En el Antiguo Testamento el fuego simboliza la Palabra de Dios pronunciada por el  profeta. Pero, también, el juicio divino que purifica a su pueblo, cuando pasa por medio de él.

Así es la Palabra de Jesús: ella construye pero, contemporáneamente destruye lo que no tiene consistencia, lo que debe caer, lo que es vanidad y deja en pie sólo la verdad.

Juan Bautista había dicho de Él: «Él les bautizará con Espíritu Santo y con fuego»[1], preanunciando el bautismo cristiano inaugurado el día de Pentecostés con la efusión del Espíritu Santo y la aparición de las lenguas de fuego[2].

Por lo tanto, esta es la misión de Jesús: arrojar el fuego sobre la Tierra, derramar al Espíritu Santo con su fuerza renovadora y purificadora.

«He venido a traer fuego sobre la Tierra y ¡cuánto desearía que ya estuviera encendido!».

Jesús nos da el Espíritu. Pero, ¿en qué modo actúa el Espíritu Santo?

Lo hace difundiendo el amor en nosotros. Ese amor que nosotros, como es su deseo, debemos mantener encendido en nuestros corazones.

Y ¿cómo es este amor?

No es terrenal, limitado; es amor evangélico. Es universal, como el del Padre celestial que manda la lluvia y el sol sobre todos, sobre los buenos y sobre los malos, incluso, los enemigos.

Es un amor que no se espera nada de los demás, sino que siempre toma la iniciativa, es el primero en amar.

Es un amor que se hace uno con cada persona: sufre con ella, goza con ella, se preocupa con ella, espera con ella. Y lo hace, si es necesario, concretamente, con obras. Un amor, por lo tanto, no sencillamente sentimental, no sólo de palabras.

Un amor por el cual se ama a Cristo en el hermano y en la hermana, recordando sus palabras: “Conmigo lo hicieron”[3].

Es un amor, todavía, que tiende e la reciprocidad, a realizar, con los otros, el amor recíproco.

Es este amor que, siendo expresión visible, concreta, de nuestra vida evangélica, subraya y da valor a la palabra que después podremos y deberemos ofrecer para evangelizar.

«He venido a traer fuego sobre la Tierra y ¡cuánto desearía que ya estuviera encendido!».

El amor es como un fuego, lo importante es que permanezca encendido. Y, para que sea así, hace falta siempre quemar algo. Ante todo, quemar nuestro yo egoísta, y esto se hace porque, amando, estamos proyectados en el otro: o en Dios, cumpliendo su voluntad, o en el prójimo, ayudándolo.

Un fuego encendido, aunque sea pequeño, si es alimentado, puede llegar a ser un gran incendio. Ese incendio de amor, de paz, de fraternidad universal que Jesús trajo a la Tierra.

                                                                                              Chiara Lubich


[1]     Lc 3,16.

[2]     Cf Hch 2,3.

[3]     Mt 25,40.

8 Comments

  • Whenever I read the Word of Life, or any other material by Chiara Lubich, I feel renewed and very refreshed. Thank you for keeping the website so updated. Two weeks ago I had a feeling that I have been away from God because I have not really loved. I read the text of Chiara about starting again and it made me feel that God was closer to me than never before. I came to realize that he never leaves us despite the nature of our sinful way of life. What is important is to accept his will.
    James – Nairobi KENYA

  • Sou es da Fazenda Esperança, colocamos diariamente a palavra de vida em prática,mas, a Palavra de Vida do mês de novembro me marcou muito, «Portanto Vigiai….quem ama, sabe esperar» tive uma experiência fortíssima. passei 3 meses da triagem sem visitas, qdo em novembro, chegam p/ visitar-me minha esposa, filho,meu pai, minha sogra, meu irmão, enfim, minha família, que eu machuquei tanto, mas com a graça de DEUS, me perdoaram e se deixaram perdoar. Continuo fazendo várias experîências com a palavra. Muito Obrigado, um forte abraço a todos. Paz e Bem!!

  • Soy de Uruguay,pero ahora vivo en España.En mi pais leia las publicaciones todos los meses,y compartia la lectura en otros grupos, me gustaria seguir haciendolo.Soy catequista. Muchas gracias y un saludo.

  • Vieni Spirito Santo nel mio cuore, vieni Spirito Santo nella mia famiglia e accendi il fuoco del Tuo Amore, la fiamma Viva della carità, Dell’umiltà, della Tua infinita Gioia…

  • Il suo solo fine è di rendere gli uomini contenti e felici per ogni istante della loro esistenza.Ma ci vuole un cambiamento di vita,per poter accettare Lo Spirito Santo,il fuoco che brucia, serve sottomettersi con umiltà al suo Amore.

  • The word of this month is so rich. Having been «cleansed» last month, it is time for action: to love and to set the world on fire! According to your wish, and in my own little way, I will love you in every neighbour that I meet. In loving, I think I will be able to evangelize better. I thank Chiara Lubich for this wonderful Word of Life for this month and my next correspondence, by God’s grace, will be coloured with beautiful acts of love.

    Camilla, Buea-Cameroon

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