El mensaje evangélico se puede convertir en “fuerza transformadora y humanizadora en áreas de crisis”. Quienes dan testimonio de ello son algunos de los Obispos provenientes de todo el mundo reunidos desde el domingo pasado, 24 de febrero, hasta el viernes 29, en el Centro Mariápolis de Castelgandolfo.

De hecho, alrededor de 90 entre Obispos y Cardenales, de 42 naciones, participaron en el 32º Congreso internacional de los Obispos amigos del Movimiento de los Focolares que este año tiene como tema: “La Palabra está viva: personas, ambientes, estructuras que se transforman”.

El miércoles pasado, después de haber participado en la Audiencia general del Papa, algunos Obispos, en representación de las diversas áreas geográficas, intervinieron en una rueda de prensa en la sede de la Federación de Prensa italiana.
Tomando la palabra el Cardenal Ennio Antonelli, Arzobispo de Florencia, dijo que “en los muchos testimonios hemos podido constatar como la Palabra renueva la vida de las familias, de los jóvenes, de las parroquias, una renovación profunda en la comunión”.

“Se ha reforzado en nosotros la convicción de que el testimonio de la Palabra de Dios, escuchada, vivida, encarnada en la vida, el intercambio de experiencias suscitado por la Palabra es un camino importantísimo para la evangelización hoy”.

“La gente no sólo quiere escuchar hablar de Jesús, quiere verlo –como escribió Juan Pablo II en la Novo Millennio Ineunte-. Y los Movimientos de algún modo lo hacen ‘ver’, hacen palpar la presencia del Señor, la potencia de su palabra que es creadora de vida nueva”.

Por su parte, el Arzobispo de Palmas (Brasil), Mons. Alberto Taveira Corrêa, puso de relieve la importancia del diálogo y de las sectas, subrayando que en este frente “el compromiso es doble: formar a los cristianos a la vida del Evangelio y crear relaciones también con las personas que participan en estos grupos, tratando de establecer un diálogo”.

El Arzobispo emérito de Bamenda (Camerún), monseñor Paul Verzekov, dio testimonio del compromiso de la Iglesia en el difícil trabajo de reconciliación, tanto que “en nada menos que 4 países (Togo, Benín, Congo y República Democrática de Congo), a petición del pueblo, y con la autorización de la Santa Sede, las comisiones nacionales para la mediación y reconciliación, están presididas por Obispos católicos, sin ninguna intención de sustituir a los gobiernos”.

Mons. Verzekov se refirió después a la acción pacificadora de Movimientos y Comunidades, como la Comunidad de San Egidio en Mozambique y la que lleva adelante el Movimiento de los Focolares, difundido en todo el continente, gracias al “compromiso de vivir el Evangelio en la vida cotidiana”.  A este punto citó la vasta acción de evangelización que llevan adelante los mismos jefes de las tribus en Fontem y otras aldeas, involucrando al pueblo y habló de los frutos de reconciliación y de convivencia pacífica que se encuentran en estas áreas de su país.

De la grave situación política y religiosa que atraviesa Líbano habló el Obispo maronita de Baalbek, Mons. Simón Atallah, quien dijo que “mientras que, precisamente los jóvenes habían creído que eran las armas las que abrirían caminos de esperanza para el país, ahora estos mismos jóvenes, musulmanes y cristianos, están descubriendo que la verdadera fuerza está sobre todo en la religión. Se han dado cuenta de que no hay esperanza ni en las armas ni en la política”. “Lo importante –dijo- es acompañar a la gente a leer a la luz de la Palabra los acontecimientos, a saber encontrar en la religión no odio hacia el otro, sino amor por el otro”.

Sucesivamente habló del redescubrimiento del Evangelio y del Corán, de encuentros de jóvenes de las dos religiones y citó el Movimiento “Expectativas de juventud” que reúne a cristianos y musulmanes con encuentros de más de 1000 jóvenes: “Juntos leen las palabras del Evangelio y del Corán sobre la solidaridad, la fraternidad, el amor al prójimo”.

Sobre la creciente persecución de los cristianos en la India y en especial en el Estado de Orissa, el Arzobispo de Delhi, Mons. Vincent Michael Concessao, dijo que “no podemos culpar a los hindúes, sino sólo a ciertas fuerzas violentas, que por otro lado están presentes en todas las religiones. Lamentablemente los partidos políticos están usando las religiones y estos grupos para sus fines”.  “Se están obstaculizando las conversiones, porque se cree que tienen lugar mediante la fuerza o a través de incentivos deshonestos ¬–continuó- Hemos discutido este problema en las conferencias episcopales y estamos tratando de entender cómo responder”.

En éste contexto, participar en este encuentro de Obispos, refuerza en mí la convicción que la respuesta a todos los problemas es el amor, es la fuerza más potente, porque es participación a la vida misma de Dios que es amor”.
Y “estas atrocidades contra los cristianos ¬–agregó- son una nueva oportunidad de dar testimonio del amor cristiano, del amor a los enemigos”.

De esperanza habló el Cardenal Miloslav Vlk, Arzobispo de Praga y moderador del Congreso: “”Para mí estos encuentros son un refuerzo en la esperanza, sobre todo abren un horizonte mundial y ya se entrevé realizado cuanto está escrito en el Apocalipsis: “He aquí que yo hago nuevas todas las cosas. Ya aparecen los nuevos brotes, ¿no los ven?”.

Después el Cardenal dio testimonio de esta esperanza, hablando de los años, del ’52 en adelante, cuando una vez concluidos los exámenes de bachillerato, vio que se le cerraban todas las posibilidades por no formar parte de la juventud comunista, y de cómo se sintió iluminado por la Palabra: “Sométanse a la potente mano de Dios, para que los ensalce en el tiempo oportuno”.
A partir de entonces muchas puertas se han abierto: “La Palabra de Dios se realiza siempre. Ésta es mi gran experiencia, es más, es la seguridad que me ha acompañado toda mi vida”, concluyó.

De la Agencia ZENIT del 28 de febrero de 2008

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