Sensibilisation dans une salle paroissialeBobo Dioulasso es la segunda ciudad de Burkina Faso, la más cercana a Bamako, capital de Malí, donde se presentaron algunos casos de Ébola. Entre las dos ciudades hay un gran intercambio social y económico con un continuo vaivén de personas y mercancías. «Era necesario actuar con urgencia para reducir al máximo el riesgo de que el virus llegara también a Burkina – escribe el equipo de sensibilización contra la enfermedad del virus Ébola del Movimiento de los Focolares en Bobo Dioulasso -. En la práctica, se necesitaba instruir sobre las medidas de prevención al mayor número posible de personas, pero la situación política del país no siempre permitía una intervención gubernamental».

«Entonces decidimos hacer algo nosotros. Félicité es una voluntaria, médica epidemióloga que trabaja en el OOAS (Organización de la Salud para Oeste de África). Su función es precisamente la de formar al personal sanitario en la lucha contra las epidemias. Ella misma trabajó en países como Guinea-Conakry, Liberia, Sierra Leona. Félicité en seguida dio su disponibilidad».

«Lo primero que teníamos que hacer era avisar al obispo, pero en ese momento no se encontraba en la ciudad. Fuimos entonces a hablar con el vicario general, el Abbé Sylvestre, quien nos aseguró el pleno apoyo de la diócesis para animar al clero y a los fieles para que se informaran acerca de las necesarias medidas que había que adoptar. Carlo, un focolarino médico del dispensario de la Mariápolis Victoria (Man), desde Costa de Marfil nos envió unos audiovisuales, que nosotros luego duplicamos para los distintos grupos de jóvenes y adultos que llevarían adelante la sensibilización. Enviamos este material también a un sacerdote y a un docente de otras dos ciudades (Dedougou y Toussiana), interesados en nuestra iniciativa. Félicité se encargó de la formación de los grupos, ayudada por 15 estudiantes de países del Oeste de África enviados por la OOAS, algunos de ellos musulmanes».

«La campaña empezó en febrero, primero en los encuentros del Movimiento de los Focolares, para extenderse luego a los distintos barrios, a las parroquias y también a un gran congreso de jóvenes organizado por la misma diócesis de Bobo Dioulasso. El domingo fuimos a hablar también en las iglesias. Pudimos intervenir en una emisora radial privada, en la diocesana y también en la nacional, utilizando los tres idiomas más hablados aquí: francés, diula y mooré».

Sensibilisation à la radio national du Burkina«Esta campaña nos dio la posibilidad de conocer a muchas personas. Cuando Jean-Bernard explicó a sus vecinos qué pensaba hacer en el barrio, cada uno quiso ofrecer algo. Estuvo quien consiguió la amplificación, quien invitó a un cantante para la animación, otro se encargó del transporte del material y otro más del agua para beber. En la presentación estuvieron presentes unas 200 personas. La voz pasó también a los barrios cercanos y Jean-Bernard tuvo que repetir la presentación varias veces. En una de ellas, un enfermero profesional se ofreció para contestar las preguntas; en otra, llegó un experto en los idiomas locales, óptimo traductor. Los funcionarios del Municipio, a los que se les pidió el permiso para realizar la manifestación, se mostraron muy agradecidos».

«Mientras tanto supimos que en Malí la enfermedad había sido erradicada, por lo tanto el riesgo en Burkina Faso se había drásticamente reducido. Lo importante ahora es seguir respetando las medidas de prevención. Esta experiencia fue también una gran oportunidad para aprender a trabajar juntos para nuestra gente. Ahora es necesario ir adelante».

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