Probablemente lo peor ya pasó, después del aluvión que abatió Croacia, Serbia y Bosnia-Erzegovina. Hasta el momento se cuentan unas cincuenta víctimas, pero éste es un balance provisorio; y la situación sigue siendo particularmente crítica en las regiones inundadas por el rio Sava –incluyendo Belgrado-, donde se comenzaron evacuaciones que hasta el momento alcanzaron a 25 mil personas sobre un total de 400 mil habitantes.

Van llegando los primeros auxilios del exterior. La solidaridad es más que nunca fuerte incluso entre las poblaciones afectadas. Željka nos escribe desde Slavonski Brod – una de las ciudades sobre el rio Sava-: «Las redes sociales envían palabras de aliento y apoyo, y las personas se ayudan recíprocamente. Los que no pueden hacer nada, rezan; otros llevan algo para beber y comer a los que están construyendo diques llenando fardos con arena». En realidad son miles los voluntarios que día y noche construyen diques, o recolectan bienes materiales para aquellos que perdieron todo y están alojados en los refugios.

En toda Croacia hay muchísimas agrupaciones sociales – desde Caritas, a empresas, parroquias, Movimientos- que se movilizaron para ayudar: de este modo el que está prestando auxilio no paga peaje en la ruta y las compañías telefónicas proporcionan  internet y llamadas gratis a las zonas afectadas. También hay algunos miembros del Movimiento de los Focolares que se ofrecieron para ir al centro-sur del país para socorrer a las personas: «Habrá necesidad de auxiliar más concretamente cuando se tengan que regresar a las viviendas – explican-, pero lamentablemente muchas casas ya no son habitables». No faltan las iniciativas personales: el dueño de un bar puso su local a disposición como centro de recolección de útiles y donó la ganancia de una jornada completa contagiando de este modo a los clientes en la iniciativa solidaria.

Bosnia, Erzegovina y Serbia fueron aún más afectadas por el aluvión, a tal punto que la misma Croacia, aún encontrándose en dificultades,  recolectó bienes y envió ayuda de forma inmediata. Obrenovac fue la ciudad serba más devastada. Allí debieron evacuar a todos los habitantes que son en totalidad 20.000. «El peligro no ha terminado –escriben los miembros de las comunidades locales de los Focolares- sobre todo por la amenaza de derrumbes. Además, toda la producción agrícola se arruinó, por lo que existirá carencia de víveres». Afortunadamente también en este caso se movilizó un gran número de voluntarios, y está llegando socorro de Rusia, de la U.E. y de los países vecinos. «Esta solidaridad impresiona de verdad – continúan-. También la Iglesia católica, que es una minoría  en el país, a través de Caritas, se puso en acción para recoger fondos y, por medio de las estructuras del Estado, están distribuyendo víveres a los más necesitados por un valor de 30 mil euros. En este momento, nadie se fija si la personaa es ortodoxa, católica o de otra religión». Algunas parroquias pusieron sus propias estructuras a disposición, como por ejemplo en Sid, donde la gran casa del obispado recibe a los refugiados –en su mayoría ortodoxos-, mientras que los parroquianos preparan las comidas. El domingo 25 de mayo, en las cinco diócesis de Serbia, la colecta de las misas se destinará para auxiliar a las zonas más destruidas.

Para ayudar a la población afectada por las inundaciones, se puede hacer un depósito en la cuenta corriente de AMU, con la causal EMERGENCIA BALCANES:

Asociación Acción por un Mundo Unido –  Onlus
Cuenta corriente en Banca Popolare Etica, filial de Roma
Código IBAN: IT16G0501803200000000120434
Código SWIFT/BIC CCRTIT2184D

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