Dubai2Entre el centenar de comunidades que, en el transcurso de los años, se formaron en cada ángulo del mundo en torno a la espiritualidad de los Focolares, la de los Emiratos Árabes tiene su originalidad y particularidad. Se trata, de hecho, de un grupo integrado por personas del Movimiento pero ninguno de ellos es nativo del lugar. Son personas, a menudo familias enteras, que proceden de varios países de Asia o de Medio Oriente, pero también de Europa y América Latina, que llegaron al Golfo Pérsico por motivos de trabajo y que, al finalizar sus contratos, dejarán esta parte del mundo. Los extranjeros, en efecto, constituyen casi el 90% de la población de los Emiratos. Ellos son una presencia fluctuante y el grupo de las personas que viven la espiritualidad de los Focolares es parte de esta porción del país.

En uno de los hoteles de esta capital mundial de las finanzas, se reunieron – el viernes 15 de enero- unas ochenta personas. Entre ellas se encontraban las profesiones y los empleos más diversos: ingenieros civiles, empleados de embajadas, maestros y profesores de liceos, enfermeras,ingenieros de informática, investigadores universitarios y también trabajadores, tal vez, de posición más modesta. Algunos viven en Dubai desde hace varios años, crecieron en este mundo y han visto su desarrollo vertiginoso, otros volverán pronto a sus países de origen. Los motivos de estos traslados están a menudo vinculados a situaciones difíciles bajo el punto de vista económico de los países de donde proceden. Ahora reciben sueldos que nunca hubieran podido esperar en sus naciones de origen. Una situación compleja, a menudo subrealista, una vida hecha de trabajo, en el centro de un mundo que es el ápice del consumismo.

Aquí los cristianos se reencuentran según las comunidades idiomáticas y según los países de procedencia y, sobre todo, se reúnen en las iglesias de Dubai, cada viernes, día de fiesta tratándose de un país musulmán. Las personas que se reunieron en estos días provenían también de otros puntos de la zona: de Doha en Qatar o de Abu Dhabi, Sharja y Fujera, siempre dentro de los Emiratos, de Omán y de Bahrein.

La ocasión para este encuentro, fue el paso de María Voce y de Jesús Morán, al comienzo de su viaje a India. Un momento para compartir con esta original comunidad. La mañana transcurrió velozmente, entre la presentación de la historia de las personas del Movimiento presentes, caracterizada también por visitas de focolarinos de Paquistán, de India o de Filipinas o por otros focolarinos de Medio Oriente. Continuaron después con algunas experiencias que manifestaron la verdadera realidad de cómo se vive en este aparente paraíso del consumismo dominante, lejos de la propia cultura, corriendo el peligro de ser absorbidos por una mentalidad impregnada de comodidad, ganancia e intereses. Tuvieron que dejar aparte las experiencias vividas en los años de la juventud cuando fueron inspirados por la espiritualidad de comunión para reencontrar, inesperadamente y en momentos de grandes dificultades, a otros hermanos y hermanas que comparten el carisma de Chiara Lubich. Dificultades de relaciones laborales, pero también el riesgo de familias que se vuelcan por el camino del consumismo y se alejan de los valores del país de origen.

Sienten soledad. Sin embargo, también en esta parte del mundo un grupo de personas continuó encontrándose en torno a la Palabra de Vida gracias al espíritu del Focolar.

A partir de aquí, llegaron a un segundo momento de diálogo con María Voce y Jesús Morán que se centró en estos desafíos y sufrimientos, sobre los riesgos que se corren y sobre la necesidad de una comunidad viva que sepa ser cuna de los valores de comunión, fraternidad y sobriedad evangélica. La presidente y el copresidente de los Focolares recordaron que las primeras comunidades cristianas estaban dispersas en el gran imperio romano y que los cristianos, a menudo solos y aislados, lograron resistir las tentaciones del mundo gracias a sus comunidades también pequeñas. La imagen de las flores del desierto a menudo se repetía en el transcurso del diálogo, recordando que fue la misma Chiara quien en los años noventa expresó con esta imagen a los primeros miembros del Movimiento que se encontraban viviendo en los Emiratos Árabes. Y, luego, recordaron la necesidad de ser los primeros en amar en un ambiente que pone en primer lugar valores muy distintos. Surgió el desafío de permanecer bien enraizados en el presente. No se puede pensar de modo distinto, comentaba María Voce en la conclusión del diálogo. El país no da garantías sobre largos plazos, los contratos de trabajo pueden terminar, un empleo puede desvanecerse por movimientos financieros. Entonces, es importante poner profundas raíces también para aquéllos que vendrán después, tal vez cuando los que viven hoy en los Emiratos ya no estén. Esta comunidad debe continuar.

En la conclusión de la mañana transcurrida impresionaba ver en muchos rostros la conmoción y también la alegría y el entusiasmo: el haber encontrado o reencontrado a una familia espiritual y saber que también aquí forman parte de esta gran familia mundial.

4 Comments

  • Bellissima rasegna che ci fa partecipare più da vicino della vita della nostra grande famiglia nel mondo!! Grazie!!

  • Stiamo con questi viaggi nelle comunità sparse – ritrovando la nostra identità ! Fabuloso potere accogliere la vita che fiorisce ovunque e farla circolare dappertutto : un’anima sola. Grazie

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