8 de agosto de 2010: espléndida jornada de sol en Krizevci, Croacia. Y no sólo como tiempo atmosférico. Un transeúnte casual, de hecho, probablemente notaría una alegría de particular intensidad en los rostros de los habitantes de la ciudadela Faro. En especial entre las y los focolarinos que vinieron acá desde los países cercanos –Croacia, Serbia, Macedonia, Bosnia Herzegovina, Moldavia, Rumanía y Bulgaria –, para encontrarse con Emmaus, la presidente de los Focolares, “su” presidente.

Enamorados de Dios
Le hablaron de la vida en medio a tantos pueblos diversos, divididos a lo largo de la historia por muros dolorosos de guerras e incomprensiones. Le cuentan alegrías y dificultades, esperanzas y decisiones: “¡O vivimos como enamorados de Dios o no tiene sentido lo que hacemos!”. Emmaus respondió agradeciéndoles por su fidelidad, porque “a pesar de los tantos idiomas, credos y proveniencias, todos pertenecen al único pueblo de Dios”. Lo subrayó también Giancarlo, el co-presidente, impresionado al verlos tan fuertemente “corazón y al servicio” de las comunidades.

Rayo de sol
En la tarde, para los huéspedes empezó la visita al preescolar “Rayo de sol”. Surgido en 1995, cuenta con 4 secciones mixtas para un total de 110 niños de los 3 a los 6 años; hoy en día es la flor en el ojal no sólo de la Mariápolis Faro, sino también de toda la ciudad. De hecho, enseguida después de la guerra los focolarinos preguntaron al municipio cuál era la necesidad primaria de la población, y la respuesta fue precisamente, un preescolar. Con la ayuda recibida del extranjero, mucha fantasía e iniciativas concretas, empezó entonces la aventura educativa que hoy es un modelo en Croacia y en otras naciones.
Integrando la pedagogía agazziana con principios educativos que son fruto del carisma de Chiara Lubich –en especial la cultura del dar, la educación para lo difícil, el dolor, a la paz, la acogida de quien es diferente y el arte de amar-, se trabaja en la formación integral de la personalidad de los niños y el desarrollo de sus capacidades cognitivas y comunicativas. Después de 15 años de actividad, también gracias a la colaboración con Educación y Unidad, la experiencia realizada se ha vuelto un aporte científico precioso para enuclear paradigmas de comunión también a nivel académico, como en las Facultades de Pedagogía de Zagabria (Croacia) y de Skopje (Macedonia).

Ideal y familias
En la noche tiene lugar el encuentro con las familias que viven en la ciudadela, y contribuyen, entre otras cosas, a dar vida a las empresitas de Economía de Comunión afiliadas. Gente bella, familias unidas que han pasado por el horror de la guerra sin perder la confianza en el amor de Dios que vence todo. Son muchos los testimonios, sencillos y concretos: “Somos afortunados, nuestros hijos desde pequeños respiran este clima de amor recíproco”. “Aquí aprendemos a vivir honestamente nuestro ser ciudadanos responsables”.  “Todos los días, después del trabajo, regresando a la ciudadela nos damos cuenta de lo importante que es para nosotros este Ideal”. “Hemos venido aquí para ayudar a otras familias y hemos recibido el céntuplo”.
Emmaus confirma: “La ciudadela está hecha de casas, árboles, pero sobre todo de personas que dan testimonio del amor recíproco y dejan su huella en estas piedras, en las casas acogedoras y armoniosas, en todo. Si no existieran ustedes la ciudadela no existiría. Es su amor recíproco lo que justifica el nombre, Faro, encendiendo la luz”.
 “Sí – concluye Giancarlo-, es mérito de ustedes porque han creído en la posibilidad de ser ciudadela y, con su fuerza y constancia, son la promesa de tantos frutos para el futuro”.

Giulio Meazzini

 Otras imágenes de la visita a la ciudadela  Faro: Galeria fotográfica

 

 

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