Mi familia vive en Jordania desde hace años, pero somos de origen palestino. Siento en mi piel la tragedia que divide mi pueblo del pueblo israelita. Como todos saben, la situación es todavía gravísima. A mi padre, por motivos políticos, le está prohibido, desde los 30 años, volver a Palestina. Para mi es difícil también ir a encontrarme con mis familiares que quedaron en Belén. Algunos de mi familia estuvieron en la prisión de Israel, otros murieron por culpa de la guerra.

La injusticia en este tema me hace mal, y como la cultura en que nací alienta a las personas a responder a la violencia con la violencia, también yo advertía esta violencia dentro mío y la justificaba cada vez que la veía en los demás.

Vine a estudiar a Italia, al Instituto universitario Sophia, tenía muchas preguntas. Aquí estoy haciendo una experiencia nueva, fuerte. He elegido la orientación política y he comenzado a entrar en un nuevo escenario: he descubierto, por ejemplo, que el principio de la fraternidad puede ser una verdadera y precisa categoría política frente a la libertad y la igualdad. He comprendido que la fraternidad es una elección, una respuesta que repara la injusticia. Aquí no se estudia solamente, se le dá una gran importancia a la experiencia y más se vive, más se comprende lo que se estudia

Hace algunos meses, me impresionó enormemente la noticia de que Israel y Palestina habían establecido un acuerdo para el intercambio de prisioneros: leía en Internet que habría sido 1 por 1027. Era una noticia increíble! Muchos de estos palestinos estaban en la prisión desde hacía treinta, cuarenta años…. Habría deseado muchísimo estar en casa para festejar este momento con la familia y los amigos. Estaba conmovida. Con los demás estudiantes hablé largamente sobre lo que sucedía en mi País y también ellos, que son de distintas nacionalidades, festejaron junto conmigo!

Con algunos de ellos fuimos a la iglesia a rezar por estos prisioneros que eran liberados, rezamos también por sus familias. Pero cuando estaba saliendo, un estudiante me dijo: “…rezo también por aquel prisionero israelita”. ¡No estaba de acuerdo! ¿Cómo podía decir eso? Intercambiar una persona por otras miles me parecía sumamente injusto….

Volviendo a casa, retomé los libros pero no lograba estudiar, estaba furiosa. Mil pensamientos…. hasta que se despejó una pregunta: ¿qué sentido tiene estudiar la fraternidad teóricamente, si no la transformo en experiencia? Tal vez tendría que rezar también yo por este prisionero y por su familia…. Interiormente tuve que dar muchos pasos, era difícil, me costó mucho, pero al final lo logré y lo hice de verdad con el corazón.

Pasados algunos meses, siento una enorme gratitud hacia aquéllos que vivieron conmigo ese momento, los estudiantes y los profesores del IUS. No estoy solamente estudiando la fraternidad, sino que ahora la experimento, ya sea en la relación con ellos como dentro mío. Samar Bandak – Jordania”

( http://www.iu-sophia.org/it-IT/_News_1314 )

(Fuente: sitio oficial del Instituto internacional Sophia:  http://www.iu-sophia.org )

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