2014_07_RCA_4En el casi total silencio de los medios, se dio un paso adelante hacia la resolución de la crisis político-militar en la República Centroafricana. El 24 de julio pasado, con la firma «in extremis» de un acuerdo de cese de las hostilidades, se cerró el Fórum para la reconciliación nacional y el diálogo político que desde el 21 de julio estaba en curso en Brazzaville, capital de la República del Congo. El acuerdo, que prevé «el cese inmediato de los combates en todo el territorio de la República Centroafricana» fue firmado por alarededor de cuarenta participantes, entre centroafricanos y extranjeros.

La crisis que provocó millares de víctimas y más de 4,5 millones de prófugos y refugiados, comenzó en diciembre de 2012, a pesar del despliegue de soldados franceses de la fuerza Sangaris y africanos de las tropas Misca para frenar las hostilidades. Afortunadamente en los últimos meses la situación mejoró, aunque permanece aún la división entre la zona nororiental en su mayoría musulmana y la suroccidental en su mayoría cristiana y animista. Por consiguiente la población musulmana  que quedó en la zona suroccidental vive a menudo en campos de refugiados y es discriminada al igual que los cristianos del nordeste. A comienzos de julio fue atacada una iglesia en Bambari. El ataque ocasionó la muerte de muchos refugiados cristianos. Por esto, el acuerdo de Brazzaville fue recibido con gran esperanza pero se espera ver resultados concretos.

2014_07_RCA_2«Con la comunidad del Movimiento de los Focolares, frente a las mil necesidades que aparecen, se activó con creatividad, y gracias a la comunión de bienes de muchas personas, y se ha distribuido la ayuda de varias formas», explica Mónica, de Bangui. En el mes de  marzo, por ejemplo, con los Jóvenes por un mundo Unido de Bangui, «nos preguntamos qué hacer concretamente para contribuir a la paz de nuestro país. Pensando en nuestro ideal de fraternidad, vimos que el arte de amar vivido a gran escala podría ser una respuesta y una solución a muchas situaciones difíciles que las personas están viviendo. Otra pregunta que nos planteramos fue, ¿dónde encontrar en este momento a las personas? La respuesta fue, en los campos de refugiados». Sólo en la capital, una veintena.Se comenzó por el Seminario Mayor, que aloja todavía hoy a más de 4.500  personas.  El domingo 24 de marzo, entre canciones, música y testimonios, los jóvenes lanzaron un mensaje fuerte en favor de la paz, no sólo a los refugiados presentes, sino también a muchos otros que se acercaron.  No obstante la situación se empeoró de forma precipitada con nuevos desencuentros en los barrios. En los meses pasados nació una «célula de crisis» formada por miembros del Movimiento para responder a las necesidades de muchas personas de Bangui.

2014_07_RCA_3Fueron diversas las actividades desarrolladas: desde la distribución de sémola de maíz  a los niños de un preescolar y una escuela que no estaban recibiendo una alimentación apropiada, a la distribución de material escolar para los niños que interrumpieron la escuela al comienzo del ataque militar porque era peligroso asistir a la escuela. Nació así una asociación de docentes que desarrollan actividades de educación a la paz. Es importante señalar que el  material escolar fue distribuido a cambio de juguetes bélicos, entregados por los niños.

Se ofreció  también ayuda económica a jóvenes estudiantes a cambio de trabajos de interés común, así como a otras personas que necesitaban cubrir gastos de medicamentos para niños y ancianos o para pagar el alquiler de sus casas. Se  realizaron además, programas radiales en la Radio Notre Dame para sensibilizar a la paz, y para dar a conocer la Palabra de Vida con testimonios y otras intervenciones sobre la espiritualidad de la unidad.

 

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