Queriendo ir a Roma y, desde allí, proseguir hacia España, el apóstol Pablo manda primero una carta suya a las comunidades cristianas presentes en aquella ciudad. En estas, que pronto testimoniarán con innumerables mártires su sincera y profunda adhesión al Evangelio, no faltan, como en otros lugares, tensiones, incomprensiones y hasta rivalidades. En efecto, los cristianos de Roma son de diversa extracción social, cultural y religiosa. Los hay que proceden del judaísmo, del mundo helénico y de la antigua religión romana, tal vez del estoicismo o de otras corrientes filosóficas, cada una con sus propias tradiciones de pensamiento y convicciones éticas. A algunos se los llama débiles porque tienen usanzas alimentarias peculiares –son vegetarianos, por ejemplo– o se atienen a calendarios que señalan días especiales de ayuno; a otros se los llama fuertes porque, libres de estos condicionamientos, no están sujetos a tabúes alimentarios o a rituales especiales. A todos les dirige Pablo una invitación apremiante:

«Por eso, acójanse mutuamente, como Cristo los acogió para gloria de Dios».

En esa misma carta ya antes había entrado en el tema dirigiéndose primero a los fuertes para invitarlos a acoger a los débiles «sin discutir sus razonamientos»; y luego a los débiles para que acojan a su vez a los fuertes «sin juzgarlos, pues Dios los ha acogido».

Pablo está convencido de que cada cual, aun en la diversidad de criterios y usanzas, actúa por amor al Señor. Por ello no hay motivo para juzgar a quien piensa distinto, y menos aún de escandalizarlo actuando con arrogancia y con sentido de superioridad. Lo que hay que tener más bien en el punto de mira es el bien de todos, la «edificación mutua», o sea, el construir la comunidad, su unidad (cf. 14, 1-23).

También en este caso, se trata de aplicar la gran norma del vivir cristiano que Pablo había recordado poco antes en su carta: «la plenitud de la ley es el amor» (13, 10). Al dejar de comportarse «conforme al amor» (14, 15), se había debilitado en los cristianos de Roma el espíritu de fraternidad que debe mover a los miembros de toda comunidad.

El apóstol propone como modelo de acogida mutua a Jesús cuando, en su muerte, en lugar de «buscar su propio agrado», cargó con nuestras debilidades (cf. 15, 1-3). Desde lo alto de la cruz atrajo a todos a sí y acogió tanto al judío Juan como al centurión romano, tanto a María Magdalena como al malhechor crucificado junto a él.

«Por eso, acójanse mutuamente, como Cristo los acogió para gloria de Dios».

También en nuestras comunidades cristianas, aunque todos somos «amados de Dios, llamados santos» (1, 7), se dan, igual que en las de Roma, desacuerdos y choques entre diferentes modos de ver y culturas en muchos casos distantes unas de otras. A menudo se contraponen los tradicionalistas y los innovadores –usando un lenguaje quizá un poco simplista pero fácilmente comprensible–, personas más abiertas y otras más cerradas, interesadas en un cristianismo más social o más espiritual; diversidades que son alimentadas por convicciones políticas y extracciones sociales diferentes. El fenómeno migratorio actual añade a nuestras asambleas litúrgicas y a los distintos grupos eclesiales más elementos de diversificación cultural y de procedencia geográfica.

La misma dinámica puede surgir en las relaciones entre cristianos de Iglesias distintas, pero también en la familia, en el ámbito laboral o en el político.

Entonces se insinúa la tentación de juzgar a quien no piensa como nosotros, o de considerarnos superiores, en una estéril confrontación y exclusión recíproca.

