Prof. Luigino Bruni, en su artículo publicado en Nueva Humanidad, Ud. describe la figura del empresario de una forma muy especial, ¿nos puede explicar como ha ocurrido que la figura del inversor, del manager, del especulador, se ha ido confundiendo con la del empresario-innovador?
Depende en gran parte de la revolución de las finanzas, que ha invertido la economía (praxis y teoría) en los últimos 20 años (…) por efecto de la globalización. El Occidente ha disminuido su crecimiento, pero no ha querido reducir los consumos. La finanza creativa ha prometido una fase de crecimiento de los consumos sin crecimiento de las utilidades, con nuevos instrumentos técnicos. Esto ha hecho que muchos empresarios se hayan transformado en especuladores, pensando en sacar provecho especulando, abandonando su sector tradicional y vocación. Una segunda razón ha sido la uniformidad de las culturas empresariales, bajo influencia de un fuerte poder de la cultura anglosajona. La tradición europea e italiana de gestión de empresas, tenía la característica de una gran tensión a la dimensión comunitaria y social debido a la presencia de un fuerte paradigma católico-comunitario. Esto ha hecho que junto con la primera causa de la revolución financiera, que los managers asumieran un rol cada vez más central en las grandes empresas, en desmedro de los empresarios tradicionales. Hoy existe una enorme necesidad de relanzar una nueva tanda de empresarios, si queremos salir de la crisis, y reducir el peso de los especuladores.
Partiendo de la Teoría del desarrollo económico de Schumpter , Ud. describe el mercado como un “círculo virtuoso” entre innovación e imitación (…) pero el beneficio para el innovador, está esencialmente circunscripto al periodo de tiempo que pasa entre la innovación y la imitación. ¿Cómo evitar que este “círculo virtuoso” genere el daño recíproco entre empresas?
En este caso un rol importante lo desempeña la política, y en general las instituciones, que deberían lograr con oportunas normativas y garantías de la competencia y del correcto funcionamiento de los mercados, que el círculo sea virtuoso y no vicioso. Un rol co-esencial también lo desempeña la sociedad civil, los ciudadanos-consumistas que con sus elecciones de compras deben premiar a las empresas que tienen comportamientos éticamente correctos y “castigar” (cambiando de marca del producto) a las que tienen un comportamiento depredador y agresivo. El mercado funciona y da frutos civiles cuando está en continua relación con las instituciones y la sociedad civil.
Para terminar, Ud. traza las características de la “competencia civil” en la cual la competencia no se juega entre el eje Empresa A contra Empresa B para eliminar al Cliente C en cambio sí, Empresa A pro Cliente C y Empresa B pro Cliente C. ¿Nos puede explicar los efectos positivos que genera esta forma diferente de ver a la competencia?
En primer lugar contribuye a crear un tono afectivo distinto en la vida del intercambio de mercado. Nuestra lectura y descripción del mundo es muy importante para los comportamientos que ponemos en acto. Si leo que el mercado es una lucha que hay que vencer, cuando vivo momentos de intercambio de mercado o también en el trabajo, tiendo a acercarme a estos ambientes, con una actitud mental y espiritual que influye mucho en los resultados que luego obtengo y la felicidad (o infelicidad) que experimento. Si en cambio veo el mercado como una gran red de relaciones cooperativas, favorezco la creación de bienes que se relacionan también en los momentos “económicos” de mi vida y la felicidad individual y colectiva aumenta. Además leer el mercado como cooperación adhiere más a la visión de los grandes clásicos de la historia del pensamiento económico (Smith, Mill, Einaudi y hoy Sen o Hirschman) y estamos más cerca de lo que millones de personas experimentan cada día trabajando e intercambiando y no solo en la economía social. Y como ejemplo de “competencia civil” citaría el microcrédito , la cooperación social, la economía de comunión, el comercio equo y solidario. Son ejemplos de esta competencia civil, al menos como fenómenos macroscópicos.