“Todo nació hace dos años –cuenta María Pía Redaelli, referente de la AFN onlus en la República Democrática de Congo, donde funciona el proyecto social Petite Flamme – . Dos de nuestros profesores participaron en un encuentro de formación promovido por los Focolares en Douala,  Camerún; al regreso quisieron poner en acción algunas ideas ya experimentadas en otras escuelas, como la constitución de un ´Parlamento de los niños’. El primer efecto fue que los chicos empezaron a ver la escuela como su propiedad, a ser activos y protagonistas. Los años anteriores habían tenido dificultades para mantener limpias las aulas y sobre todo el patio alrededor de la escuela, ahora no se encuentran papeles en el piso…”.

Cada “parlamento” está compuesto por un presidente, un vicepresidente y algunos ministros, en proporción al número de los niños. Cada uno de ellos tiene una responsabilidad. En la Petite Flamme Ndolo, que cuenta con más de 400 alumnos, el presidente de la escuela, Mbuyi Idrisse, cuenta: “Todas las mañanas llego un poco antes de las 7,30, así tengo tiempo para recibir a mis compañeros, ver si vienen con el uniforme en orden y limpio. De lo contrario me veo obligado a mandarlos de vuelta a casa”.

Makwatshi Donnel es el vicepresidente: “Ayudo al presidente a mantener la disciplina –explica-, sobre todo cuando los niños están en fila, antes de entrar a clases y a la salida de la escuela”.

“Soy ministro de arte – agrega Biamungu Bienvenue – y entono los cantos en la mañana antes de empezar las clases. También cuando hay fiestas, ayudo al profesor a preparar nuevas piezas”.

Y Beyau Vianney, ministro de finanzas: “Mi tarea es ayudar a los compañeros a responder a las necesidades de los otros estudiantes en necesidad. Por ejemplo, si alguno pierde a alguno de sus padres o a un hermano tratamos de contribuir con nuestros ahorros para estar cerca de quien sufre. Lo mismo cuando sabemos de niños que sufren en el mundo. Yo soy el que ordena lo que se recoge y lo entrego a la directora de la escuela”.

Luwala Precieuse es el ministro de salud: “En cuanto llego a la escuela, voy a llenar los tanques de agua y les pongo unas gotas de cloro, para evitar que los niños se enfermen. Después, durante el intervalo de 10 minutos, voy a la cocina y le pido a la cocinera que me haga probar el ‘bouille’’ (comida típica congolesa) para ver si está rico y si el azúcar es suficiente, para la alegría de mis compañeros”.

Losambo Jepthe: “Soy el ministro de deportes. Este año traté de organizar algunos equipos de fútbol para chicos y para chicas. Todos los miércoles nos vemos para entrenar y el sábado, durante el recreo, nos dividimos por clases para jugar los partidos”.

Nakamuwa Pembe,  ministro del ambiente: “Controlo que la escuela siempre esté en orden; cuando veo que algún compañero tirar papeles al suelo lo invito a tirarlos en el basurero. Además controlo que las aulas y los baños estén limpios”.

Luwala Precieuse, ministro de cultura: “Vigilo que los niños hablen en francés que es el único idioma autorizado en la escuela”.

Por último, Binia Exaucé, ministro del orden: “Todas las mañanas verifico que en los salones haya tiza para la pizarra y toco la campana que señala el inicio y el fin de las clases”.

“Con el ‘Parlamento de los niños’ – concluye María Pía – se ha verificado un salto de calidad en el compromiso de los chicos de Petite Flamme. Cuando terminan la primaria, y van a otras escuelas para proseguir sus estudios, los profesores que quedan admirados por la disciplina de estos chicos. También recientemente el Embajador italiano, de visita en Petite Flamme dijo estar muy satisfecho por el clima de respeto y armonía que había entre todos. Y dirigiéndose a los profesores, tuvo palabras de gran estima y apoyo”.

3 Comments

  • Sono proprio contenta come questa scuola si è organizzata cercherò di proporlo alle gen 4 che a loro volta possono proporlo alle loro insegnanti visto che io sono in pensione. Grazie di questa bella esperienza Rita Galatone (Lecce) Italia

  • Grazie per le bellissime notizie e le foto di bambini felici.
    Come genitori adottivi di Lucie, allieva della Petite Flamme,
    siamo strafelici di potervi, anche se con poco, aiutare a continuare nella vostra stupenda «missione».
    Un grande abbraccio a tutte.
    maria pia paolo e luca gottardi
    svizzera

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