El modelo que Pablo propone no es la uniformidad que despersonaliza, sino la comunión entre diversos que enriquece. No es casual que dos capítulos antes, en la misma carta, hable de la unidad del cuerpo y de la diversidad de sus miembros, así como de la variedad de carismas que enriquecen y animan la comunidad (cf. 12, 3-13). Usando una imagen del papa Francisco, «el modelo no es la esfera…, donde cada punto es equidistante del centro y no hay diferencias entre unos y otros. El modelo es el poliedro», que tiene superficies distintas entre sí y una composición asimétrica donde «todas las parcialidades conservan su originalidad». «Incluso las personas que puedan ser cuestionadas por sus errores, tienen algo que aportar que no debe perderse. Es la conjunción de los pueblos que, en el orden universal, conservan su propia peculiaridad; es la totalidad de las personas en una sociedad que busca un bien común que verdaderamente incorpora a todos»[1].

«Por eso, acójanse mutuamente, como Cristo los acogió para gloria de Dios».

La palabra de vida es una invitación apremiante a reconocer lo positivo del otro, al menos porque Cristo dio la vida también por esa persona a la que me darían ganas de juzgar. Es una invitación a escuchar desactivando los mecanismos defensivos, a permanecer abiertos al cambio, a acoger la diversidad con respeto y amor, para llegar a formar una comunidad plural y al mismo tiempo unida.

Esta palabra ha sido elegida por la Iglesia Evangélica en Alemania para que sus miembros la vivan y los ilumine durante todo 2015. El compartirla miembros de diferentes Iglesias, al menos este mes, muestra ya un signo de acogida recíproca.

Así podríamos dar gloria a Dios «unánimes, a una voz» (15, 6), porque, como dijo Chiara Lubich en la catedral de la Iglesia Reformada de St. Pierre, en Ginebra, «el tiempo presente […] requiere de cada uno de nosotros amor, requiere unidad, comunión, solidaridad. Y llama también a las Iglesias a recomponer la unidad rota desde hace siglos. Esta es la reforma de las reformas que el Cielo nos pide. Es el primer paso, y necesario, hacia la fraternidad universal con todos los hombres y las mujeres del mundo. Pues el mundo creerá si estamos unidos»[2].

Fabio Ciardi

 

[1] Francisco, exhortación pastoral Evangelii gaudium, 236.

[2] C. Lubich, Il dialogo è vita, Roma 2007, pp. 43-44.

15 Comments

  • Grazie . Un appunto riguardo all’alusione ai «vegetariani»: forse questo termine non è paragonabile a situazione alcuna esistente all’epoca di Paolo, poiché allora le ragioni per mangare oppure no certi cibi non si assimilavano a quelle che motivano oggi ai cosidetti «vegetariani». E meno per annoverarli come esempio dei «deboli» . Nella lettera si punta poi su ragioni piuttosto religiose che fanno posto a giudizi, e non «alimentarie» al modo che oggi s’intende nell’ambito della salute.

  • Eu moro em Palmas (capital do Tocantins). Nos dias de carvanal deste ano, pude vivenciar esta P.V. Aqui aconteceu algo inédito . Na avenida principal , onde sempre era feito os desfiles dos carnavais houve um mega evento . A Av. foi fechada, tinham dois grandes palcos onde foram realizados vários shows musicais: católicos, evangélicos, cantores gospel . Cerca de 40 mil pessoas no último dia. Católicos e Evangélicos juntos cantando e louvando a Deus. Era um grande sinal de Unidade .

  • Essa palavra de vida nos enche de motivação para lutarmos contra corrente ajudando não apenas a acolher o próximo dando lhe uma nova chance mas a si mesmo, pois muitas vezes nos deparamos com nossos próprios erros e não temos uma certa facilidade de motivar a sair do erro. Falta garra, falta tudo. Essa palavra nos motiva, nos convoca, e nos fortalece ajudando nos a perdoar a si mesmo e em um todo geral fortalecendo a unidade » a força que mudará o rumo dos séculos» .

