Para entender mejor la Palabra de vida que se nos propone este mes es necesario tener en cuenta las circunstancias que la hicieron surgir: fueron los inconvenientes que se verificaban en las comunidades cristianas a las cuales va dirigida la carta del apóstol Santiago. Se trataba de escándalos, de discriminaciones sociales, de un uso egoísta de la riqueza, de explotación de los trabajadores, de una fe fundada más en palabras que en hechos, etc. Todo esto dio origen a resentimientos y descontentos de unos hacia otros, lo que creó un estado de malestar en toda la comunidad.

«No se quejen, hermanos, unos de otros»

Ya en la época apostólica se podía notar lo que también hoy vemos en nuestras comunidades: las dificultades más grandes para vivir nuestra fe no son generalmente las que nos vienen desde fuera, es decir del mundo, si no las que provienen de lo interno de la comunidad, de ciertas situaciones que surgen y de comportamientos de nuestros hermanos, que no están en la línea con el ideal cristiano. Y esto genera una sensación de malestar, de desconfianza y de consternación.

«No se quejen, hermanos, unos de otros»

Pero, si todas estas contradicciones e incoherencias más o menos graves, tienen su raíz en una fe no siempre iluminada y en un amor aun imperfecto hacia Dios y el prójimo, la primera reacción del cristiano no debe ser la impaciencia o la intransigencia, sino aquella que Jesús nos enseña. Él nos pide una espera paciente, la comprensión y la misericordia, que ayuda al desarrollo de aquella semilla del bien que fue sembrada en nosotros, como nos explica la parábola de la cizaña (Mt 13, 24-30.36-43).

«No se quejen, hermanos, unos de otros»

¿Cómo vivir, entonces, la Palabra de vida de este mes? Esta nos pone de frente a un aspecto difícil de la vida cristiana. También nosotros hacemos parte de varias comunidades (la familia, la parroquia, la asociación, el ambiente de trabajo, la comunidad civil), donde a nuestro pesar nos podemos encontrar tantas cosas, que según nuestro punto de vista no van bien: temperamento, modo de ver, modo de hacer de las personas, incoherencias que nos hieren y suscitan en nosotros reacciones de rechazo.

Entonces, tenemos muchas ocasiones para vivir bien la Palabra de vida de este mes. En lugar de murmurar, o condenar – como estaremos tentados a hacer – pondremos la tolerancia y la comprensión, después, al límite cuando sea posible, también la corrección fraterna y sobretodo daremos un testimonio cristiano al respondera las eventuales faltas de amor o de compromiso, con un mayor amor y compromiso de nuestra parte.

Chiara Lubich

11 Comments

  • Difícil tarea la propuesta, pero más fácil de entender que «quien nunca siembra, jamás recogerá», por eso tampoco puede ser más clara: sembrar amor, misericordia, comprensión… para cosechar amor, misericordia, comprensión… y tantísimos otros dones adjuntos… multiplicados! El Señor los multiplica en el corazón, las palabras y las manos de muchos. Entonces, siendo sembradores de tales semillas, y con cosecha tan abundante de dones, podremos multiplicar el bien y construir un mejor mundo.

  • Estoy de hace un año conociendo el movimiento y no había entendido el profundo sentido de construir el puente, estaba con la idea de la construcción al 50%, hace unos días me invitaron a un encuentro a la Mariápolis de Alta Gracia,Arg. y cuando descubrí el verdadero significado fue una gran luz y paz que entró para mí.
    No tenemos que juzgar al otro y hacer nosotros el 100% del puente hasta llegar a él.

  • Que c’est difficile de vivre l’idéal chrétien.je suis tellement sous l’emprise de mes émotions qui parfois finissent par me faire gémir contre l’autre.
    Profonde parole de vie à vivre ce mois. Je voudrais bien m’engager avec le secours de la Sainte Grace à fournir des efforts tout au long de ce mois d’avril 2013 .

    vraiment Chiara, encore grand merci pour ton sillage de lumière qui ne cesse de nous illuminer.

  • Uma fé feita mais de obras do que de palavras; esta é a proposta de Deus para nós…Esforcemo-nos para realizar todos os planos que Ele tem a nosso respeito!

  • Lamentarsi fa male al cuore!Lo ha detto ieri Francesco,riferendosi ai discepoli di Emmaus.“Avevano paura”, lungo la strada parlavano delle vicende appena vissute “e si lamentavano”.Anzi, non cessavano di lamentarsi “e più si lamentavano, più erano chiusi in se stessi: non avevano orizzonte, solo un muro davanti”. “E cucinavano – per così dire – la loro vita nel succo delle loro lamentele».E’ bello vedere la pazienza di Gesù che ascolta e spiega http://it.radiovaticana.va/m_articolo.asp?c=679237

  • Si addice benissimo quello che S.Giovanni della Croce scrisse un giorno: «Se non trovi amore, metti amore e troverai amore».

  • Questa parola di vita e particolarmente concreta e forte, richiede impegno costante ma allo stesso tempo mi sta dando la soddisfazione per ogni piccola conquista riuscita durante il giorno. Anche se è una frase breve, ha la potenza di scatenare una bella rivoluzione.

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