Bloqueados durante días bajo las bombas del barrio católico de la Franja de Gaza, tres focolarinos fueron liberados gracias a la intervención del Patriarca Latino de Jerusalén, de los consulados de Francia, Corea e Italia y lograron salir escoltados por un convoy de las Nazioni Unite Un coloquio con las dos focolarinas que vivieron en primera persona el inicio de la nueva crisis.

 «No se entiende mucho lo que está sucediendo, ni dónde se quiere llegar. Lo cierto es que la situación es grave, se tiene la impresión de estar al borde de un abismo», me dicen por teléfono las dos focolarinas que se vieron sorprendidas por los bombardeos israelíes mientras visitaban los amigos de los Focolares que viven en la Franja.

«Salimos el miércoles, Corres de Corea, Gérard que es francés y yo, para visitar nuestra comunidad –cuenta Francesca, joven de treinta y cinco años, enfermera de profesión y vive desde hace más de 10 años en Jerusalén; queríamos ir ya desde hacía varios meses, pero por varias circunstancias lo  habíamos postergado. Apenas llegamos supimos de la muerte del jefe militar de Hamas, después de haber oído una fuerte explosión por el bombardeo. A partir de ese momento fue prácticamente imposible salir del pequeño barrio cristiano donde estábamos alojados, excepto por breves momentos».

Corres prosigue la narración: «Habíamos llevado una ayuda para los amigos de Gaza, recogida entre los amigos del Movimiento: ropa, útiles escolares, juegos para los niños, comida. Distribuimos las pocas cosas entre los amigos cristianos, en una atmósfera que era muy tranquila. Hemos sido testigos de la generosidad de esta gente, que recibiendo los dones a menudo nos indicaban otras familias que tenían más necesidad. A pesar de que se oían las bombas que caían, podemos decir que permanecimos seremos. Rezamos juntos, nos reunimos en pequeños grupos que querían saber noticias de nuestras comunidades de Israel, Palestina y del mundo. Jugamos con los niños y tomamos té con jóvenes y adultos».

Interviene otra vez Francesca: «Permaneciamos en el primer piso de las casas, porque no hay refugios donde ir, ni haya sirenas de alarma para ser avisados: porque en Gaza no existen ni los refugios ni las sirenas, se vive en una precariedad constante. Nos impresionó la fe de esta gente, su esperanza sin límite, tanto que eran ellos quienes nos animaban. No denotaban temor y nos repetían continuamente: “Estamos en las manos de Dios”. Ciertamente las bombas se oían, y mucho, pero se seguía viviendo con normalidad y en la simplicidad de la vida fraterna. Nos preparaban almuerzos casi de fiesta, a pesar de todo. Uno de ellos fue hasta el puerto para comprar pescado fresco para nosotros y una mañana cocinó en el horno la pizza para el desayuno». El momento más difícil era de noche cuando, ante cada estallido, los vidrios y la tierra temblaban, mientras que los aviones planeaban sobre la cabeza de la gente de Gaza City.

Naturalmente los tres focolarinos habían señalado su presencia a la ONU que estaba preparando una expedición para hacer salir a los voluntarios italianos y otros extranjeros de la Franja.  Durante dos días consecutivos fueron al lugar establecido para partir, pero en cada ocasión un obstáculo impidió que salieran hasta que un convoy de la ONU pudo escoltar a los voluntarios fuera de la Franja.

Concluye Francesca: «Me llevo una imagen de estos días: habíamos llevado colores y cuadernos para dibujar. Un niño pintó una casa debajo de un árbol. Pero en el corazón de la casa había un misil…. Estos niños han crecido sin paz, sin serenidad».

de Michele Zanzucchi (Fuente Città Nuova online)

 

5 Comments

  • Merci pour cette belle et émouvante histoire que vous avez vécue avec foi et confiance en Dieu. Presqu’à la même période à Goma/RD Congo on vivait aussi la guerre.

    Personnellement, à un certain moment les détonations étaient tellement rapprochées et dans mon quartier, mon cœur n’arrivait plus à supporter, je me suis dit qu’avait fait la population de Goma pour mériter ça.
    Mais avec votre histoire je trouve qu’on n’avait pas vécu les bombardements comme à Gaza et vous gardiez toujours confiance en Dieu.

    Prions ensemble pour que les enfants de l’Est de la RD Congo et du Gaza qui grandissent sans connaitre la paix et la sérénité puissent un jour vivre dans la paix, une vrai paix, une paix durable…..

  • Recomeço com todo empenho a rezar e oferecer tudo pel paz, mas sobretudo pedindo a fé, a força e a coragem para esses povos que vivem em guerra. Eu nunca experimentei uma vida assim e é por essas experiencias que imagino a grande dor. Jesus morreu pedindo a Unidade. Vamos continuar a viver o Amor para merecê-la.

  • Esta entrevista, como a anterior com o jovem da Síria, nos lembra que somos irmãos, que cada um daqueles que sofrem é um de nós, parte da nossa família… vivemos por eles e com eles.

    • Siete eroi, radicali nel vivere il Vangelo e Dio vi ha salvati tramite tutte quelle persone. E quanti vivono e sono di esempio a tutti noi che ancora viviamo nella pace. Preghiamo intensamente perchè la pace ritorni! con tutto il nostro cuore Mariapoli Piero – Kenya

  • Per nove anni mio marito ed io ci siamo dedicati ad aiutare i nostri di Terra Santa. Conosciamo bene i e le focolarine e molti della famiglia dei Focolari. Questo mi fa sentire profondamente il dolore che questa guerra provoca.Prego con tutta me stessa il Signore per una rapidissima pace e che tutto il mondo senta come sia importante unire tutte le forze in favore della pace. Se le coscienze saranno toccate dalla assurdità della guerra nel Paese di Gesù, Salvatore di tutti indistintamente,Dio saprà suscitare da questo immenso dolore una nuova fioritura.
    Grazie di aver pubblicato questa notizia. Giuseppina

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