Chiara Lubich con l'Arcivescovo di Canterbury Donald Coggan
Chiara Lubich con el Arzobispo de Canterbury Donald Coggan (1977)

La importancia del Concilio Vaticano II para la fundadora del Movimiento de los Focolares. Es el subtítulo del periódico de la Santa Sede, en el artículo aparecido el pasado 12 de diciembre, en donde se presentan algunos fragmentos: Chiara Lubich y el amor en la Iglesia.

«Chiara Lubich y el Vaticano II: una pasión inédita, una relación profunda que marcó para siempre el camino de la fundadora del Movimiento de los Focolares.

Así escribía al pastor luterano Klaus Hess el 13 de octubre de 1962, dos días antes de la apertura del Concilio: “Queridísimo Pfarrer Hess, ¡podrá imaginar la alegría con la que estamos viviendo en Roma estos días de la apertura del Concilio! Pienso que también usted estará siguiendo con amor lo que la Iglesia católica está haciendo”. Chiara lo invita a “respirar con nosotros esa atmósfera sobrenatural que desde ya envuelve a toda Roma y a conocer a los Obispos y Cardenales que han tenido la bondad de visitarnos tan a menudo en estos días. Para proseguir así el diálogo abierto el año pasado con tan buenos resultados y seguir siendo instrumentos, quizás inútiles e infieles, pero siempre instrumentos para que el testamento de Jesús se realice entre todos”».

Pfarrer Hess

Para Chiara Lubich, prosigue el Osservatore Romano el Vaticano II es «el Concilio del diálogo por su gran apertura, que no compromete la fe, sino que ofrece una nueva comprensión hacia las otras Iglesias y comunidades eclesiales, una posibilidad de confrontar las riquezas de cada tradición cristiana ha tratado de conserva y descubriendo lo que nos une como cristianos ya desde ahora». Contemporáneamente está el «diálogo más vasto con los creyentes de otras religiones, y el planetario con los hombres de buena voluntad, con los no creyentes, que ha abierto nuevas posibilidades a la misión evangelizadora de la Iglesia».

«Estas palabras de Chiara, por su actualidad, parecen pronunciadas hoy, mientras se acerca el proceso de canonización de la fundadora de los Focolares a partir de la solicitud firmada por María Voce, en Castelgandolfo, el 7 de diciembre, con ocasión del 70° aniversario del Movimiento. Un acto que, como declaró María Voce, “invita a todos nosotros a una santidad todavía más grande, a construirla día a día en nuestra vida, para contribuir a que emerja esa “santidad colectiva”, “santidad de pueblo” a la que Chiara tendía».

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