Es en el difícil y lamentablemente bien conocido contexto de los Territorios Palestinos, que María Voce, presidente de los Focolares, se encuentra con algunos políticos y administradores municipales, cristianos y musulmanes. Entre ellos el alcalde de Belén; Victor Batarseh, el Ministro de Turismo, la señora Khouloud Daibes, Ziad Al-Bandak, consejero del Presidente para las relaciones con los cristianos del gobierno palestino.

La iniciativa fue de la Fundación Juan Pablo II, que desde el 2007, por iniciativa del Padre Ibrahim Faltas, antiguo superior del convento que está al lado de la Basílica de la Natividad, ha invertido muchas energías, especialmente en el período del “asedio”, para lograr mediante sus programas, ofrecer conocimientos, recursos e infraestructura para el desarrollo ya sea a nivel individual y comunitario de Palestina, también gracias al aporte de muchas otras instituciones públicas y privadas, en su mayoría italianas, como la CEI (Conferencia Episcopal Italiana), la Provincia de Trento, la Región de Toscana, ACLI…-. El Padre Ibrahim subrayó la extraordinaria sintonía que existe entre Juan Pablo II y Chiara Lubich, “hasta el punto que este encuentro de hoy era más que necesario”.

María Voce por su parte subrayó su alegría de “compartir con quien tiene en sus manos las suertes de este mundo, nuestros ideales de fraternidad”. Una fraternidad que en política quiere decir actuar de forma tal que la gente se sienta apreciada y apoyada por quien tiene confiada la administración pública. Porque, como decía Chiara Lubich. “la política es el amor de los amores”. El alcalde de Belén inmediatamente quiso subrayar “que los ideales de los Focolares son también los nuestros”. Es un esfuerzo que nos puede llevar a abatir estos muros que dividen estas tierras. No tanto y no sólo los muros materiales, aquellos visibles, sino sobre todos aquellos invisibles.

El Padre Ibrahim está convencido de que: “Del inmenso dolor del pueblo está naciendo una generación de jóvenes responsables, que quieren la paz y que también parecen ser capaces de administrar el poder. Pero es necesario que la comunidad internacional, tanto la civil como la política, les esté cerca, abra espirales de paz y los sostenga, también gracias a iniciativas para financiar la fundación, que trabaja en el campo de la instrucción, la promoción deportiva y cultural, del periodismo, de la artesanía. Ciertamente las iniciativas para una paz que definiría como ‘profunda’, como la de los Focolarinos, con esenciales para seguir esperando”.

de Michele Zanzucchi

Fuente: Città Nuova online

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