Campus con ancianos (29 de julio/7 de agosto). Nos unía un objetivo sencillo, pero preciso: amar. Con este deseo en el corazón pusimos, juntos, manos a la obra.

En medio del tórrido calor veraniego, fue un duro trabajo de servicio: limpiar las habitaciones de los ancianos, servir la comida, animar veladas para ellos… pero el amor circulaba, se sentía en la atmósfera. Había una atención especial a la hora de hacer las cosas, juntos, para no dejar a nadie de lado, con la disponibilidad de perder la propia idea cuando el conjunto consideraba que no era apropiada. Todo se hizo bajo el signo de la sonrisa… y esto hizo extraordinaria cada cosa.

Los ancianos confiaban en nosotros y nos animaban. Si la flor de papel maché que embellecía la sala no era tan perfecta, o el cartel del bingo hecho a último momento no estaba tan bien terminado, sabían siempre disimular.

Por nuestra parte, nos escribe Salim, de Kenia: “Estoy contento de haber estado en el campus, me sentí como en casa porque este tipo de actividad me despertó el deseo de ser feliz. ¡No hay tristeza cuando amamos así!”.

Cáritas (1/14 DE agosto). Para permitirles a los voluntarios de la asociación tener unos días de vacaciones, nos propusimos encargarnos nosotros de las múltiples actividades que se desarrollan en nuestro territorio en el período de verano,.

Esta vez el trabajo consistía en la preparación de los menú, el empaque de los almuerzos y finalmente en nuestro donarnos a los tantos marginados de nuestra ciudad, descubriendo su mundo.

Para nosotros fue sorprendente descubrir cómo, día tras día, no hubo un sólo momento en el que se apagara la sonrisa de nuestro rostro a pesar de los problemas que no faltaron.  Un regalo más, además de las comidas que se distribuían, a muchos que venían cotidianamente.

A su regreso los voluntarios nos felicitaron por el trabajo desarrollado y nosotros constatamos cómo las ideas divergentes se armonizan, si se vive la regla de oro y mantenemos la sonrisa en los labios.

Ahora, después de este verano tan activo y aventuroso, todavía más recargados, estamos listos para empezar el nuevo año. Juntos, queremos hacer ver la belleza de esta nueva corriente de vida y corremos decididos hacia la gran cita del próximo septiembre: el Genfest 2012.

A cargo de los Jóvenes por un Mundo Unido de Sassari.

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