Durante una solemne ceremonia pública, que tuvo lugar el 16 de diciembre en el Aula Magna del Palacio San Pío X, el grupo internacionalGen Verde recibió, por voluntad de Benedicto XVI, la “Medalla del Pontificado 2010”, un calificado reconocimi8ento “por su compromiso artístico fuertemente impregnado de valores evangélicos y abierto al diálogo entre pueblos y culturas”, según dijo el Papa en su mensaje de saludo, leído por el Cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado.
El Premio de las Academias Pontificias se atribuye, todos los años, a una persona o institución, cuyo trabajo de investigación, obra o actividad contribuyen en forma relevante al desarrollo de las ciencias religiosas, del humanismo cristiano y de sus expresiones artísticas.
El Gen Verde presentó al concurso Mariología 2010 el musical “María, flor de la humanidad”, que se presentó en varias ciudades italianas y en pasado abril en Portugal, en Fátima, como evento preparativo a la venida del Santo Padre.
El espectáculo recibió el consenso por parte del público en muchas plazas italianas, más allá de toda expectativa, el mismo presenta a María como la figura de una mujer cuyo encanto atraviesa los siglos en una continua disolvencia entre la suya y nuestra historia. Un retrato de gran impacto emotivo, capaz de hablar directamente a la mente y al corazón de la gente restituyendo la imagen común de la Madre de Jesús, “mujer de la cotidianidad y compañera de viaje”, tal como se expresaron algunos espectadores durante la gira en Sicilia el pasado verano.
Además de la intervención del Card. Bertone, saludó el Card. Gianfranco Ravasi, presidente del Consejo Pontificio para la cultura y presidente también de dicho Consejo de Coordinación, quien subrayó la importancia del canto como instrumento para alabar a Dios.
Finalmente, Mons. Bruno Forte, Arzobispo de Chieti-Vasto y conocido teólogo presentó una reflexión sobre el tema “María la tota pulcra”.
Durante la ceremonia el Gen Verde presentó algunas escenas del espectáculo premiado, concluyendo con una especialísima interpretación del “Salve Reina”.