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Foto: Jorge Mejia Peralta / Flickr

«Vivimos sobre un cementerio, exigimos justicia». Éste es uno de los slogan de la protesta que llevó a la calle a millares de estudiantes. En realidad, desde el 5 de noviembre, en México, comenzó una huelga que ha involucrado a todas las escuelas. Una sublevación estudiantil de tres días que le pide al gobierno un compromiso mayor en la búsqueda de los 43 coetáneos desaparecidos en el estado de Guerrero, el pasado 26 de septiembre.

El alcalde de Iguala (el municipio donde se produjo la desaparición), José Luis Abarca y su esposa María de los Ángeles Pineda fueron arrestados, acusados de ser los que ordenaron el rapto de los estudiantes desaparecidos. Mientras están siendo interrogados para obtener información sobre la verdad de la misteriosa desaparición, también el Movimiento de los Focolares en México pide que se aclaren los hechos.

«La violencia y la injusticia cometidas en contra de los 43 jóvenes desaparecidos y de los millares de desaparecidos en los últimos años en nuestro país, son hechos ante los cuales afirmamos nuestro fuerte rechazo e indignación, y exigimos que nunca más ocurran hechos similares. Éstos nos conmueven profundamente y nos interpelan como personas y como sociedad», expresan en un comunicado.

Además, invitan a un compromiso aún más decidido en la construcción de un país pacificado: «No se construye la paz a través de la violencia. Regenerarnos como sociedad más humana significa responder con la caridad y el perdón. No con gestos de indiferencia y tolerancia, sino con el compromiso de trabajar concretamente por el bien común». El llamado apunta, pues, a transformar antes que nada el corazón, también y sobre todo de quien gobierna: «No alcanza con el estado de derecho, es necesario transformar el corazón de quien integra las instituciones»

El llamado está dirigido «a todas las personas que profesan una fe, sin considerar cual sea esta fe y a todas las personas de buena voluntad, a fin de que todos unidos, podamos mantener vivo y renovado el compromiso de ser constructores de paz donde nos encontramos viviendo y trabajando»

Finalmente, proponen al pueblo mexicano el Time Out por la paz”, para llamar la atención sobre  la trágica situación que se vive en México y en todos los países donde se sufre violencia: «…Un minuto de silencio y de oración por la paz, cada día a las 12 horas, como un signo visible y concreto de fraternidad y solidaridad hacia cada persona que sufre»

El Movimiento de los Focolares esparcido en todo el mundo adhiere al “minuto por la paz”, apoyando al pueblo mexicano y auspiciando que el respeto hacia la vida, la búsqueda de la verdad y de la justicia, prevalezcan sobre todo tipo de abuso.

2 Comments

  • Me uno plenamente al pueblo mexicano, sobre todo al dolor de lo que ello significa.
    Estoy con uds. en el Time out, pidiendo que se encuentren a los jóvenes y retorne la paz.

  • Condivido con tutto il cuore e soprattutto appoggio questa coraggiosa presa di posizione da parte del movimento dei focolari in Messico . Nel time out ricorderò in modo particolare questo paese! Ester

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