Miércoles 3 de agosto. En una límpida jornada María Voce y Giancarlo Faletti visitaron el centro histórico de Liubliana y el Parlamento, recordando la visita efectuada por Chiara Lubich en 1999, allí saludaron al vicepresidente el Dr. Vasja Klavora. Los acogió con exquisita cordialidad, haciéndolos visitar después las aulas del Senado y de la Cámara: una mirada a la historia pasada y presente de Eslovenia. Seguidamente María Voce y Giancarlo Faletti se reunieron con el pastor evangélico Geza Filo. Les agradeció por el aporte de los Focolares a la causa ecuménica y social del país, y definió a Chiara Lubich, a nombre de su obispo, como una persona “enviada por Dios”.

Un momento realmente lleno de significado fue el encuentro en el gimnasio de Medvode, a pocos kilómetros de la capital, con alrededor de 1200 personas, provenientes de todas partes del país, como prueba de la vitalidad de tantas comunidades locales, resaltaban numerosas parejas jóvenes con un enjambre de niños vivaces.

Un “pueblo” ordenado y compuesto se presentó ante María Voce y Giancarlo Faletti con cantos y la narración de la historia de los Focolares en Eslovenia: un acontecimiento luminoso, que conoció también etapas de sufrimiento. No hay nada superfluo en los testimonios ofrecidos por representantes de las distintas generaciones, al calor de una familia que se reúne para celebrar una fiesta, por largo tiempo esperada.

Después le tocó a María Voce y a Giancarlo Faletti entretejer un diálogo con los presentes mediante una densa red de preguntas planteadas por jóvenes y adultos, por sacerdotes y parejas, sus respuestas ofrecieron un aporte rico de experiencia y sabiduría. “¡Ánimo!”, concluyó María Voce en idioma esloveno. Sus intervenciones estuvieron caracterizadas por esta exhortación. Han sido las naciones del Este de Europa, dijo, “las que han podido experimentar un tipo de unidad con ciertos valores, pero que se resquebrajó porque no estaba construida en Dios”, son precisamente ellas quienes, ante la agresividad materialista, deben “hacer descubrir a las otras naciones de Europa que no se puede construir una unidad auténtica si no está basada en Dios”.  “Ustedes –agregó- con su experiencia pueden decir que la única revolución con frutos positivos es el Evangelio”. De allí surge la necesidad de “vivir y hablar” de “mejorar” el testimonio mediante la vida y la palabra radicada en el Evangelio, sin temor.

Es una auténtica consigna la que María Voce ofrece al pueblo esloveno, en esta tierra donde pudo encontrar tanta armonía. “Esta vida de comunión –concluye- que sentimos apenas llegamos, y que caracterizó esta visita –fruto del amor recíproco- sea total con todos y cada uno. Llevémosla al mundo entero”.

La mañana siguiente, 4 de agosto, la Presidente de los Focolares visitó a Mons. Anton Stres, Arzobispo de Liubliana  y Presidente de la Conferencia Episcopal Eslovena. Después se encontró con los sacerdotes del Movimiento y los religiosos que viven la espiritualidad de la unidad, concluyeron con la celebración de la Santa Misa en el Santuario de Brezje, a 50 km de la capital.

 ¡Hasta la vista Eslovenia! Una visita bajo el signo del “vivir las palabras del Evangelio con la radicalidad de los orígenes del Movimiento, y hacerla conocer a todos”. Una consigna fascinante para este pequeño pueblo valiente.

 Del enviado Mario Dal Bello

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