Distinguir y recorrer los caminos de la cultura de la unidad en el hoy de la historia, codo a codo con los hombres y las mujeres de nuestro tiempo. Esta es la vocación del Instituto Universitario Sophia (IUS), que inauguró, en el auditorium de Loppiano (FI), el sexto año académico. En esta oportunidad,  contó con la presencia del Card. Giuseppe Betori, Gran Canciller; de María Voce, vice Gran Canciller del IUS y presidente de los Focolares. Estuvieron  también presentes  el Obispo de Fiesole, Mons. Mario Meini, el Rabino principal Rav Yosef Levi de las comunidades judías de Florencia y Siena,  autoridades civiles y  más de 600 personas. La finalidad del IUS responde a lo que ha dicho el Papa Francisco  en su discurso reciente en la Facultad Teológica de Cerdeña en el cual exhortaba a la universidad para que sea un lugar de discernimiento y de formación a la sabiduría; que desarrolle una cultura de la proximidad y cercanía, además de formación a la solidaridad.

La ceremonia de inauguración fue abierta por Maria Voce quien recordó las metas alcanzadas este año: la aprobación de numerosas licenciaturas magisteriales y el primer doctorado de investigación en “Fundamentos y perspectivas de una cultura de la unidad”. Fueron  numerosas las inscripciones en el curso de primer año (45 nuevos estudiantes de 25 países). “Sophia se caracteriza cada vez más –explicó María Voce-, por ser un lugar privilegiado para recoger las cuestiones y los desafíos que a nivel planetario interpelan nuestro tiempo. Estos desafíos son atendidos con una respuesta unánime: una respuesta que puede nacer auténtica y convincente, sólo de un real y cotidiano estilo de vida donde se comparte el pensamiento y la vida”

Tomó la palabra luego, Annamaria Fejes, húngara, quien habló en nombre de casi cien estudiantes que asisten a los distintos cursos, y expresó las motivaciones comunes de muchos de ellos en la elección de este centro académico: “Encontrar, a través de la reflexión y del diálogo, caminos alternativos a las guerras y a los conflictos que dañan nuestro planeta. Tenemos la voluntad y el deseo de encontrar jóvenes, adultos, asociaciones, organizaciones, para construir con ellos un mundo más fraterno”

También el arzobispo Betori subrayó el rol del Instituto Sophia como un espacio existencial de encuentro, de encarnación de la sabiduría divina y del saber humano: “El compromiso personal de vivir la proximidad y la reciprocidad en los diversos momentos de la jornada, en muchas actividades culturales, convierten a Sophia en el lugar en el cual la ‘sophia’ divina y búsqueda humana del saber sean una sola cosa”.

El Presidente, Mons. Piero Coda, trazó desafíos, colaboraciones y perspectivas de este recorrido cultural. Después de los primeros años de intensa experimentación, explicó, “es necesario ahora enfocar el proyecto formativo que anima la misión de Sophia, en la integralidad de una propuesta que quiere conciliar en armonía la vida y el estudio”. Existen 23 protocolos de intercambio con instituciones universitarias de Italia, Europa y del mundo, además de numerosos cursos sostenidos y animados por Sophia en distintos países. Subrayó además el aporte de los estudiantes, “co-constructores” de la vida académica: “Con ustedes, también nosotros nos sentimos protagonistas del mundo nuevo que está naciendo. Con ustedes, -repitió, citando a Chiara Lubich-, es posible encontrar nuevas estructuras mentales a nivel-mundo”

Este año, la introducción estuvo a cargo  del  prof. Benedetto Gui, docente de Economía política. La tituló “Complejidad relacional y economía. ¿Puede la primera beneficiar a la segunda?”. El profesor realizó una exposición profunda y vivaz sobre el rol de las relaciones en economía, centrales, hoy más que nunca.

Stefania Tanesini

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