20150206-01«Por mi formación profesional como militar y además por mi carácter demasiado rígido, encontraba muchas dificultades en la relación con mis hijos. Estaba consciente de que tenía que corregir mi actitud, pero no sabía por dónde empezar. Las palabras del Evangelio me invitaban a poner el amor como base de la educación de mis hijos y por lo tanto tenía que dar un viraje en mi relación con ellos, un viraje no a medias, sino radical. Intentando y volviendo a intentar continuamente, poco a poco se abrió el camino de la comunicación con los hijos. Traté de entrar en su mundo, de prestar más interés a sus inquietudes y aspiraciones. Pude conocer sus problemas, nos alegramos y sufrimos juntos y de esta forma se anularon las distancias, incluso con el más difícil de ellos. Mi papel como padre asumió entonces otra dimensión: para ellos ahora soy también consejero, amigo y hermano». (F. U. – Perú)

 

«Tengo 29 años y vengo de Sri Lanka. En mi país trabajaba como cocinero y luchaba por una mayor justicia entre las distintas clases sociales, pero este compromiso se veía con sospecha y por lo tanto me vi obligado a dejar mi tierra para venir a vivir en Europa, donde todo es distinto para mí. Al llegar, me sentía tremendamente solo y lleno de rabia hacia todos. Pero en el campo para refugiados, en medio de tantos desconocidos, alguien me habló de algunos jóvenes cristianos con mi mismo ideal: contribuir a mejorar el mundo. Estaba sorprendido al ver que otros tenían ese mismo sueño. Fue muy alentador y empecé a mirar a mi alrededor, a ser más amable con los demás, a saludar: nacieron relaciones realmente humanas entre la gente, con gran sorpresa del trabajador social. Yo soy budista y a través de la relación con occidentales cristianos aumentó también mi fe. Una máxima de Buda dice: “Compartir mente y espíritu con muchos otros”». – (S. – Sri Lanka)

 

«Tomando la decisión de ir a Lourdes como colaborador de Unitalsi al servicio de los enfermos, creía que experimentaría un peregrinaje lleno de sorpresas, con “efectos especiales”. En realidad Dios, aceptando mi buena voluntad y estas intenciones no completamente desinteresadas, se sirvió de esta circunstancia para hacerme entender lo que Él quería, es decir que mi servicio a los enfermos es seguramente importante para ellos, pero también y sobre todo yo “necesito de ellos”. Porque – y digo esto como síntesis de la experiencia hecha en Lourdes – si yo soy afortunado en donar lo que recibí gratuitamente por Dios, los enfermos te compensan con lo máximo que pueden darte: puede ser una sonrisa, un gesto de gratitud, un cálido saludo…».  – (M.G. – Italia)

 

Fuente: Il Vangelo del giorno, febrero 2015 – Città Nuova Editrice

3 Comments

  • Es recomenzar diariamente , tanto en el Hogar ,en el trabajo, donde estemos , siempre amando a Jesus Abandonado para realizar la Unidad con el que tengo al lado, tratando de vivir la REGLA DE ORO -Como tanta veces no los dijo Chiara ( Divina Sierva de Dios )
    Saludos a todos en FRATERNA comunion con la SANTISIMA TRINIDAD
    Nestor Di Stefano – Mendoza – Argentina

  • Grazie per le esperienze di vita. In questi giorni con l’influenza ho sperimentato l’accogliere il limite. Ma soprattutto l’amore dei fratelli premurosi nel prendersi cura di me.

    • Ci siamo visti poche volte ai tempi di don Pino Poretti, sono della parrocchia del QT8, ma ora nell’attimo presente abito in montagna vicino a Lovere . Fra qualche mese cambierò paese per avvicinarmi a Bergamo dove ci sono tutti i mezzi di comunicazione e servizi. Perciò sono in fase di trasloco… Chiedo una preghiera per riuscirci perchè a 76 anni non sempre è facile…
      Auguri di una pronta guarigione ed un ricordo vicendevole nella preghiera.
      giannamaria

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