haitiUna tragedia «que dejó detrás de sí muertes, destrucción y también desesperación» tras la que «mucho se realizó para reconstruir el país» pero donde «mucho trabajo queda aún por hacer». Lo recordó el papa Francisco a los participantes del encuentro promovido por el 5º aniversario del terremoto en Haití, que ocurrió el 12 de enero de 2010.

Aún viviendo en un contexto muy pobre, también la comunidad del Movimiento de los Focolares presente en Savanette (Mont-Organisé del Nordeste), desde el comienzo se puso a disposición para recibir y ayudar a los damnificados que llegaban desde Puerto Príncipe, la capital, que sufrió devastaciones sin precedentes. La asociación local PACNE (Acción Contra la Pobreza del Nordeste) tuvo la idea de crear un centro para poder hospedar a los damnificados, y así, con la contribución de muchísimas comunidades de varias partes del mundo, y con la asistencia de las asociaciones AFN (Acción por Familias Nuevas) y AMU (Acción Mundo Unido), se construyó el centro comunitario “Maison de la Providence” (Casa de la Providencia), que ha dado oportunidades de trabajo y hospitalidad a familias damnificadas. Hoy recibe a personas ancianas e indigentes que no tienen a nadie que los pueda socorrer. En los primeros dos años de actividad este centro ha sostenido en conjunto a casi 500 personas.

Foto: Dieu Nalio Chery/AP

En Puerto Príncipe, AMU realizó dos proyectos en estrecha colaboración con los Misioneros Scalabrinianos, como signo de la «comunión eclesial», que ha sido  la característica de la reconstrucción de Haití, en la cual han participado muchos organismos eclesiales Y no eclesiales. El primer proyecto se refiere a un plano de urbanización para familias que quedaron sin casa e incluye la creación de una nueva línea eléctrica que provee a dos pueblos. Son 41 las familias que de este modo tuvieron acceso a la energía y muchas otras han tenido la posibilidad de conectarse a la red eléctrica. Además, para completar la construcción del pueblo “Montebelluna-Bassano” constituido por 27 unidades habitacionales que alojaban a 135 personas, la contribución de AMU permitió la realización del sistema de acueducto y alcantarillado del pueblo, y la conexión de cada vivienda a la red de energía eléctrica. Se fortaleció la red eléctrica de un polo productivo con un generador más potente. De este modo las distintas pequeñas empresas presentes (una fábrica de bloques, una carpintería, una panadería, una fábrica de fideos, una cocina industrial y un criadero avícola) pudieron aumentar su propia producción. Finalmente AMU sostuvo la creación de un criadero avícola –que da trabajo a 10 personas- a través de la construcción de una cisterna indispensable para la provisión de agua de los 3.000 animales y las actividades de matanza de las mismas.

AMU también dio su contribución para un segundo proyecto organizando un centro comunitario-escuela, un centro de reuniones y una gran área deportiva. A través de AMU, el Movimiento de los Focolares ha sostenido también otras actividades sociales en favor de la población de Haití. En Carice (siempre en el Nordeste), durante varios años fue contratada una enfermera profesional que trabajaba en la pequeña clínica de las Hermanas de María Inmaculada, a la espera de que una de las religiosas completara su propia especialización y luego tomara ese trabajo en la clínica que es una de las pocas estructuras sanitarias al servicio de la población local. Finalmente, con PACNE y con la contribución de los Jóvenes por un Mundo Unido, se encaminó un programa de becas para una decena de jóvenes haitianos de modo que pudiesen realizar sus estudios universitarios; algunos de ellos en Haití y otros en la vecina República Dominicana, adquiriendo así buena competencia profesional para poner a disposición del propio país.

Información: www.amu-it.eu

 

 

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