A las 4.30 de la tarde del 1° de mayo en Jerusalén: una pequeña multitud de jóvenes se reunió en las cercanías de la escalera que está en el Valle del Cedrón que, según la tradición, fue la que Jesús recorrió cuando rogó a su Padre: “Que todos sean una sola cosa” (Jn. 7, 21).

Los días anteriores recorrieron las calles de esta tierra, cuna de una cultura milenaria pero a menudo escenario de conflictos y divisiones, alternando este programa con momentos artísticos y talleres con encuentros y foros, todo bajo el signo del diálogo y la multiculturalidad. Se concluyó hoy con una marcha a la que llevaban una manta que expresaba un programa de vida: Be the bridge. “Ser nosotros mismos puentes entre todos con nuestra vida”, explicó Nalik, portuguesa, durante la conexión que unió a Jerusalén, Mumbai, Budapest y Loppiano (Italia), en un único gran abrazo que se transmitió por Internet y vía satélite.

En Budapest más de 150 jóvenes se reunieron en el Rincón de la Fraternidad, inaugurado con motivo del Genfest: cinco banquitos de piedra llevan escrita la Regla de Oro, fundamento de la fraternidad, en otros tantos idiomas. Junto a ellos el Dr. Miklos Rethelyi, Presidente de la Comisión Nacional Húngara para la UNESCO, recibió las fichas que describen los muchos “Fragmentos de fraternidad” en curso en el país. Los Fragmentos de Fraternidad son acciones con el objetivo de construir la fraternidad a nivel local, en las ciudades, en los barrios, y a nivel mundial a través de un amplio abanico de gestos que van desde experiencias personales vividas en lo cotidiano a intervenciones inmediatas para asistir a las víctimas de terremotos, inundaciones, guerras, carestías. Para el representante de la UNESCO no se trata sólo de “buenas intenciones, sino de actividades de numerosos hombres y mujeres húngaros que han profundizado sus relaciones de hermanos y hermanas”.

Mumbai contribuye con una experiencia de perdón, y Loppiano con la canción Crossin’ the bridge, en sintonía con el mensaje enviado por Maria Voce, Presidente del Movimiento de los Focolares, a los 3000 jóvenes presentes: “El puente sirve precisamente para unir (…); no se cansen de dirigirse a los jóvenes que tienen a su lado. A veces el primer paso es el más costoso, tengan ánimo, lo hacemos juntos”.

Después se presentó el United World Project, nacido en el marco del Genfest y el United World Watch (el Observatorio sobre la fraternidad) que recoge gestos cotidianos, realizaciones originales y fantasiosas. La Dra. Shyami Puvimanasinghr, Oficial de la ONU para el Derecho al Desarrollo, en un video-mensaje animó a los jóvenes a participar en los trabajos para el próximo Foro social (Sudáfrica, 11-13 diciembre 2014) con entusiasmo e identidad.

La jornada recién concluida marca el inicio de la Semana Mundo Unido (United World Workshop), expo de un estilo de vida y de iniciativas que expresan acogida, disponibilidad, colaboración, relaciones auténticas; los jóvenes de las Filipinas eligieron estar discretamente al servicio de los “más pobres de los pobres” en algunos barrios de Manila. En Bruselas, los jóvenes provenientes de varias comunidades lingüísticas de Bélgica, con el proyecto ‘Let’s peace- together4peace’ contagiaron a los más de 600 presentes con la alegría de vivir el “arte de amar”. En Portugal se alternaron: un café concierto, actividades de voluntariado, performance artísticos. En Zambia se presentó el proyecto a otros jóvenes. En Yogyakarta, Indonesia, se preparó el primer Youth Day de los Jóvenes por un Mundo Unido, también este con la intención de demostrar que la fraternidad no es una utopía, sino que ya se han empezado a escribir las páginas de una nueva historia.

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