«Finalmente logramos comunicarnos, en primer lugar para agradecer a todos por las oraciones que nos sostienen en este momento crítico de nuestro país». Así comienza la carta de Friederike y George, de la comunidad de los Focolares en Nigeria, que llegó a los pocos días de los últimos acontecimientos ocurridos en su país.

«Las dos bombas que explotaron en Abuja – en una zona muy poblada por la que muchos de nosotros pasamos a diario – y el rapto de las estudiantes en Borno, trajeron una nueva oleada de  dolor y de desesperación en el pueblo nigeriano. Las reacciones de la población son diversas: miedo, resignación,  rabia, venganza…»

No obstante, su testimonio habla de paz: «Sufrimos con las familias de las numerosas víctimas. Tratamos de radicarnos bien en el momento presente, conscientes de que en la fraternidad universal está el camino hacia la paz»

«Fue una ‘coincidencia providencial’, que, en medio de la confusión, estuviese por comenzar la Semana del Mundo Unido (1º – 11 de mayo)». En este período, anualmente, los Jóvenes por un Mundo Unido se manifiestan  con actividades públicas y visibles para sensibilizar al mayor número de personas al tema de la paz, de la solidaridad. Este año se presentó el Atlas mundial de la Fraternidad.

¿Y en Nigeria? «Los jóvenes, –continúan Friederike y George- junto con los miembros del Movimiento de los Focolares de la localidad, habíamos programado varias actividades tanto en Onitsha como en Abuja y en Jos. Pero, al día siguiente de la explosión de la segunda bomba, nos encontramos con la comunidad de Abuja y nos preguntamos si era conveniente proseguir en la preparación de la Semana del Mundo Unido. Unánimemente pensamos, que ahora, más que nunca, era necesario ¡seguir viviendo por la paz y dar esperanza!»

Así el 4 de mayo, en el Millenium Park de Abuja, 80 personas, musulmanas y cristianas, juntos, vivimos una jornada que tuvo como centro el tema “Acogida y fraternidad”. Un “stop” a las 12 para el Time Out: un momento de oración por la paz.

En Otnisha, en la misma semana, los jóvenes tuvieron una jornada de trabajo en un orfanato; otra jornada en el mercado donde limpiaron el lugar y una breve convocatoria dirigida a  todos para la jornada conclusiva.

«Con los miembros de los Focolares –siguen escribiendo- nos comprometimos con renovada fe en la oración del Time Out por la paz; nos hemos organizado para enviar a todos nuestros conocidos, a las 11:55, un promemoria a través de un SMS. Además, cada semana enviamos un SMS a millares de personas (comunicándonos telefónicamente con la varias regiones del país), una frase que invita a vivir por la paz. Es un modo de dar una contribución a la maduración de la opinión pública hacia una cultura del respeto hacia el otro».

 

 

No comment

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *