20160214-a“¿De qué manera celebraremos el día de San Valentín? Todavía no sabemos. Toda ocasión es buena para sorprender al otro con algo bello, escondiéndonos los regalos hasta el último minuto”.

Quien habla es Iris, brasilera de 26 años, que vive en Italia para un proyecto de cooperación internacional. Es la novia de Antonello, graduado en economía, quien por ahora trabaja por turnos en un call center, en espera de un empleo más acorde con su preparación. Cuando se conocieron, Iris era reacia a empezar una nueva relación, a causa de una anterior decepción. Pero Antonello había logrado que ella le diera su número de celular y con sus fantásticos SMS la convenció para que volviera a intentarlo. “Empezamos a tratarnos y así descubrí que estaba enamorada de él – admite Iris – En seguida empezamos a hacer proyectos”.

“¿Por ejemplo?”, preguntamos tímidamente. “Antes que nada – interviene Antonello – quise presentarla a mis padres. Luego hicimos un viaje a Brasil para conocer los suyos. Mientras tanto nos estamos descubriendo el uno al otro en la diversidad de nuestras culturas y también en nuestra distinta fe religiosa. De hecho Iris es profundamente cristiana. En cambio yo provengo de una visión más humana de las cosas. Sin embargo, aún por caminos distintos, ambos estamos convencidos de la belleza del matrimonio como acto profundamente humano y sagrado al mismo tiempo”.

“A través de este intercambio – cuenta Iris – nos dimos cuenta de la fuerza de nuestro amor, aunque para mí no ha sido fácil, porque estaba acostumbrada a certezas que yo daba demasiado por descontadas. Este amor nos hizo crecer en humanidad: yo me he vuelto más mujer y Antonello más hombre. Y esto nos ha llevado a tomar la decisión de que apenas tengamos una cierta autonomía económica, nos casaremos”. La suya es una seguridad que desarma. Porque ellos también están rodeados por parejas que naufragan, por grandes amores que se desvanecen en la nada. Pero lo mismo quieren dar el gran paso del matrimonio porque – dicen – “Estamos seguros de nuestro amor. Que no es una cena romántica o un corazón de chocolate de regalo en el día de San Valentín. El amor – precisa Iris – es enamorarse del alma del otro, es saber poner a un lado el propio pensamiento para dejar espacio al del otro, es demostrarle que para ti él vale por lo que es, no por lo que tú quisieras que fuera”.

20160214-03En la encantadora paréntesis color de rosa que es el enamoramiento, donde el mundo entero es incandescente, todo parece bastante fácil. Pero, como todas las estaciones de la vida, también esa, tarde o temprano, se oculta como el sol al ocaso. Los expertos dicen que dura un añito o algo más, luego, inexorablemente se vuelve a pisar tierra. ¿Y entonces?

“Sabemos que no será siempre tan apasionante – sigue Antonello – que llegarán momentos oscuros. De hecho nos inscribimos a un curso para novios, precisamente para compartir nuestra aventura con otras parejas. Sé que allá nos hablarán también de las dificultades, de las crisis de pareja. Y ya nos dijeron que nos explicarán cómo hacer para superarlas: aprender a vernos cada día con ojos nuevos y volver a empezar siempre”.

La de ‘recomenzar’ es una de las numerosas oportunidades de las que necesita realmente el amor de pareja, como por ejemplo una buena comunicación que mantenga vivo el diálogo, el pensar que la felicidad es un regalo que hay que hacer y no un derecho para sí mismos, el justo desapego de las familias de origen, el compartir con otras parejas, la capacidad de perdonar, la gratuidad, la ternura… Éstos y otros son los temas, incluidos el de la sexualidad y de la procreación, que normalmente se afrontan en los cursos para novios. También se tratarán en el curso organizado por Familias Nuevas de los Focolares que se llevará a cabo del 8 al 10 de abril de 2016 en la ciudadela de Loppiano (cerca de Florencia). Entre otras cosas, la participación a uno de estos cursos es un requisito obligatorio para quienes deseen casarse por la iglesia católica. En fin, vale realmente la pena no dejarse escapar esta ocasión.

Para mayores informaciones.

1 Comment

  • Quello che secondo me viene sottovalutato ,e mi pare nei corsi di preparazione al matrimonio non fatto emergere è il fatto che ognuno della coppia vive la propria storia e passa dei momenti personali indipendenti dai momenti che sta vivendo l’altro/altra. Possono essere momenti di difficoltà personali di salute, di lavoro, di rapporti particolari con la famiglia di origine ecc. Tali difficoltà a volte possono pesare sul rapporto di coppia ed essere confusi con difficoltà di coppia.

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