• 500 detenidos fueron beneficiados por el proyecto, donde se vio el desarrollo de 300 procesos penales: se trata de personas que probablemente estarían todavía en espera de la sentencia, pesando en el sistema carcelario.
  • 300 estudiantes de derecho intervinieron en el proyecto
  • 350 familias de los detenidos fueron atendidas por estudiantes y trabajadores de la salud y trabajadores  sociales.
  • Más de 200 ciudadanos fueron liberados.
  • Más de 1000 detenidos fueron beneficiados por asistencia a través de  ropa, juguetes para sus hijos y elementos para la higiene personal
  • Artículos escritos, exámenes  y premios recibidos.

Estos son solo algunos de los resultados conseguidos (entre el 2001 – año del nacimiento del proyecto- y marzo del 2012) por el proyecto de Adopción Jurídica de Ciudadanos Arrestados. Este proyecto fue presentado por la prof. María Perpétua Socorro Dantas Jordäo, coordinadora del mismo y por el prof. Paulo Muniz Lopes, rector de la universidad, en el Convenio organizado por CeD, Fraternidad, derecho y transformación social (que se realizó en la Mariápolis Ginetta, del 25 al 27 de enero de 2013) Es un proyecto que enfrenta la problemática del sistema penitenciario en el Estado de Pernambuco, dirigido a los presos –que están esperando la sentencia- y que deberían ser asistidos por la Defensa Pública.

Son historias de vida, de abandono jurídico, de hombres sin defensa, pero sobretodo necesitados de una mirada de esperanza. Acercar al estudiante de derecho a esta realidad es un desafío constante del Proyecto, sobre todo porque los presos “adoptados” cometieron o se involucraron en crímenes graves. Asumiendo la fraternidad como principio político y jurídico y considerándolo dentro de la perspectiva de los derechos humanos, ¿en qué dirección debe formarse el futuro defensor de la justicia?

Partiendo de la mirada académica sobre una humanización profesional del derecho, se verifica que: por un lado el preso encuentra un instrumento por el cual consigue  el respeto de los derechos humanos, a menudo violados (a causa también del hacinamiento: donde deberían vivir 98 personas hay 1400)  y por otro lado el futuro profesional desarrolla el sentido crítico y toma conciencia de su capacidad de transformación de la sociedad. Pero sobre todo se establece entre estudiante y preso una dimensión de fraternidad, que –asociada a la libertad y a la igualdad- permite a ambos experimentar plenamente la ciudadanía.

El Proyecto de adopción jurídica de detenidos comenzó en el 2001, como fruto de un acuerdo entre la Facultad ASCES, el Tribunal de Justicia del Estado de Pernambuco, y la Secretaría Estatal de Justicia y Ciudadanía. En este contexto la fraternidad fue gradualmente considerándose como principio pedagógico para formar a los estudiantes de derecho. El grupo de investigación prepara a los estudiantes para las actividades de acompañamiento en el proceso judicial  con lecciones teóricas y técnicas de defensa ante el jurado. La metodología aplicada continúa con entrevistas a los detenidos, a sus familias y existe también un trabajo de sensibilización en las escuelas a través de los medios de comunicación.

Se pasa así, de la asistencia a la población carcelaria al debate sobre la fraternidad, se capta que los derechos humanos y la fraternidad están estrechamente vinculados, por los valores democráticos de base, pero sobre todo se difunde una cultura de paz. El trabajo en estos once años de actividad, demuestra la posibilidad de crear un sistema de protección de los derechos humanos, sociales y legales de los detenidos, trabajando a través de la distribución de los bienes producidos por la cooperación social.

 

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