiosas. Promueve la cooperación para sanar los conflictos, construir la paz y el desarrollo. Estos grandes encuentros periódicos favorecen sobre todo el conocimiento recíproco y el diálogo.

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