Lorena asiste a quinto año de escuela primaria y todavía hoy se acuerda de su primer año de escuela en el Centro Educativo “Fiore” (CeF) en la ciudad de Guatemala. Se lo cuenta a Maria Voce y a Giancarlo Faletti en el tercer día de su visita a la comunidad de los Focolares en este país centroamericano. Están escuchándola también sus compañeros y las maestras. Ella cuenta que aquel primer día tenía vergüenza de acercarse a los otros niños y se mantenía apartada, hasta que de manera imprevista, una niña se le acercó para jugar con ella y así se sintió enseguida a gusto. Aún hoy siguen siendo dos grandes amigas y se ayudan una a la otra.

El CeF – que cuenta hoy con 210 alumnos y 18 que son docentes o empleados de distintas tareas-, nació en el 2003 con el fin de “formar personas íntegras que se integren en el mundo adulto con valores sólidos, los que surgen del Evangelio y que son acordes a los valores naturales de la cultura del lugar”, dice la directora Marité Aguilar. Es un programa que recibió, en hechos, el agradecimiento de la sociedad, porque el programa educativo de Guatemala, como en todos los países centroamericanos, es tal vez el frente de guerra, donde las llagas de esta sociedad se evidencian con mayor claridad.

También Javier, de tercer año de escuela, aprendió algo nuevo: aprendió a reconciliarse con las personas con las cuales se había peleado, con el simple gesto de saber pedir disculpas. Es así que se forman estos alumnos, fortaleciendo los valores del reracionamiento recíproco, y así podrán mostrar la calidad de relación en la sociedad, en el futuro de cada uno de ellos.

Los chicos y las chicas bailan danzas guatemaltecas, representando los cuatro mundos culturales que componen este pueblo – el maya, el garifuna, el xinca y el metiche. En su visión inocente expresan una armonía que el mundo adulto no logra aún alcanzar.

María Voce, concluyendo la mañana, acentúa las riquezas de este pueblo que le dio en estos primeros días, una clave para comprender las culturas a las que ha empezado a acercarse en este viaje latinoamericano.
Filippo Casablanca, ciudad de Guatemala.

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