  • Hoy, recibimos un correo en el cuál nos comunicaban cómo habían llegado Claribel y Cecilio a Bolivia y supimos como viven. Cuándo acogemos, somos acogidos….. y juntos caminamos. Supe que necesito convertirme cada día, en la medida de la necesidad de mis hermanos ….. y se amplia el corazón . Ellos son un don con su pobreza, que permiten no me entrampe en necesidades que son solos ilusiones y asumir la responsabilidad de las necesarias , para dar los recursos que les pertenecen .

  • Palavras que faz florescer dentro de nós a importância e a urgência de uma união sincera em primeiro lugar em nossas famílias depois nas comunidades.» por isso, acolhei uns aos outros.»Sabias palavras.

  • Thank you F. Fabio for this Word of Life! It’s easy to follow and to understand. I like also the explanation of the historical part and the context around it. Your stile is definitely different from Chiara’s but it doesn’t disturb me. It’s equally possible to «live it». I’m sharing it each month with my colleagues at work. The January-word was rather hard to understand, especially the part about the Prayer Week for Christian Unity, but this one is more closer to them. Thank you once again!

  • Gostei muito do comentário detalhado sobre a comunidade de Roma à qual a carta de Paulo se dirigia. É bom conhecer as dificuldades que já naquela altura eram muito reais e peculiares porque estamos habituados a espiritualizar e idealizar aquelas primeiras comunidades como absolutamente perfeitas e assim é como desfolhar um album de fotrografias dos nossos antepassados, da nossa família , que ajuda a conhecer e aumentar o amor por esta grande família que construimos, que é a Igreja

  • Condivido l’impressione di Nieves e Fernando. La Parola di Vita nuova di Fabio Ciardi ha un taglio un po’ troppo esegetico e teologico. Capisco che non si possa essere all’altezza di Chiara ma lei era più semplice, più vicino alla vita quotidiana. Era più facile trovare il modo di viverla.
    Grazie comunque del tentativo. Se non va anche io direi di tornare a Chiara, magari con dei pensieri suoi che si legano ad una certa frase del Vangelo . Ce ne sono talmente tanti di scritti .

  • Il commento è bello, ma come Fernando, credo che non tanto «per tutti «come quelli di Chiara. Questo commento suona europeo: ci sono paesi dove non ci sono tanti «immigranti», ma «emmigranti», ci sono regioni dove la diversità religiosa è assai più difficile da vivere che in Germania… Chiara era universale e laica, e suoi commenti non suonavano mai come predica. Forse sarebbe bello se i commenti fossero scritti grupalmente in unità tra persone diversi…o tornare a rileggere Chiara?

  • As pessoas que recebem, mensalmente,a Palavra de Vida, têm uma diversidade muito grande de formação escolar.
    Quanto ao comentário a esta Palavra de Vida, gostaria de fazer as seguintes observações:
    1 – A sua abordagem está muito teológica, o que dificulta o seu entendimento;
    2 – A linguagem utilizada está, ao meu ver, muito rebuscada, o que também dificulta seu entendimento.
    Informo isto, levando em consideração as comunidades com as quais nos reunimos, onde muitos não sabem ler.

  • Deseo recibir la palabra del mes y la diaria, es para lerla y difundirla en nuestras reuniones, soy papa de un hijo adicto en recuperacion que paso por las Fazendas.Gracias

  • Credo fermamente che, ogni cosa buona che porta beneficio a tutti, si conquisti solo con un continuo allenamento a educare alla carità e la rinuncia a ciò che ci piace per il bene comune. La vera carità è un continuo allenamento del nostro cuore all’amore verso il nostro prossimo, iniziando da chi è più prossimo nella famiglia e sopratutto imparando a perdonare e a scusare gli altri e se stessi. Credo che spesso bisogna rinunciare ai nostri pensieri che ci allontanano dalla carità.

  • La Parola di vita mensile è il respiro della mia vita spirituale e anche umana. Senza di essa la vita su questa terra non avrebbe significato, sarebbe un’assurdità.

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