20140903-01Minx y Alfred, viven en Calibo, isla filipina de la Provincia de Visayas Occidental, que fue especialmente devastada por el tifón Yolanda (Haiyan), el 8 de noviembre de 2013. Desde que conocieronel Movimiento de los Focolares, hace ya 29 años, su vida cambió: “Nos pusimos a servir a Dios en cada prójimo”, dicen.

«El día antes de la llegada del tifón – cuentan-, estábamos advertidos por la TV y la radio pero escuchamos la noticia como si fuese uno de los muchos tifones ya sufridos en el pasado. Nuestros 4 hijos estaban en casa por las vacaciones del fin del semestre de la escuela. Por lo tanto estábamos todos juntos cuando los fuertes vientos y las lluvias comenzaron. Era la primera vez que experimentábamos una tormenta tan fuerte: las ventanas se sacudían, el techo comenzó a despegarse trozo por trozo y el gran árbol de mango se arrancó salió de raíz, por fortuna no cayó encima de la casa. El agua de la lluvia comenzó a entrar por todos lados hasta inundar toda la casa. Cuando el segundo piso comenzó a temblar, pensamos que todo se habría destruido»

20140903-05«En medio del desastre – recuerda Minx- en mi corazón decía: “Eres Tú, Señor, esta tragedia es un rostro de tu abandono y quiero amarte. Te ruego, sálvanos a todos….” Esa noche, en medio de las tinieblas a causa del apagón, en la cama, pensaba en lo que seguramente le habría sucedido a todos los que vivían en casas de madera. Mientras me caían las lágrimas, rezaba por ellos. De mañana temprano, después de haber visto que nosotros estábamos todos bien, fui a buscar a nuestros vecinos. Encontré sólo destrucción y rostros asustados. Traté de dejar de lado mi dolor para acoger a cada persona que veía sufriendo. Una niña, amiga de la familia, llorando me dijo: “Tía Minx, no tenemos más la casa…¿paano na kami?” Sus palabras inocentes me destrozaron el corazón. La abracé y le dije: “No perdamos nuestro amor y la fe en Jesús, recemos y sigamos amándolo en los demás…. Jesús nos ayudará”.

Nuestra oración fue escuchada, porque al día siguiente comenzaron a llegar ayudas, primero de parientes y amigos y luego de muchas partes de todo el mundo, a través de los Focolares. Llegó también un generador para continuar una pequeña actividad comercial de nuestra familia, dado que la electricidad faltó durante varios meses. Trataba de estar siempre dispuesta en cualquier momento para brindar ayuda. Uno de mis hijos me decía: “Mamá, ¿prefieres ayudar a los demás cuando no tenemos nada para reparar nuestra casa?”, porque el agua seguía entrando cuando llovía. Le traté de dar seguridad: “Jesús recordará nuestra bondad”. Después de algunos meses nos quedamos sorprendidos y felices porque nuestra casa fue incluida en el proyecto de reparación y reconstrucción de las víctimas del tifón Haiyan. Ahora ya está reparada y aunque otros tifones siguen llegando, nos sentimos más protegidos y seguros. Estamos muy agradecidos a Dios y al Focolar, que sostuvo el proyecto».

20140903-03El proyecto de reconstrucción para las víctimas del tifón. El Movimiento de los Focolares en las Filipinas, con la contribución de Acción de Familias Nuevas (AFN) y la Asociación Mundo Unido (AMU), está llevando adelante un proyecto de reconstrucción de casas para 60 familias. En Taclobán, seis casas ya fueron terminadas y se están preparando los documentos y los permisos para comenzar la construcción de otras cinco. Además, ya se dio una importante contribución a siete familias que ya habían comenzado los trabajos de reparación. En Baybay, se está completando la adquisición de un nuevo terreno en donde se podrán construir casas. En Panay Island, además de las cinco casas ya terminadas, hay otras siete en etapa de construcción. Por otra parte, se están haciendo los trámites para adquirir un terreno en el que serán construidas unas veinte casitas, tipo apartamento, uno al lado de la otra, para familias que no tienen terreno propio. Las casas están siendo construidas con materiales sólidos: techo con vigas de cemento, cimientos y paredes de mampostería, de uno o dos pisos (según las necesidades) de aproximadamente 50 metros cuadrados cada una.

 

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